¿Nace una nueva oposición en Ecuador? Por Rogelio Núñez Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Jueves, 26 de Febrero de 2015 11:41

Rafael Correa ha tenido enfrente, en sus ocho años de gobierno, a una oposición política muy débil, dividida y fragmentada. Ahora, tras esta larga época de predominio correista (2007-2015), está intentado emerger una nueva oposición surgida de los liderazgos locales.

Rodas Carrasco y Nebot (Foto Diario Meridiano)

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Esa abrumadora hegemonía correista se percibe simplemente mirando las cifras de las reelecciones de Correa en 2009 y 2013: todas en primera vuelta tras aventajar en más de 23 puntos a Lucio Gutiérrez (2009) y en más de 34 a Guillermo Lasso en 2013.

Desarticulados los partidos históricos (Izquierda Democrática y el Partido Social Cristiano, en especial) y sin relevo en los liderazgos nacionales, las elecciones locales de 2014 sirvieron para sacar a la luz a diferentes figuras opositoras que se reúnen en torno a varios alcaldes y prefectos.

Se trata de los alcaldes de Guayaquil, Jaime Nebot y de Quito, Mauricio Rodas, además del prefecto de Azuay, Paúl Carrasco.

Los nuevos referentes opositores a Correa

Sobre todo Rodas y Carrasco encarnan una clara renovación política mucho más que Nebot quien fue candidato presidencial en 1992 y 1996 y alcalde de Guayaquil desde 2000.

La gran pelea se da en Guayaquil entre Nebot y Correa

La gran pelea se da en Guayaquil entre Nebot y Correa

Los tres se reunieron en Azuay el pasado 23 de febrero en un acto conjunto que supone, como mínimo, la conformación de un polo opositor coordinado para salvaguardar el sistema democrático y las libertades.

Carrasco ha anunciado la firma de un documento para “construir un espacio democrático”: “Lo que muchos dirigentes no entienden es que en este momento no se trata de defender ideologías, sino de rescatar la democracia, de construir una propuesta que permita la participación, la existencia de varios partidos, de disenso, y en ese marco hay que construir espacios para hablar de esto con la izquierda o la derecha”.

Lo que es cierto es que aún es pronto para considerarlo como el inicio de una plataforma alternativa al gobierno y al liderazgo de Correa. Y eso por varias razones.

En primer lugar, porque se trata de tres figuras (Carrasco, Rodas y Nebot) muy disímiles e ideológicamente diferentes.

Carrasco se sitúa en el centroizquierda: “El gobierno debe poner los términos que ellos crean, los epítetos que ellos crean, yo soy un hombre de izquierda, un demócrata radical que cree fundamentalmente en la necesidad de ser pluralista, creo que es necesario en democracia que la gente sepa unificarse, pueda pensar que en las familias haya criterios distintos, pero que en el marco de la cordialidad, en el marco de la paz, de la alegría, se pueda tener ideas diferentes y a la vez coincidir”.

Nebot es claramente una figura de centroderecha que ya no está situado tan a la derecha como en los años 90 pero que tiene serias dificultades para llegar a parte del electorado, en especial el de izquierda y el de la Sierra.

QUITO (ECUADOR) 23/02/2014.- EFE/Jaime Echeverria

Mauricio Rodas, alcalde de Quito

Esas carencias de Nebot, son las fortalezas de Rodas: político que encarna un liderazgo nuevo, con llegada en la Sierra y una pátina de “centroprogresista” como él mismo se define.

Además, Nebot, Rodas y Carrasco tienen un serio problema de autonomía con respecto a la financiación por parte del Estado.

Por ello es muy significativo que Rodas se haya propuesto construir el metro de Quito eludiendo la financiación del gobierno central.

Como señala Felipe Burbano en el diario El Universo, “refuerza la autonomía del gobierno local frente al gobierno central. Los rumores aseguran que el alcalde tomó tal decisión para evitar que la construcción de la obra se entregara a una empresa china como parte de los acuerdos logrados por Rafael Correa en su viaje de enero a Pekín. Camarón que se duerme (…) le lleva la revolución”.

Además, como apunta el propio Burbano “desde la perspectiva política, el Municipio de Quito rompe con la dependencia que el metro le generaba hacia el gobierno central, y que Correa empezó a utilizar como mecanismo de chantaje hacia el alcalde. Rodas tuvo el coraje de tomar distancia del gobierno central y adoptar una decisión que le da una gran autonomía en el manejo de esta megaobra para la ciudad”.

Paúl Carrasco, prefecto de Azuay (foto El Mercurio)

Paúl Carrasco, prefecto de Azuay (foto El Mercurio)

Por ahora han alcanzado un acuerdo de mínimos.

Jaime Nebot señaló que “viendo más alla de las ideologías, de la política… más allá de lo regional”, la reunión tuvo como objetivo sellar un compromiso conjunto e iniciar la unidad.

Ahora, dependiendo de cómo evolucione la situación interna ecuatoriana podría tener viabilidad a la hora de ganar en peso y objetivos.

Un deterioro del régimen correista (sobre todo vía empeoramiento de la situación económica)…

…o iniciativas polarizantes como reformar la constitución para permitir una nueva reelección pueden ser los acicates para convertir el eje Guayaquil-Quito-Azuay en una alianza estratégica y electoral para evitar una nueva victoria del correismo.

Por el momento, el oficialismo parece no tenerlos en cuenta. Rafael Correa muestra su clásico desdén, ahora hacia esta coalición: “Como estamos en época de Cuaresma empezó la fanesca política. No esperaron el Viernes Santo y ya empezaron a preparar la fanesca. No tengo nada más que agregar”.

Correa, quien ya predijo que sería este un difícil año económico (“Hemos logrado mucho estos casi ocho años. Nada se nos ha dado gratis. Lo hemos hecho con esfuerzo, capacidad, patriotismo, y aunque el 2015 se presenta duro, saldremos adelante”), también puede empezar a comprobar cómo aparecen importantes obstáculo políticos encarnados en oposiciones serias y enraizadas socialmente, y no de papel como hasta ahora.

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