El agresor de la Dama de Blanco María Arango y de Guillermo Fariñas, en libertad, amenaza de muerte a otra Dama de Blanco Imprimir

El hombre acusado de irrumpir este martes en la casa del disidente Guillermo Fariñas, provocando heridas graves a la Dama de Blanco María Arango Percival, realizó este miércoles nuevas amenazas de muerte contra otra disidente y su hijo.

El hombre, identificado como José Alberto Botell Cárdendas, seguía este miércoles en libertad a pesar de las varias denuncias interpuestas contra él después del ataque, según ha explicado el coordinador general del Frente Antitotalitario Unido (FANTU) y portavoz de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en declaraciones a DIARIO DE CUBA.

De acuerdo con la versión de Fariñas, el agresor realizó las nuevas amenazas contra la Dama de Blanco Dayamí Villavicencio. "Tanto ella como su hijo fueron amenazados de muerte [por el agresor] en la esquina de su casa por la mañana y ella presentó denuncia este mediodía", relató el opositor.

Desde las puertas del hospital Arnaldo Milián Castro de Santa Clara, Fariñas contó que Arango permanece grave, con la presión arterial "muy baja" y aventuró que existe "un riesgo inminente para su vida".

El opositor explicó que la Seguridad del Estado ha desplegado "un gran operativo represivo dentro y fuera" del centro hospitalario, donde un grupo de activistas espera poder visitar a la Dama de Blanco.

Sobre el agresor, Fariñas explicó que "hace dos años se incorporó a FANTU como oyente solamente" y que actualmente tienen un puesto particular de venta de frutas y hortalizas en Santa Clara.

Preguntado sobre los motivos que habrían podido originar la agresión el martes, el opositor aseguró que el hombre "debe estar chantajeado" por la Seguridad del Estado o podría "haber llegado a un pacto favorable para él".

Fariñas agregó que al introducirse en su domicilio el hombre estaba sereno. El Premio Sajárov reiteró que el objetivo del ataque era "apuñalarme a mí" y que las demás personas resultaron heridas al formar un anillo para protegerle.

Al abandonar el domicilio del opositor, el agresor se encontró "a 150 metros" con el capitán Reinier Rodríguez Conde, que "le tiró el brazo por encima y le dio unas palmadas" antes de llevárselo en un auto Lada.