El Gobierno de Laura Chinchilla protestó por la supuesta incursión de un grupo de jóvenes sandinistas en Isla Calero y Los Portillos. Un hecho similar protagonizado por militares llevó a los dos países a la Corte de La Haya en enero

La vocera del Ministerio del Exterior nicaragüense, Vilma Aburto, señaló que aún no hubo "ninguna respuesta" o reacción de las autoridades de la administración de Daniel Ortega a la nota enviada el pasado miércoles por San José.

Recordó que el canciller Samuel Santos continúa de gira en Taiwan, adonde viajó a inicios de esta semana, y dijo desconocer la fecha en que regresará al país.

El jefe de la diplomacia costarricense en funciones, Carlos Roverssi, denunció que supuestos miembros de la Juventud Sandinista ingresaron a la zona limítrofe en litigio los días 6, 10 y 13 de agosto y exigió al Gobierno de Managua retirarlos del lugar.

"Costa Rica requiere a Nicaragua ordenar a los nicaragüenses que permanecen en la zona despejada por la Corte Internacional de Justicia que salgan de ésta inmediatamente y tomar las medidas necesarias para impedir que se siga incumpliendo con lo ordenado por ella", indicó el documento oficial.

Laura Chinchilla anunció que reforzará la vigilancia en esa región, para lo cual destinará 3,6 millones de dólares y colocará cámaras.

La disputa por el territorio fronterizo fue llevada a la Justicia internacional a inicios de año y en marzo se ordenó a los dos países el retiro de tropas militares y civiles del sector.

El conflicto estalló en octubre de 2010, cuando el Gobierno de Ortega comenzó a dragar unilateralmente el sureño río San Juan, que pertenece a Nicaragua pero sobre el cual Costa Rica tiene derecho de navegar.

Las autoridades nicaragüenses mantienen cuatro dragas allí como parte del proceso de limpieza de la vía fluvial. Al respecto, la ministra de Recursos Naturales de ese país, Juana Argeñal, aseguró que las tareas permitieron rescatar fauna tradicional. "Ahora hay más manatíes y hasta se han visto delfines", indicó.