El presidente Dimitri Medvedev calificó al régimen de "irresponsable" y adelantó que no se puede excluir ninguna medida contra ese país.

Las declaraciones del primer mandatario ruso, formuladas a una radio dinamarquesa, acaban de ser difundidas por el propio Kremlin: "Hasta el momento, Irán no da muestras de la prudencia necesaria y se comporta de manera bastante irresponsable. Es un hecho triste", dijo Medvedev. Y agregó: “Si esta situación se prolonga, no hay que excluir nada, tampoco las sanciones".

El enojo de Rusia se debe al rechazo de Irán a una propuesta de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) para que el uranio iraní débilmente enriquecido fuese enviado a Francia y Rusia donde sería enriquecido en un 20% y convertido así en combustible para ser usado en un reactor de investigación científica.

En un primer momento, las autoridades iraníes habían aceptado la propuesta pero enseguida exigieron que el intercambio de combustibles tuviese lugar en su territorio y en forma simultánea. Francia y Rusia consideraron inaceptables estas condiciones porque impedían establecer un marco de confianza.

Teherán aduce que su programa nuclear tiene fines únicamente civiles. Sin embargo, su rechazo a la propuesta franco-rusa acrecienta las sospechas sobre sus verdaderas intenciones, además de agotar la paciencia de sus interlocutores.