La candidata a suceder a Luiz Inacio Lula da Silva en la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, se presentó este viernes en Nueva York como garante de la continuidad y estabilidad, asegurando que el gigante de América latina está preparado para ser dirigido por una mujer.

“Brasil está preparado para ser dirigido por una mujer”, dijo a la prensa la candidata en las elecciones de octubre, donde las encuestas la dan como favorita frente al adversario opositor socialdemócrata José Serra.

Rousseff aseguró que su condición de mujer “es algo importante para Brasil” tras señalar que una de las virtudes del sexo femenino es “saber cuidar”.

“Brasil va a continuar creciendo, con inclusión y movilidad social ascendente”, dijo. “Se mantendrá la estabilidad macroeconómica mediante el control de la inflación a través de una política de metas, el control fiscal a través de la reducción del endeudamiento, y una política cambiaria flexible”.

En materia de privatizaciones, Rousseff dijo claramente que “no se debe privatizar Petrobras, Eletrobrás ni otras empresas del sector eléctrico”.

Interrogada sobre política exterior, Rousseff se refirió al acuerdo logrado esta semana por Lula con Irán, que no evitó la promoción por Estados Unidos en la ONU de nuevas sanciones contra Teherán.

“En las relaciones internacionales, nadie queda decepcionado porque ése es un sentimiento que no se aplica a la relación entre países”, dijo, refiriéndose a Brasil y Estados Unidos.

“Nosotros no vemos muchos resultados objetivos, ni con la guerra ni con la política de sanciones”, comentó la candidata. “Vemos un agravamiento de la situación”. “En vez de construir muros, hay que construir puertas”, concluyó.

Vía AFP