El largo camino de Obama hacia la reconciliación con Cuba Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 19 de Diciembre de 2014 10:59

Barack Obama tenía claro desde que ganó las elecciones de 2008 que él debía poner fin al conflicto con Cuba. Una recurrente tensión que ya duraba medio siglo y que no había conseguido acabar con la dictadura castrista en Cuba, el objetivo perseguido por los presidentes estadounidenses desde Eisenhower a George W. Bush.

Obama hablando por teléfono con Raúl Castro

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Los propios hermanos Castro tenían claro que, con la victoria de Obama, en la Casa Blanca había otra sensibilidad con respecto al problema cubano.

2008-2010 El inicio del acercamiento

En diciembre de 2008 antes de que Obama sustituyera a George W. Bush en la presidencia, Fidel Castro lanzaba el guante al entonces presidente electo de Estados Unidos para que se sentara a dialogar.

“Con Obama se puede conversar donde lo desee, ya que no somos predicadores de la violencia y de la guerra. Debe recordársele que la teoría de la zanahoria y el garrote no tendrá vigencia en nuestro país”, indicó el ex presidente cubano en un artículo difundido en el sitio www.cubadebate.cu.

Barack Obama en su despacho de la Casa Blanca preprando el decreto sobre inmigración.

Barack Obama en su despacho de la Casa Blanca

Fidel Castro afirmaba que “alguien tenía que dar una respuesta serena y sosegada, que debe navegar hoy contra la poderosa marea de las ilusiones que en la opinión pública internacional despertó Obama”.

En abril de 2009, ya como presidente, Barack Obama, decidió levantar las restricciones a los viajes de familiares y envíos de remesas a Cuba.

Lo hizo en vísperas de su primer viaje a América Latina y su participación en la V Cumbre de las Américas. Obama dio órdenes a los Departamentos de Estado, del Tesoro y del Comercio para que se ponga en marcha lo antes posible el levantamiento de estas restricciones al régimen de los Castro y también medidas para facilitar las comunicaciones con la isla.

La respuesta de Cuba vino por parte del propio Raúl Castro quien reiteró la disposición de su Gobierno de discutir con Estados Unidos sobre democracia, libertad y derechos humanos, “pero en igualdad de condiciones”.

2010-2013 La interrupción del acercamiento

Ese primer impulso que parecía el preludio de un deshielo en la relación se quedó interrumpido y para 2010 se reiniciaron las asperezas.

El Gobierno cubano mostró su decepción con el presidente Barack Obama, quien había quedado “muy por debajo de las expectativas” creadas sobre un posible cambio en la política de su país para con la isla caribeña.

El Presidente Obama prsenta su plan para inmigracion en Estados Unidos (20 noviembre 2014)

El Presidente Obama

El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, lamentó que Obama no hubiera utilizado sus prerrogativas para suavizar o flexibilizar aspectos de este bloqueo, como sí llegó a hacer -según él- el ex presidente Bill Clinton, y especialmente cuando “nunca en la sociedad americana fue tan amplio” el rechazo al bloqueo.

Un nuevo gesto de Obama en 2011 no fue bien recibido en la isla.

La flexibilización de los viajes y remesas desde Estados Unidos a Cuba anunciada por Washington no convenció al Gobierno de La Habana, que criticaba falta de voluntad para cambiar la política de “bloqueo y desestabilización” hacia la isla.

Los medios oficiales difundieron el comunicado con el que el Gobierno de Raúl Castro respondió a la decisión de Estados Unidos de permitir los viajes a la isla con fines académicos, culturales y religiosos y los envíos de remesas (hasta 500 dólares por trimestre) a cubanos que no sean familiares.

Según La Habana, en lo fundamental se trata de acciones que ya puso en marcha la Administración del demócrata Bill Clinton y que luego fueron derogadas por el republicano George W. Bush en 2003.

Quizá por esa razón Obama ponía fin a sus gestos y pedía acciones al gobierno cubano. En mayo de 2011 el presidente estadounidense dijo que pese a “algunas conversaciones” de reformas emprendidas por el Gobierno comunista de Cuba, él no ha visto cambios “realistas”.

Obama: “50 años de aislamiento no han funcionado en Cuba”

“Daría la bienvenida a un cambio real del Gobierno cubano (…) Para que nosotros podamos tener el tipo relaciones normales que tenemos con otros países, tenemos que ver cambios significativos del Gobierno cubano y nosotros no hemos visto eso todavía”, comentó Obama.

2012 fue un año electoral en EEUU por lo que el margen de acción para Obama en el tema cubano estaba claramente acotado.

Del efecto Mandela al efecto ébola

Los momentos decisivos, y muy significativos, han llegado en 2013 y 2014.

obama castro

Obama con Raúl Castro en el funeral de Mandela

El saludo de Obama con Raúl Castro en el funeral de Nelson Mandela quizá era una señal de que algo se estaba cocinando entre bambalinas.

Arturo López Levy en Infolatam no dudaba en señalar las claves que escondía ese saludo: “No hay que exagerar un simple apretón de manos pero su simbolismo importa. La civilidad no es condición suficiente pero si necesaria para que los países discutan los temas espinosos que los separan. Entre Cuba y EE.UU hay temas difíciles de negociar como el encarcelamiento del subcontratista de la USAID Alan Gross en Cuba y los cuatro agentes cubanos en EE.UU. Ambos casos, que han sido considerados detenciones arbitrarias por el Grupo de Naciones Unidas al respecto de la ausencia de un juicio justo e imparcial solo se resolverán en un ambiente de distensión y negociación. Es loable que los jefes de Estado no paren los pasos de aproximación posible, incluso gestos simbólicos de civilidad”.

Y en 2014 se ha podido ver a Cuba y a Estados Unidos colaborando en el combate contra el ébola en África.

El pasado octubre, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, alabó la labor de Cuba: “Vemos naciones pequeñas y grandes que aceleran de manera impresionante su contribución en la línea del frente. Cuba, un país de apenas 11 millones de habitantes, ha enviado 165 profesionales de salud y prevé enviar cerca de 300 más”.

Raúl Castro: “Lo principal no está resuelto. El bloqueo debe cesar”.

Pocos días después, Raul Castro afirmó que “Cuba desea trabajar lado a lado con todas las naciones, incluidos los Estados Unidos, en la lucha contra el ébola”.

“La diplomacia del ébola le sigue a un amistoso apretón de manos que Obama y Raúl Castro intercambiaron en el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica el diciembre pasado y que ha incrementado la expectativa de que la administración del presidente Obama podría buscar levantar las restricciones restantes en el embargo de Estados Unidos contra Cuba”, comentaba hace unos meses John Lee Anderson.

Ahora queda por delante una ardua labor para llegar a la normalidad. Sobre todo porque Obama es cada día que pasa más claramente un “pato cojo” y los Castro siempre han manejado las relaciones con Estados Unidos con mucho sentido táctico y solo una estrategia: la supervivencia del régimen.

Al menos Raúl Castro y Obama están de acuerdo en el mismo punto. “50 años de aislamiento no han funcionado en Cuba”, asegura el estadounidense. Y el cubano en esa misma línea apunta que “lo principal no está resuelto. El bloqueo debe cesar”.

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