Venezuela y los efectos del “sacudón revolucionario” Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 15 de Septiembre de 2014 11:54

Nicolas Maduro presenta su ajuste de Gobierno (Venezuela)

Finalmente, el muy publicitado “Sacudón” de Nicolás Maduro llegó y no pasó de ser un leve temblor más político que económico. De nuevo las expectativas creadas por el mismo gobierno desde hace tres meses que anunció cambios drásticos dentro de la Revolución, dejaron molestos tanto a la oposición democrática como a varios sectores del chavismo, quienes han coincidido en cuestionarle afirmando que  no fue un cambio verdadero ya que la mayoría de los ministros fueron ratificados en sus cargos, mientras  otros sólo fueron cambiados de una cartera a otra, y en vista de que no se dieron cambios económicos sustanciales.

Por Maria Teresa Romero

(Especial Infolatam).- Y en efecto, lo que hizo el gobierno de Maduro fue un “enroque” político entre su misma gente de confianza y seguir sin tomar decisiones en materia de política económica, lo que pone en evidencia que sigue al pie de la letra el guion diseñado por el régimen castrista. No por casualidad, el presidente Maduro viajó a Cuba en dos oportunidades en el último mes para entrevistarse con la plana mayor de ese gobierno  dictatorial y mantiene como principal asesor económico al cubano Orlando Borrego, quien fue cercano colaborador del Che Guevara y ocupó altos cargos en el gobierno castrista.

Bien podría tener razón Russ Dallen de la firma Caracas Capital Markets al asegurar que los principales cambios ministeriales que hizo el gobierno en su sacudoncito, significan que el núcleo duro de la izquierda comunista continúa imponiéndose. Esto se observa  en lo cambios de Rafael Ramírez quien deja Pdvsa, el ministerio de Petróleo y Minería y la vicepresidencia económica para pasar a la Cancillería y a la vicepresidencia de soberanía política, que funciona como una especie de coordinador de los ministerios de Exteriores, Interior, Defensa y Comunicaciones,  y  en el de  Elías Jaua que dejó la Cancillería  para ocupar  la nueva vicepresidencia del Socialismo Territorial y al Ministerio de las Comunas.

Desde su nuevo cargo, Ramírez continuará con la diplomacia petrolera pero no podrá realizar las reformas económicas internas ni las medidas de ajuste que alguna vez insinuó que tomaría. Menos lo harán Eulogio del Pino, uno de sus directivos  que ahora quedó al frente de PDVSA;  Asdrúbal Chávez nuevo ministro de Energía, primo del fallecido presidente Hugo Chávez; y tampoco el general Marcos Torres que ahora pasa a ocupar la vicepresidencia económica, lo que se ha interpretado como una nueva “cuota de poder” entregada al sector militar. Elías  Jaua, por su parte, seguirá con la destrucción de los gobiernos municipales.

Las críticas más fuertes  se han producido desde el sector opositor,  que lo que más le  preocupa es la falta de anuncios en materia económica. Esta ausencia de políticas en un momento que la población clama por soluciones a los problemas de hiperinflación y desabastecimiento de alimentos, medicinas y bienes, ya está produciendo  acuerdos entre los diversos dirigentes de la oposición en torno a la organización conjunta de  una serie de protestas y manifestaciones de calle en todo el país.

Pero también han sido fuertes los cuestionamientos en el sector chavista, a pesar de que Maduro había pedido insistentemente antes de los anuncios al pueblo, a su partido PSUV y al Gran Polo Patriótico, “todo el apoyo” para emprender la renovación del gobierno. Muchos dirigentes de propio PSUV y de los partidos aliados, como el Partido Comunista y el MEP, se sienten descontentos  por unas medidas que no cumplen con la promesa de reestructurar al Estado y por ser excluidos del nuevo gabinete.

La decisión gubernamental de no tomar medidas de ajuste económicas ni reformas de apertura política, tanto por ideología como en virtud de no querer correr el precio político que ellas implican, lo que conlleva es a la profundización de la ya grave y deteriorada crisis económica y de gobernabilidad en el país, así como a  un mayor decaimiento en la percepción popular sobre la gestión del gobierno y la popularidad de Maduro que desde hace dos meses se encuentran en sus niveles más bajos. Ello a pesar que el Presidente crea, siguiendo el ejemplo cubano de 55 años de crisis permanente, que aunque esté al borde del abismo se mantendrá por el apoyo militar.

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