Un informe interno iraní advierte a las autoridades del régimen de Teherán del riesgo de hundimiento de la economía por el plan nuclear que desencadena en sanciones internacionales.

El informe fue revelado hoy por el diario francés Les Echos, y es confidencial. Fue redactado por economistas del Banco Central de Irán y del Ministerio de Economía y entregado a finales de septiembre al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, subraya las amenazas "sustanciales de un hundimiento económico en menos de un año".

Los autores del documento cifran el impacto potencial de las sanciones contra el régimen de Teherán por su programa nuclear en varias decenas de miles de millones de dólares anuales y recomienda que se tomen "medidas drásticas para evitar una crisis grave".

Se trataría de "reconvertir de forma urgente el comercio exterior" para que se sustituyan los proveedores tradicionales en los países occidentales por otros en China, Rusia e India, "aumentar las reservas de alimentos y carburante" y convertir las reservas en divisas, actualmente en dólares y euros esencialmente, por ejemplo en yuanes chinos.

Los economistas que aconsejan a Jamenei constatan los problemas derivados de la retirada de las principales empresas occidentales que trabajaban en el sector petrolero, principal fuente de ingresos del Estado.

La falta de mantenimiento y de piezas de recambio tras la suspensión de las actividades del francés Total, el británico-holandés Shell, el noruego Statoil o el italiano ENI son algunos de los factores que explican que la producción de petróleo iraní haya disminuido de los 4,2 millones de barriles diarios en 2009 a 3,5 millones este verano.

En paralelo, es cada vez más problemático el aprovisionamiento en gasolina para un país como Irán cuyas carencias en inversión en refinerías le obligan a importar buena parte de su carburante, algo que se torna cada vez más complicado como consecuencia de las medidas decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.