SUCESOR(A) DE LULA DA SILVA EN LA PRESIDENCIA DE BRASIL ENFRENTARÁ GRANDES RETOS GLOBALES Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 30 de Septiembre de 2010 17:20

Brasil mantendrá su estatus de potencia emergente en auge tras las elecciones presidenciales, pero deberá invertir en infraestructura y educación y asumir mayores responsabilidades a nivel internacional, estimaron analistas en Londres.

Los expertos no esperan cambios en la orientación económica del gigante sudamericano, por lo menos en una primera etapa, si se confirma la victoria que vaticinan todos los sondeos de la candidata del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Dilma Rousseff, en la primera vuelta del próximo domingo o en una segunda vuelta.

 

Brasil, uno de los cuatro BRIC (con Rusia, India y China) que actúan de motor económico mundial y están revolucionando el orden internacional, prevé un crecimiento de su PIB de 6,5% en 2010, superado únicamente en el mundo por China e India (9,9% y 8%, respectivamente).

Pero el nuevo gobierno no podrá quedarse de brazos cruzados si quiere mantener la tendencia a largo plazo.

El país “sólo podrá estabilizar el crecimiento a los niveles muy saludables que observamos actualmente resolviendo los cuellos de botella de infraestructura y mejorando la educación pública”, estimaron los analistas de HSBC en un informe especial.

La necesidad de mejorar una infraestructura considerada anticuada se hará más patentes al acercarse los dos acontecimientos que deberían dar mayor proyección a Brasil en los próximos años, el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016.

“Brasil sigue teniendo grandes problemas en áreas como la sanidad, la educación, las tasas de criminalidad”, opinó Gian Luca Gardini, profesor de Política Latinoamericana en la Universidad de Bath (suroeste de Inglaterra).

“Brasil sigue teniendo grandes problemas en áreas como la sanidad, la educación, las tasas de criminalidad”.


Otro obstáculo para el crecimiento será demográfico.

Para Jim O’Neill, economista jefe de Goldman Sachs e inventor del acrónimo BRIC en 2001 para designar a las economías que crecen más rápidamente, la demografía de Brasil (193 millones de habitantes) hace “sumamente improbable” que pueda seguir creciendo durante mucho tiempo a los niveles de China o India (ambos con más de 1.000 millones de habitantes).

En un artículo escrito recientemente para el Financial Times, O’Neill señaló, además, el “comercio internacional demasiado escaso, el gobierno demasiado grande y el nivel de corrupción demasiado elevado” como las tres áreas que Brasil debe mejorar para codearse con las potencias mundiales.

El gigante sudamericano considera sus recién descubiertas reservas de petróleo como una de sus principales bazas para su futuro, pero los analistas temen que el nuevo gobierno fortalezca aún más la presencia del Estado en la explotación de los enormes yacimientos en aguas ultraprofundas, que podrían contener hasta 52.000 millone de barriles.

Y algunos cuestionan las enormes expectativas de Brasil en este ámbito. “Es bastante difícil hacerse rico siendo un Estado petrolero”, explicó Neil Shearing, de la consultora Capital Economics. “Y creo que los intereses a largo plazo de Brasil estarán mejor servidos si se refuerza el sector manufacturero”, agregó.

La apreciación del real -que según Shearing está sobrevalorado entre 5% y 10%- debido al aumento de los precios de las materias primas y a la entrada masiva de capitales, amenaza también la competitividad del país.

“A corto plazo, la mejor esperanza de Brasil es que bajen un poco los precios de las materias primas”.

“A corto plazo, la mejor esperanza de Brasil es que bajen un poco los precios de las materias primas”, declaró el economista.

Esto le permitiría seguir fortaleciendo la relación con China que, con su demanda insaciable de materias primas, se ha convertido en un socio crucial para el desarrollo de Brasil tanto en términos de comercio -en 2009 superó a Estados Unidos en el total de intercambios bilaterales- como de inversión.

Para mejorar su estatus internacional, los progresos económicos de Brasil deberán ir acompañados de una creciente dimensión política.

“Un papel más importante significa responsabilidades crecientes y el historial de Brasil en Honduras, Haití, Irán y sus candidaturas a puestos internacionales ha sido decepcionante”, sostiene el profesor Gardini.

El programa es amplio para una mujer todavía poco conocida fuera de su país, y que tendrá la difícil tarea de suceder a una figura sumamente carismática que el presidente de Estados Unidos Barack Obama describió una vez como “el político más popular del mundo”.

“Lula era un gran activo para el papel, el atractivo y la visibilidad de Brasil en el mundo”, señaló Gian Luca Gardini.

Por: Claudia Rahola
Vía Agence France-Presse

Última actualización el Jueves, 30 de Septiembre de 2010 17:32