La patronal Fedecámaras, el principal gremio empresarial de Venezuela, celebró la posibilidad de que el Gobierno corrija el insignificante precio de la gasolina en el país y las medidas adoptadas por el presidente, Nicolás Maduro, en el ámbito cambiario.

El presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, indicó en un comunicado que las medidas anunciadas por el Gobierno “avanzan en la dirección correcta” y que el hecho de que se plantee la discusión sobre el precio de la gasolina “es un reconocimiento a la necesidad de diálogo que tiene el país”.

El Gobierno ha venido planteando en los últimos días la posibilidad de abrir un debate sobre el aumento del precio de la gasolina, que actualmente cuesta 1 centavo de dólar por litro en su versión de mayor octanaje, y que le cuesta al Estado venezolano 12.500 millones de dólares anuales en subsidios.

Según el comunicado, para Roig es preferible una sana política energética, que incluya un precio justo del la gasolina, a seguir subsidiando el excesivo consumo como consecuencia de una errónea política de fijación de precios de combustibles.

En relación con la decisión del Gobierno de aplicar un tipo de cambio más elevado para las inversiones en el sector petrolero, los turistas y las operaciones en la minería del oro, Roig señaló que se aprecia una “devaluación de hecho”, algo en su opinión necesario para ajustar la tasa de cambio al valor real del dólar.

En Venezuela existe un control de cambio que deja en manos del Estado la gestión y comercialización de las divisas a través de diversos mecanismos administrativos.

El más importante es la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que otorga los dólares a 6,3 bolívares, y también existe el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), que subasta divisa a un valor de cambio superior.

En opinión de Fedecámaras se debe despenalizar el régimen cambiario, para que concurran más actores en la oferta de dólares.

El presidente venezolano ha criticado reiteradamente a Fedecámaras y a su presidente, al que ha acusado de ser uno de los artífices de la “guerra económica” que en su opinión lleva adelante el empresariado contra su Gobierno.

Los anuncios del Gobierno se producen en un año que finalizará con una inflación que en los primeros 10 meses acumuló 45,8 % y que ha visto ralentizado su ritmo de crecimiento de un 5,6 % en 2012 a un 1,4 % en los primeros tres trimestres del año.

Tomado de INFOLATAM/EFE