Entre 150 y 200 soldados leales a Khadafi desertaron hacia el país vecino. Ataques de la OTAN causan 11 muertos. La ONU rechaza la presencia de tropas extranjeras

Los puestos que pasaron a estar bajo control de los rebeldes son los de Wazzan, uno de los más importantes entre Libia y el país vecino, y Dehiba.

La ONU se ha pronunciado, a su vez, sobre la presencia militar en los corredores humanitarios que está creando en Libia. La subsecretaria de la institución para ayuda humanitaria, Valerie Amos, ha advertido que la ONU no necesita apoyo militar para distribuir ayuda a la población civil. Amos añadió que no hay que confundir operaciones humanitarias con la ofensiva militar en Libia.

Entre tanto, 11 civiles han muerto y otros 18 han resultado heridos a causa del bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en las regiones de Jelat El Fordjan y Bir El Ghanem. Las fuerzas leales a Khadafi han denunciado que la OTAN ha destruido, además, las infraestructuras de comunicación y de transmisión de audio y video en varias urbes del país.

El pasado miércoles también murieron el fotógrafo y cineasta británico Tim Hetherington y su colega estadounidense Chris Hondros tras la explosión de un mortero en Misrata, ciudad asediada por las tropas de Khadafi para acorralar a los rebeldes. Sus cuerpos ya han sido trasladados por la Organización Internacional de Migraciones (OIM) a Bengasi, baluarte de los rebeldes libios.

Italia, Francia y Reino Unido, por su parte, mandarán asesores militares a Libia para adiestrar en los rebeldes libios, pero el gobierno libio ya ha señalado que hará frente a todas las tropas extranjeras que entren en su territorio.