El acercamiento entre EE.UU. y Cuba y sus implicaciones para América Latina Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 23 de Enero de 2015 13:15

La decisión por parte de Estados Unidos y Cuba sobre la reanudación de relaciones diplomáticas tiene diferentes implicaciones que sin duda otorgan a este acontecimiento un carácter histórico y trascendental. De esta forma se abre un período que, aunque lleno de incertidumbre, sin duda tendrá importantes repercusiones no sólo en la isla caribeña sino también en el resto de la región latinoamericana.

obama casa blanca

La realidad sin embargo no ha dejado de demostrar que pocos cambios tienen lugar de manera lineal y mecánica y en consecuencia que las transformaciones no tienen que derivar en regímenes políticos y sistemas económicos que supuestamente irían irresolublemente asociados a la democracia y al libre mercado.

La propuesta es contemplar la realidad con la complejidad de todos los posibles factores que pueden intervenir en este proceso de cambio. El más definitivo es la voluntad de los propios cubanos.

Tampoco hay que olvidar el nuevo contexto latinoamericano y las presiones en los últimos años por parte de la región latinoamericana para acabar con el aislamiento cubano. Sin duda éste es un proceso que no puede explicarse mediante un solo factor.

Como se sabe, las negociaciones comenzaron, bajo el secreto más absoluto, en junio de 2013, en Canadá, apoyados por el gobierno de este país, donde los emisarios se reunieron varias veces. Una reunión clave en este proceso tuvo lugar en marzo del año 2014, cuando el presidente de EE UU visitó Roma y se entrevistó conel papa Francisco.

La intervención del Presidente Obama donde anunció la medida, fue honesta en varios sentidos, uno en reconocer el fracaso de la política aplicada hasta el momento, por Estados Unidos, y otra en las intenciones que impulsan esta nueva estrategia.

Si bien parecería que en líneas generales Obama tendrá apoyo político, los senadores republicanos, particularmente los de origen cubano, han sido los más críticos. En cualquier caso, como ya se ha señalado no parece que pueda establecerse una clara línea divisoria entre demócratas y republicanos en este tema.

Por otra parte es cierto que mas allá de sus convicciones, ciertamente el Presidente Obama no ha dado un salto al vacío. La Cámara de Comercio de Estados Unidos, por ejemplo, apoya con particular interés la nueva política presidencial, pues significará un aumento del flujo económico.

La política tradicional hacia Cuba era un reto pendiente, ya que restaba credibilidad, a nivel internacional, a la forma de liderazgo de Estados Unidos. En este sentido, el interés de Cuba no depende tanto de la isla en sí misma, ni necesariamente de un interés prioritario por la región, o no solamente, sino en el intento de mantener coherentemente, bajo el punto de vista norteamericano, los principios que deben regir dicho liderazgo, máxime con un país vecino.

A su vez, no sólo era la región hemisférica quien criticaba esta política, la comunidad internacional, en su conjunto, también había manifestado su desacuerdo, como así se puso de manifiesto en el seno de la ONU.

Respecto de los motivos que motivaron la medida al gobierno cubano, el primer elemento que es preciso señalar es el proceso de transición iniciado en la isla desde que Raúl Castro sustituyó a su hermano Fidel en el poder. Desde ese mismo momento, los cambios introducidos en la isla han sido de carácter económico, orientados a liberalizar la economía de manera progresiva.

No debe olvidarse que el proceso de cambio cubano es previo a la bajada de los precios del petróleo y la predisposición de Raúl Castro a establecer relaciones con Estados Unidos, también, como él mismo ha declarado. En cualquier caso atendiendo a los mensajes de Raúl Castro no se atisba ningún cambio ideológico

Sin duda el proceso es irreversible, más allá de su velocidad, si bien la impresión es que no parece tan claro que haya una dirección política firme y planificada por un modelo concreto de sociedad. De hecho más que ideologización “orientadora”, para dirigir el proceso, como cabría suponer en un régimen autoritario, hay una completa desideologización.

Por otra parte, los temores de aislamiento para Estados Unidos, reconocidos por el propio secretario de Estado, J. Kerry, en la región hemisférica son la declaración más explícita del éxito de una acción conjunta por parte de todos los gobiernos latinoamericanos que desde diciembre de 2008 han persistido de manera conjunta en reclamar de manera explícita e implícita acabar con el aislamiento de Cuba.

Muy posiblemente la labor de liderazgo llevada a cabo por Brasil tenga mucho que ver con el éxito de esta acción concertada. Ciertamente sin la presión persistente de Hugo Chávez para reintegrar a Cuba en la región, quizás Brasil no lo hubiera asumido como estandarte de su liderazgo.

El último paso trascendental mediante el cual Cuba ha pasado a ser el centro de la región ha sido la elección por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de La Habana como la sede para llevar a cabo las negociaciones de paz.

De esta forma, se podría afirmar que no puede entenderse la normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos sin la presión ejercida por América Latina de manera concertada. Sin duda no es el único factor pero es imprescindible, ya que mediante su actuación, Estados Unidos ha llegado a contemplar el riesgo de verse aislada en la región y en cierto modo en el resto del mundo.

Sólo queda pensar en el futuro y éste está lleno de incertidumbre y complicaciones. Fundamentalmente va a depender de la voluntad de los cubanos y si entre tanto finalizara el embargo es posible que facilitara las cosas y contribuiría a la transición en la isla, aunque no lo aseguraría.

Resumen del informe especial publicado en www.dmasillorenteycuenca.com

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