"IRÁN DESARROLLÓ TECNOLOGÍA NUCLEAR MILITAR" Imprimir
Miércoles, 11 de Enero de 2012 01:51

Rafael Grossi (foto), director general de Políticas de la AIEA, afirmó en diálogo con Infobae América que las sospechas sobre la finalidad bélica del plan atómico iraní son fundadas. Advirtió que el régimen de Ahmadinejad pudo ocultar información sobre el avance del programa

Crédito foto: AIEA

Experto en no proliferación nuclear y jefe de Gabinete de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el diplomático argentino adelantó que el organismo buscará extender su vigilancia a la tecnología militar nuclear hallada en el país de Medio Oriente y denunciada públicamente en noviembre pasado.

 

Aseguró a Infobae América que el régimen de Mahmoud Ahmadinejad decidió profundizar su política de incumplimiento de las sanciones internacionales y no descartó la posible fabricación de una bomba atómica.

Irán anunció la finalización de una planta nuclear en Fordo y poco después dijo que estaría supervisada por la AIEA, ¿esto es así?

La existencia de la instalación de Fordo fue revelada en septiembre de 2009. En ese momento, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) estableció su presencia y realizó sus tareas de inspección. Desde entonces y hasta hace poco tiempo, Irán hizo declaraciones sobre su actividad de enriquecimiento de uranio de bajo nivel, es decir, de entre el 3 y el 5 por ciento. Pero en los últimos días, comunicó que el enriquecimiento va a ser del 20%, algo muy diferente a la situación inicialmente informada.

¿Cómo trabajarán allí a partir de esa nueva información?

Tendremos que revaluar nuestro mecanismo de vigilancia, pero no mucho. El trabajo que haremos es parecido al que estábamos realizando. Sólo se harán adaptaciones a partir de la cantidad de centrífugas que hay en la planta que ya está en funcionamiento, esto hay que aclararlo.

Que Irán mantenga ese tipo de información en secreto ¿no acrecienta las sospechas sobre la finalidad bélica del plan nuclear iraní?

No necesariamente. Lo que hace es confirmar que Irán mantiene, a pesar de las resoluciones y sanciones de la propia AIEA y del Consejo de Seguridad de la ONU -que ordenaron la suspensión de toda actividad bélica nuclear-, su decisión de enriquecer uranio. Demuestra que sigue adelante con sus planes porque ya está enriqueciendo uranio por encima de lo acordado. En el caso de Fordo, genera sospechas porque es una planta de instalaciones protegida, lo que permitiría cierto piso de continuidad de la actividad. El ocultamiento de información confirma una situación de falta de cumplimiento de las disposiciones, prueba y acrecienta la continuidad de una política de enriquecimiento.

A partir de su conocimiento del tema, ¿podría decirse que Irán avanza en la construcción de una bomba atómica?

Nosotros lo que hemos dicho a través de un informe publicado en noviembre, y que tuvo mucha repercusión internacional, es que la AIEA tiene serias preocupaciones porque existen indicios de que está desarrollando activamente tecnología, líneas tecnológicas, relacionadas con el desarrollo nuclear militar. No decimos que ya tenga la bomba, pero sí que hay desarrollos en ese sentido que tienden a confirmar esa sospecha.

¿Esperan avanzar en la discusión de ese tema en la visita que realizarán al país a fines de enero?

La agencia va a buscar la posibilidad de volver a charlar con las autoridades iraníes para analizar todas las cuestiones pertinentes al programa nuclear. La AIEA viene realizando una serie de controles y actividades de vigilancia pero dentro de éstas no están contempladas algunas áreas de trabajo, como las líneas tecnológicas que denunciamos en noviembre. En el país hay 24 instalaciones que siempre controlamos, son inspecciones de rutina pero no forman parte los desarrollos con fines militares. Tenemos que negociar y definir los parámetros de nuestro trabajo porque la situación es muy compleja.

¿Cree que la inspección será más tensa que otras veces, dados los cruces entre Irán y Occidente?

No estamos trabajando en el vacío, lo hacemos en un contexto internacional cargado de hipótesis y sospechas. Pero, precisamente, el objetivo de la AIEA es llevar adelante un trabajo independiente de esa coyuntura, neutral y autónomo porque somos un organismo internacional. Debemos mantener así nuestra línea de trabajo porque somos los únicos que estamos en terreno en Irán, los únicos que realizan una tarea de vigilancia nuclear. Pero tenemos que ser optimistas. Si las cosas van bien, las publicaremos como hemos hecho. Si no, lo informaremos como es debido.

¿Cómo se desarrollaron las anteriores visitas?

Las visitas anteriores fueron fructíferas en el marco muy limitado en el que llevamos adelante nuestro trabajo. Podemos afirmar que los materiales declarados se mantienen con fines pacíficos, pero eso no quiere decir que hayan declarado todos los materiales que tienen en su poder. Hay todo un universo de claroscuros que por experiencia histórica nos permiten tener el derecho de la duda.

Varios gobiernos alertaron que si Irán fabrica una bomba atómica, el mundo será otro. ¿Usted coincide con esa visión?

Creo que cualquier país que acceda a la bomba cambia el panorama internacional. Esto es indeseable y no debe ocurrir en ningún caso porque no hay bombas atómicas buenas y otras malas. En el caso de Irán, la sospecha es válida. Hay que aclarar que la AIEA no pone en cuestionamiento el plan nuclear iraní ni de ningún otro Estado siempre que sea con fines pacíficos.

¿La participación de la Argentina en la AIEA se basa en su historia?

El país tiene una trayectoria de 60 años de actividad nuclear. Fue el primero de América Latina en poner en funcionamiento una central atómica, la cual aún hoy continúa en funcionamiento, que es Atucha I, en la ciudad bonaerense de Lima, Zárate. El país posee, además, credenciales impecables en no proliferación nuclear. Es probable que cuando el director general de la AIEA, Yukiya Amano, me honró con esta posición haya tenido en cuenta eso.

¿Qué significa para usted representar al país en un organismo que, en la actualidad, está en el centro del interés mundial?

Yo soy un diplomático con casi 30 años de trabajo en no proliferación. Es un orgullo en lo personal pero también como argentino, porque cuando acudo a foros o a reuniones internacionales, la historia argentina en el área es reconocida como algo valorado y valorable. Es algo que a veces sorprende y da gusto poder hablar de mi país desde mi función internacional.

Última actualización el Miércoles, 11 de Enero de 2012 01:52