El líder de la oposición iraní, Mirhossein Mousavi, afirmó ayer que estaba preparado para morir por su campaña reformista, tras la disputada elección en junio, desafiando llamados de líderes de línea dura para que se le ejecute. “No tengo miedo de ser uno de los mártires que perdieron sus vidas en la lucha por sus justas demandas desde la votación”, dijo Mousavi

TEHERÁN, IRÁN.- “No tengo miedo de ser uno de los mártires que perdieron sus vidas en la lucha por sus justas demandas desde la votación”, dijo Mousavi en su sitio de internet, cinco días después de que su sobrino y otros siete manifestantes reformistas fueron asesinados durante una marcha.

Mousavi, quien acusa que la votación en las elecciones presidenciales de junio en las que perdió frente a Mahmoud Ahmadinejad estaba arreglada, dijo en un comunicado que la República Islámica estaba en una “grave crisis”.

En sus declaraciones más francas de los últimos meses, Mousavi declaró que “arrestar o matar a Mousavi o a (su compañero de la oposición Mehdi) Karoubi ... no calmará al país”.

Los comentarios en su sitio de internet fueron un nuevo desafío a las autoridades, que han intensificado las medidas duras contra el movimiento de reforma desde el domingo, cuando ocho personas --entre ellas el sobrino de Mousavi-- murieron en protestas en el día del ritual de los musulmanes chiís de Ashura.

Dirigentes de línea dura han acusado a líderes de la oposición de provocar desórdenes, calificándolos de “enemigos de Dios”, un crimen que se castiga con la muerte bajo la legislación islámica.