El presidente boliviano, Evo Morales, aceptó el miércoles las disculpas de Francia, España, Italia y Portugal por haber prohibido sobrevolar su territorio a un avión que lo trasladaba desde Rusia ante la sospecha de que el fugitivo ex analista de inteligencia estadounidense Edward Snowden iba a bordo.

La decisión del mandatario pone punto final a la crisis diplomática que se generó entre América Latina y la Unión Europea a inicios de este mes por el incidente, y que provocó que varios países sudamericanos llamaran a consultas a sus embajadores en París, Madrid, Roma y Lisboa.

Morales dijo que los diplomáticos retornarán a sus destinos.

“Aunque no plenamente satisfechos, pero aceptamos la disculpas de los cuatro países como un primer paso, porque queremos continuar relaciones de respeto entre nuestros países, relaciones de complementariedad y de solidaridad”, dijo Morales en una conferencia de prensa desde el Palacio de Gobierno en La Paz.

El avión que llevaba a Morales de vuelta a Bolivia desde una conferencia de energía en Rusia se vio obligado a aterrizar el 2 de julio en Viena por el cierre del espacio aéreo. El mandatario permaneció varias horas en la capital austríaca hasta que le fue permitido reiniciar su viaje a La Paz.

Los cuatro países luego presentaron sus disculpas a Morales.

El tratamiento al líder boliviano, un fuerte crítico de Washington, llevó a líderes latinoamericanos a calificar el episodio como una afrenta a toda la región y a acusar a la Casa Blanca de estar detrás del episodio.

Además de Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela -socios en el bloque Mercosur- habían acordado retirar a sus embajadores de los cuatro países europeos a los que Morales acusó de cerrarle su espacio aéreo.

“En consecuencia, en coordinación con las cancillerías de nuestros presidentes (del Mercosur) se ha acordó el retorno de nuestros embajadores”, explicó Morales.

El gobernante volvió a agradecer la unidad mostrada por la región en su caso y la solidaridad expresada por los gobiernos de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el Mercosur, la Organización de Estados Americanos y los Países No Alineados, entre otros bloques.

También subrayó que su Gobierno condena “las acciones de espionaje de los Estados Unidos contra sus propios ciudadanos, contra sus países aliados de la OTAN y contra el mundo entero”. “El espionaje constituye una violación a los derechos humanos y a la privacidad y a las libertades públicas”, agregó.

Tras el incidente, Bolivia y sus aliados izquierdistas Venezuela y Nicaragua ofrecieron asilo a Snowden, que se encuentra en el área de tránsito del aeropuerto internacional de Moscú desde mediados de junio.

Snowden, de 30 años, es un fugitivo de la justicia de Estados Unidos y se enfrenta a cargos de robo de registros sobre programas de vigilancia secreta en Internet y en redes telefónicas y entregarlos a los medios.

Tomado de INFOLATAM/REUTERS