Miles de personas marcharon en Juigalpa, zona central de Nicaragua, contra el proyecto del canal interoceánico que lleva a cabo la concesionaria china HKND Group.

Pobladores de diferentes puntos de Nicaragua, en su mayoría campesinos, se desplazaron hasta Juigalpa para reclamar al Gobierno de Daniel Ortega que anule el proyecto canalero, porque los expulsaría de sus tierras y afectaría el medioambiente.

“Ortega vendepatria”, “fuera chinos”, y “decimos no al canal”, rezaban algunas de las pancartas que cargaron los manifestantes.

También gritaban consignas como “¡la tierra es de los campesinos, no de los chinos!”, “¡sin nuestras tierras no somos nada!” y “¡no al canal!”.

Unas 15.000 personas asistieron a la marcha, sobrepasando las 10.000 que esperaban, dijo a Efe, la diputada suplente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) Silvia Gutiérrez.

Juigalpa, una ciudad de fácil acceso para los afectados por el proyecto, recibió a los manifestantes desde la madrugada.

Muchos de ellos viajaron con tiempo de antelación para asegurarse de llegar sin problemas, pues temían ser retenidos por autoridades o simpatizantes del Gobierno que quisieran impedir la protesta.

Durante la marcha, hubo momentos de tensión, cuando algunos participantes de la protesta mancharon automóviles que exhibían banderas rojinegras del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Otros descolgaron y quemaron las banderas del oficialismo que encontraron a su paso.

Y un hombre resultó herido en una trifulca cuando los manifestantes intentaron escribir mensajes con pintura en la sede del FSLN en Juigalpa.

La Policía Nacional no intervino y no hubo detenidos.

La marcha, la número 47 contra el canal, culminó con un acto central, en el que se habló en contra del canal, dirigido por el Consejo Nacional de Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía, compuesto en su mayoría por pobladores que serían afectados por la obra.

El proyecto, valorado en 50.000 millones de dólares, consiste en una vía acuática de 278 kilómetros de largo por 230 a 520 metros de ancho, y 30 metros de profundidad, es decir, tres veces más grande que la de Panamá.

La obra requerirá unos 50.000 trabajadores, de acuerdo con la concesionaria china, y doblará el crecimiento económico de Nicaragua, según datos oficiales.

HKND y las autoridades inauguraron las obras el 22 de diciembre pasado, y el 31 de mayo fueron presentados los estudios de impacto ambiental.

INFOLATAM/EFE