BAGDAD, IRAQ.- Una atacante se inmoló y acabó con la vida de al menos a 54 personas e hirió a unas 117 al detonar un cinturón con explosivos en medio de una peregrinación de musulmanes chiítas en Bagdad.

El ataque fue el primero de esta magnitud este año contra los peregrinos que hacen el viaje anual a la sureña ciudad sagrada de Kerbala para celebrar un día reverenciado en el calendario chiíta y causó temores sobre un posible aumento de la violencia cuando la peregrinación culmine el viernes.

La atacante ocultó los explosivos bajo su abaya —un largo atuendo negro de pies a cabeza usada por muchas mujeres musulmanas— y se unió a la marcha en el barrio de Shaab, de mayoría chiíta, en el Norte de la capital, dijo el general Qassim al-Mussawi, principal vocero militar en Bagdad.

La mujer detonó su carga mientras hacía fila con otras para que guardias de seguridad las registraran en un puesto de control ubicado dentro de una carpa de descanso, dijo el general. Según la Policía, había 18 mujeres y 12 niños entre los muertos.

Pese a una declinación general de la violencia en Iraq, Al Qaeda y otros grupos extremistas sunitas han atacado con frecuencia a los peregrinos en un intento por azuzar las tensiones sectarias y hacer lucir mal al Gobierno chiíta.

Aunque Iraq intenta dejar atrás años de guerra, desde la invasión estadounidense de 2003, mientras busca afianzar los logros en seguridad conseguidos en los últimos dos años, prepararse para un retiro estadounidense y modernizar el sector petrolero que le da al país casi todos sus ingresos.

Sin embargo, los chiítas siguen siendo un objetivo permanente de los islamitas sunitas como Al Qaeda, quienes buscan relanzar la violencia sectaria que llegó a su punto más alto entre 2006 y 2007.