El presidente Nicolas Sarkozy aseguró que el dictador sirio, Al Assad, tiene que "dejar el poder para que su pueblo decida libremente su destino". Para el francés, "las masacres generan indignación" mundial

 

En un discurso a los graduados de la Escuela Naval de Lanvéoc-Poulmic, Sarkozy afirmó que la comunidad internacional también "debe asumir sus responsabilidades y adoptar sanciones más duras (contra Siria), para asegurar el acceso humanitario. Es en esto en lo que queremos trabajar duro".

Los pedidos para la retirada de los observadores de la Liga Árabe se multiplicaron desde su llegada a Damasco el 26 de diciembre, ante la continuidad de la sangrienta represión a una revuelta popular que, según la ONU, desde el mes de marzo ya dejó un saldo de más de 6.000 muertos

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, declaró que las condiciones de la misión de la Liga Árabe deben ser "clarificadas". "¿Acaso ellos pueden tener verdaderamente acceso a la información con toda libertad? Nosotros esperamos el informe que harán en los próximos días", se preguntó el funcionario.

Juppé reiteró que "el Consejo de Seguridad no (puede) permanecer silencioso" sobre Siria. "Se ve bien que hay una represión totalmente salvaje, que ese régimen verdaderamente ya no tiene futuro y que, por lo tanto, le corresponde pronunciarse a la comunidad internacional", insistió.

Las protestas en Siria comenzaron a mediados de marzo como efecto de contagio de lo que sucedía en Túnez, Egipto, Libia y Yemen. Se intensificaron con el correr de los días, y el número de movilizaciones creció casi proporcionalmente a la brutal represión del Gobierno.