El 'acostumbramiento': la técnica de tortura venezolana que el régimen cubano aplica a José Daniel Ferrer Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 09 de Noviembre de 2019 12:41

José Daniel Ferrer.

El castigo al que el régimen cubano está sometiendo a José Daniel Ferrer es algo inédito en la Isla, pero no en Venezuela.

El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) está preso desde el 1 de octubre sin juicio, bajo tortura y amenaza de muerte. Tras un mes sin noticias suyas, el régimen permitió a sus familiares verlo. En esa corta visita, pudieron ver las huellas de las golpizas en el cuerpo del opositor, apreciar su debilitamiento físico y una considerable disminución de peso. Ferrer se quejó además de pérdida de visión.

El ensañamiento con el líder de la UNPACU, sobre todo su larga desaparición, excede el procedimiento represivo habitual de las autoridades cubanas. No hay caso similar en las últimas décadas.

Sin embargo, en Venezuela el régimen de Maduro utiliza desde hace años una técnica represiva llamada el "acostumbramiento", que se parece sospechosamente a la aplicada por el Gobierno de Miguel Díaz-Canel a Ferrer .

Según pudo saber DIARIO DE CUBA en un diálogo con la periodista venezolana Sebastiana Barráez, el régimen de Maduro puso en práctica el "acostumbramiento" durante las protestas masivas de 2014, principalmente para desactivar a líderes opositores y militares críticos.

"Sencillamente los desaparecen por determinado tiempo. Los detienen, no notifican que fueron detenidos. Las familias los dan por desaparecidos. El único indicio de que están en manos de los cuerpos de seguridad es que muchas veces los arrestan en sus casas o en sus sitios de trabajo", detalla.

Barráez señala que, aunque los familiares acuden a preguntar a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), al Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y otros lugares de detención, "nadie les da ninguna información".

"Ya cuando es muy evidente o ha existido alguna filtración sobre el paradero, le dicen a los familiares: 'tráigale comida, ropa, sábanas, pero no lo van a poder ver, él está ahora en el período de acostumbramiento'", añade.

Barráez indica que el "acostumbramiento" puede durar entre 30 y 45 días. En ese tiempo, el preso ni siquiera tiene acceso a un abogado.

En ese período, "la persona es torturada, por ejemplo, una semana (…) y esperan el resto del tiempo para que a la persona no se le vean los morados", apunta.

"El acostumbramiento, primero, es desaparición. Hace que la persona detenida se sienta extremadamente vulnerable. No tiene acceso a la familia, no tiene ninguna información de la calle. Muchas veces, además de golpearlo, le dicen, por ejemplo, 'te matamos a tu hijo' o 'tu madre se murió de un infarto', cosas así".

"El Gobierno descubrió que con esos extremos de vulnerabilidad quiebra a muchos", advierte Barráez.

Según la periodista venezolana, después de un período en la cárcel, en esas condiciones, muchos salen severamente afectados sicológicamente, "desequilibrados, sin poder valerse por sí mismos". Algunos se van del país.

"Una de las cosas que más me ha impresionado en los casos que he conocido es el nivel de daño; la gente nunca más vuelve a ser la misma. Te lo dicen los hijos, las esposas, los esposos. Hombres que antes fueron cabeza de familia comienzan a necesitar protección de sus esposas e hijos".

El "acostumbramiento" puede tener otro objetivo: presionar y manipular al detenido para hacerle confesar un delito que no cometió.

"Los funcionarios le dicen 'lo mejor que puedes hacer es reconocer; di que lo hiciste para que salgas de eso'. Muchísimos lo hacen. Los convencen de que eso los va a beneficiar. Pero, cuando se presentan ante el tribunal, han reconocido hechos y les aplican la ley".

Hasta ahora se decía que el Gobierno venezolano copia del cubano. El caso de José Daniel Ferrer estaría invirtiendo los términos: aquí es La Habana la que adopta el "acostumbramiento", una técnica represiva ensayada por Caracas.

Según el guión de esa práctica, José Daniel Ferrer debería sufrir todavía un tiempo de encarcelamiento en condiciones similares a las que ha tenido hasta ahora. Y, una vez "acostumbrado", debería enfrentar un proceso penal y ser condenado.

DIARIO DE CUBA