Activistas y grupos de la oposición dentro y fuera de Cuba rechazaron abiertamente un editorial publicado hoy martes en la portada del diario oficial Granma que acusa a la disidencia de haber organizado un “espectáculo macabro” en los servicios fúnebres del opositor Oswaldo Payá, fundador del Movimiento Cristiano Liberación.

Juan Carlos Chavez

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Payá, de 60 años, murió el 22 de julio cerca de la ciudad suroriental de Bayamo. Su deceso ocurrió cuando el auto en que viajaba se salió de la carretera y chocó contra un árbol. En el accidente falleció también el opositor Harold Cepero, de 31 años.

“Algunos de ellos, sin mínima decencia, armaron un macabro espectáculo para la prensa extranjera que detuvo, en plena calle, el cortejo fúnebre de uno de los fallecidos en el accidente”, dice el editorial titulado La verdad y la razón. “La rápida y enérgica respuesta del pueblo obligó a la Policía Nacional Revolucionaria a extraerlos del lugar. Generosamente, no se les instruyeron cargos y regresaron a sus casas pocas horas después”.

La mayoría de los opositores arrestados violentamente gritaron ¡Libertad! y consignas antigubernamentales a la salida de la misa fúnebre en memoria de Payá, en la iglesia El Salvador del Mundo. Otras manifestaciones similares se registraron durante el paso del cortejo al Cementerio de Colón, en La Habana, el 24 de julio.

La policía cubana arrestó a aproximadamente 50 activistas, entre ellos, Antonio Rodiles, director de Estado de Sats, y Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del Parlamento Europeo 2002. Algunos de los detenidos fueron apaleados, afirmaron fuentes de la disidencia.

Las redadas policiales contra la oposición fueron condenadas por entidades defensoras de los derechos humanos y gobiernos democráticos. En Washington, la Casa Blanca fustigó los arrestos masivos. Amnistía Internacional, radicada en Londres, y Reporteros Sin Fronteras (RSF), con sede en París, denunciaron la falta de “avances” en términos de libertades públicas y fundamentales.

El editorial también descargó sus ataques contra grupos de exiliados cubanos y organizaciones independientes en el sur de la Florida, como el Directorio Democrático Cubano (DDC) y Raíces de Esperanza.

En ese sentido Granma acusó a Orlando Gutiérrez Boronat, secretario nacional del DDC, de instruir y respaldar el viaje de ocho mexicanos a la isla. Los mexicanos, que ingresaron a la isla como turistas, según Granma, debían repartir volantes, propiciar desórdenes públicos y alentar la toma de iglesias en la visita papal a Santiago de Cuba y La Habana. La visita papal se realizó del 26 al 28 de marzo para conmemorar los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre en las aguas de la Bahía de Nipe. En el primer día de su itinerario el Papa ofició una misa en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, en Santiago de Cuba. Luego, en La Habana, celebró una liturgia a la Plaza de la Revolución José Martí.

“Durante el pasado mes de marzo, días antes de la visita del Papa Benedicto XVI, ocho jóvenes mexicanos viajaron como turistas a territorio cubano, con el objetivo de incitar al pueblo a protestar en las calles y a tomar iglesias, distribuir volantes y crear desórdenes en las actividades del Sumo Pontífice”, indica el Granma. “Cuatro de ellos fueron detenidos, los que reconocieron haber sido pagados, entrenados e instruidos por Orlando Gutiérrez Boronat, del Directorio Democrático Cubano, de Miami, para llevar a cabo esa operación de abastecimiento y propaganda. Informaron además que el jefe del operativo en México fue René Bolio Hollarán, ex senador suplente del Partido de Acción Nacional (PAN), vinculado estrechamente a cabecillas de la mafia de la Florida”.

El martes no fue posible contactar a Bolio para que comentara sobre esta nota. En Miami Gutiérrez negó tajantemente las acusaciones, al tiempo que defendió el carácter pacífico de la lucha del exilio cubano para alentar la democratización de la isla.

“Yo no voy a hablar sobre los ataques infundados de Granma”, dijo Gutiérrez en una entrevista telefónica a El Nuevo Herald. “Lo único que voy a decir es que nosotros como cubanos libres, desde nuestra convicción no violenta, nos abrogamos el derecho a utilizar todos los mecanismos para luchar por la libertad de Cuba”.

Mientras el disidente cubano y ex preso político José Daniel Ferrer, de 41 años, fue detenido por la policía cerca de la ciudad oriental de Holguín. Ferrer, portavoz de la ilegal Unión Patriótica de Cuba (UNPACU, fue intervenido por las autoridades cubanas cuando viajaba en un auto hacia La Habana junto a otros activistas de UNPACU.

Elizardo Sánchez, director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), exigió la inmediata liberación de Ferrer, uno de los opositores más activos de Cuba.

“Ferrer ha sido objeto de numerosas detenciones arbitrarias desde que fue excarcelado, a principios de 2011, bajo una precaria licencia extra penal y ha sido blanco, cada vez, de verdaderas cacerías humanas y hasta del saqueo de su vivienda”, precisó Sánchez. “La CCDHRN exige la inmediata liberación de Ferrer y hace un llamado a las ONG’s internacionales, y a la comunidad democrática de naciones, para que pidan al gobierno de Cuba que ponga fin a la implacable e ilegal persecución de los pacíficos disidentes cubanos y, de manera inmediata, informe el paradero de Ferrer”.