En El Líbano, el Papa aseguró que el extremismo "aflige" a todos los credos e instó a judíos, musulmanes y católicos a luchar contra quienes "quieren apoderarse de la religión por motivos políticos"

El papa Benedicto XVI llamó a judíos, cristianos y musulmanes a "erradicar el fundamentalismo religioso", al que calificó de amenaza "mortal", cuando la religión se encuentra en el centro de manifestaciones a veces mortíferas contra una película islamófoba.

El fundamentalismo "quiere apoderarse, a veces con violencia, de la conciencia de cada uno y de la religión por motivos políticos", advirtió el Papa, sin apuntar únicamente al integrismo islamista.

"Hago un llamamiento apremiante a todos los responsables religiosos judíos, cristianos y musulmanes de la región, para que se esfuercen por (..) poner todo en obra para erradicar esta amenaza que toca indistintamente y mortalmente a los creyentes de todas las religiones".

"Utilizar las palabras reveladas, las Escrituras santas o el nombre de Dios para justificar nuestros intereses, nuestras políticas tan fácilmente complacientes, o nuestras violencias, es una falta muy grave", añadió.

Benedicto XVI arribó este viernes al Líbano en medio de un clima de efervescencia política en todo el mundo árabe.

El Papa católico dejó en claro su posición al respecto al saludar a la Primavera Árabe como un movimiento que demostró la "dignidad árabe renovada".

La intención de Benedicto es promover la coexistencia pacífica entre cristianos y musulmanes. Se trata de un objetivo que desafía las convulsiones políticas que han provocado una guerra civil en Siria y los ataques de los fieles a Mahoma a embajadas norteamericanas como reacción a un cortometraje que ofende la imagen del profeta.

"Todos los componentes de la familia libanesa lo reciben con gratitud", dijo Michel Sleimane, presidente del país multiconfesional en un discurso dirigido al pontífice en el aeropuerto.

Un centenar de jóvenes vestidos de blanco se reunieron en la pista y gritaron de alegría en el momento del aterrizaje, agitando una pancarta en la que podía leerse "Líbano alegre, el Papa llegó".

Las campanas de las iglesias de todo el país tañeron en honor al jefe de la Iglesia Católica, de 85 años, que fue recibido con 25 salvas de cañón.

El Papa pronunció, en el aeropuerto, el primero de los siete discursos que ofrecerá durante su visita al pequeño país mediterráneo. En él alabó la "convivencia" entre las diferentes comunidades religiosas en el Líbano y la calificó de "ejemplo" para Oriente Medio.

"La feliz convivencia libanesa debe demostrar, al conjunto de Oriente Medio y al resto del mundo, que en el interior de una nación puede existir la colaboración (...) y el diálogo religioso entre cristianos y sus hermanos de otras religiones", afirmó Benedicto XVI.

"Este equilibrio, presente en todas partes como un ejemplo, es extremadamente delicado", añadió.