Rafael Correa ha iniciado un pulso con el poder sindical ecuatoriano, en concreto con el Frente Unitario de Trabajadores, el FUT. El correismo impulsa, en estos momentos, la creación de una Central Unitaria de Trabajadores, CUT, como contrapeso al tradicional sindicalismo ecuatoriano con el que está enfrentado.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Y todo esto ocurre en un momento muy importante en el ámbito laboral ecuatoriano ya que el régimen de Correa impulsa la reforma del Código Laboral, algo a lo que el correismo ha dado mucha importancia. Prueba de ellos es que hizo la presentación ante una multitud de 100 mil seguidores en Guayaquil.

Las reformas de Correa le enfrentan al poder sindical

Correa ha destacado que las reformas (el Código Laboral y a la Seguridad Social) incluyen la eliminación de despidos sin indemnización para contratos de plazo fijo por más de dos años, así como a las mujeres embarazadas.

También se contempla el pago de un año de sueldo adicional por despido a personas en virtud de su orientación sexual o que pertenezcan a grupos minoritarios como ancianos, indígenas, personas con discapacidad o afrodescendientes.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presentó ante miles de seguidores un proyecto de reformas laborales

Otras medidas van a provocar enfrentamientos o bien con el sector empresarial o bien con los sindicatos.

Con los empresarios porque propone crear umbrales salariales dentro de las empresas, para corregir las diferencias entre las remuneraciones de los empleados y los patronos.

“Pese a los extraordinarios cambios en los últimos años, en Ecuador y en América Latina no hemos logrado todavía la prevalencia irreversible del poder popular sobre el poder de las élites”, ha dicho Correa.Para el presidente “la supremacía del trabajo sobre el capital es el signo fundamental del socialismo del siglo XXI y de la Revolución Ciudadana”.

Pero el choque de trenes mayor está siendo con los sindicatos tradicionales porque las reformas también apuntan a la democratización de los mismos, para que sus dirigentes sean elegidos por el voto de los trabajadores. Este asunto se extendería a las centrales sindicales, algunas de las cuales son opuestas a su gestión. En este sentido las reforma abren una brecha con el sindicalismo tradicional.

El propio ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, ha pedido que se forme un “nuevo sindicalismo” con el que se pueda hablar el “lenguaje de las ideas” y no el de “las piedras”.

El nuevo sindicalismo de Correa

Debido al enfrentamiento del gobierno con la FUT, el régimen está amparando la formación de su propia Central Unitaria de Trabajadores (CUT) impulsada por cinco sindicatos: la Ceosl, la Confederación de Trabajadores (CTE), la Federación Nacional de Obreros de los Consejos Provinciales (Fenocopre), la Federación de Servidores Públicos (Fedesep) y la Federación de Trabajadores Municipalesy Provinciales (Fetmyp).

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presentó ante miles de seguidores un proyecto de reformas laborales

Desde el FUT se cuestiona la independencia de la CUT correista: “Se quiere construir una CUT no que represente los derechos de los trabajadores, sino que defienda la política de Correa (…). Esto violenta los convenios internacionales que establecen que no debe haber intromisión del Estado en la organización sindical”, ha dicho Nelson Erazo, presidente del Frente Popular.

La nueva agrupación sindical, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) es, según uno de sus representantes, Marcelo Solórzano, un nuevo actor que contribuirá con el proceso revolucionario del Gobierno de Rafael Correa “con el objetivo de defender los derechos del trabajo entendido como derecho humano fundamental y proponer nuestro aporte a la construcción de una sociedad del buen vivir”.

La ruptura entre Correa y el FUT se escenificó el pasado 17 de septiembre cuando el sindicato respaldó las manifestaciones opositoras. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y gremios estudiantiles se unieron para una marcha en rechazo al Código Laboral

Para Correa aquel día “la derecha” y el “viejo sindicalismo” se aliaron y mostraron su connivencia: “En esa línea del viejo país tratan de volver los de siempre, no nos engañemos, se trata de restauración conservadora, la derecha de este país y la derecha tirapiedras que han sido los más funcionales al status quo de este país. Para mañana, han convocado a una marcha con el apoyo de los medios de comunicación de siempre para ver si esta vez logran doblegar al Gobierno y hacerle daño, no lo van a lograr”.

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