UCRANIA: TIMOCHENKO DEJA VÍA LIBRE A VICTORIA ELECTORAL DE YANUKOVOCH Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Domingo, 21 de Febrero de 2010 12:16

La primera ministra Yulia Timoshenko rugió hoy con la boca pequeña para denostar, una vez más, la estrecha victoria electoral de su fornido rival, el prorruso Viktor Yanukovoch, pero retiró de los tribunales la demanda de anulación de los comicios que presentó el miércoles.

"Esta claro que ellos [los jueces] quieren encubrir esta falsificación y actuar como si fuera legal", se quejó Timoshenko, que cuestionó la objetividad de los 55 magistrados encargados de estudiar las pruebas recabadas por su equipo para impugnar los comicios por fraude.

 

A diferencia del león de la 'Goldwyn Mayer', el rugido de Timoshenko, no marca el comienzo de ninguna película, si no el final de un largometraje político repleto de traiciones y reconciliaciones que arrancó a finales de 2004 en las calles de Kiev, cuando la fiera política ucraniana comandó con Viktor Yushchenko (entonces su media naranja y hoy su rival más encarnecido) la protesta en las calles contra el fraude electoral que desembocó en una repetición de los comicios condenó al ostracismo a Yanukovich, que ha sabido esperar para tomarse la revancha.

Una acusación sin aval

La retirada de la impugnación por Timoshenko responde, formalmente, a que los jueces del Tribunal Supremo Administrativo se niegan a reclamar pruebas escritas y citar testigos, informa Interfax.

Sin embargo, la renuncia de la irredenta primera ministra fue valorada desde las filas de su rival como un intento por salvar la cara antes de que los jueces denegaran previsiblemente su petición de anulación de los comicios, que sí fueron avalados por los observadores occidentales.

Descartada la protesta en la calle y el recurso legal, a Timoshenko sólo le queda defender su cargo en el Parlamento (Rada), donde Yanukovich maniobra para lograr una mayoría simple (226 escaños de 450) que le permita prescindir y sacar del tatami parlamentario de Timoshenko, cuyo Bloque cuenta con 156 diputados.

Con la retirada de Timoshenko del campo de batalla legal, el sol naranja se pone definitivamente en Ucrania. Aunque quizá no del todo... Pues todos los ojos se centran ahora en los 70 diputados de la fracción 'Nuestra Ucrania', el partido del presidente saliente Viktor Yushchenko, que podría pactar con Yanukovich para desplazar a Timoshenko.

La virulenta enemistad entre Yushchenko y Timoshenko, aliados durante la Revolución Naranja, permite contemplar esta posibilidad. En una entrevista con este diario Yushchenko acusó en diciembre a la primera ministra de ser "el comunismo al cuadrado" y de "tener una buena máscara" que le permite cambiar su discurso con versatilidad camaleónica. 'Nuestra Ucrania' formó una coalición mayoritaria con el Bloque de Yulia Timoshenko tras las elecciones parlamentarias de 2007, pero las trifulcas internas acabaron desgajando al equipo naranja.

Acercamiento a Moscú

Algunos analistas contemplan incluso la posibilidad de que Yushchenko (que obtuvo un 5% en la primera vuelta de las presidenciales) ocupe al cargo de primer ministro. Yushchenko felicitó ayer con la boca pequeña a Yanukovich, que jurará su cargo el 25 de febrero.

En mejor posición parte, sin embargo, el ex banquero Serguei Tigipko, que recabó un 13% de los votos en la primera vuelta, y que Yanukovich ve con buenos ojos para ocupar la jefatura del gobierno. En 2004 Tigipko dirigió la campaña electoral de Yanukovich, durante la pasada campaña pagó el rescate del barco Ariana (seis meses retenido por piratas somalíes), y se presenta como una figura enérgica y de cohesión entre el Este industrial y el Oeste nacionalista.

Entre las supuestas irregularidades detectadas por el equipo de Timoshenko en las pasadas elecciones, estarían el voto masivo a domicilio, difícil de controlar tras la desaparición del justificante médico como requisito indispensable, o la presencia de fallecidos en algunas listas de electores en el Este industrial (granero electoral de Yanukovich).

Timoshenko perdió las elecciones del pasado 7 de febrero por un margen de un 3,5%. La fiera política se presentó ante el electorado como la verdadera portadora del 'fuego' naranja, de aquellos ideales democráticos y europeizantes que movilizaron a decenas de miles de ucranianos en el centro de Kiev hace un lustro. Sin embargo, consciente de que la llama naranja había dejado de calentar (sobre todo tras las dos guerras ruso-ucranianas por las subidas del precio del gas que se tradujeron en cortes de suministro en 2007 y 2009), Timoshenko protagonizó en el último año un pragmático acercamiento a Moscú.

Última actualización el Domingo, 21 de Febrero de 2010 12:24