Como era de esperar, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, amenazó este domingo con retirar la inmunidad a diputados opositores y tomar el mando de la Fiscalía, tras la elección para la Asamblea Constituyente diseñada a la medida por su Gobierno y con la cual, avisan sus detractores, busca consolidar una dictadura.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, dijo que este domingo participaron en la elección más de ocho millones de personas, el 41,5% de los cerca de 19,5 millones de venezolanos con derecho a voto.

La cifra anunciada por el CNE supera la conseguida por Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de 2013, cuando logró el apoyo de poco más de siete millones de personas, y es mucho mayor que el resultado obtenido en las últimas votaciones, las legislativas de 2015, en las que el chavismo perdió con 5,6 millones de votos frente a los 7,7 de la oposición.

La oposición, sin embargo, asegura que solo acudió a votar un 12% del censo electoral (poco más de dos millones de personas).

"Con un supuesto apoyo de ocho millones de electores, cuesta entender por qué suspendieron el revocatorio [del mandato de Maduro que pedía la oposición] y pospusieron las regionales de 2016", dijo en su cuenta en Twitter el periodista venezolano Eugenio Martínez, especializado en temas electorales.

"Costará muchísimo recuperar la confianza de los venezolanos en su sistema electoral", advirtió.

La jornada electoral fue una de las más violentas de los últimos cuatro meses de protestas contra el Gobierno en Venezuela. Según los datos de la Fiscalía, al menos 10 personas murieron, entre ellas dos adolescentes de 13 y 17 años de edad. La oposición contabiliza 14 fallecidos.

'Algunos terminarán en una celda'

Maduro aprovechó su primer acto tras las votaciones para avisar que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que tomará el poder en las próximas horas, "levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla", actuará contra la "burguesía parasitaria", a la que culpa de la crisis económica, y se hará con el mando de la Fiscalía "para que haya justicia", reportó EFE.

Maduro criticó asimismo la cobertura dada a la votación por los canales de televisión privados venezolanos, a los que acusó de "censurar las elecciones", y pidió una investigación al canal Televen por supuesta "apología del delito".

"Estamos en combate comunicacional otra vez contra las mentiras de las televisoras, ¡alerta!", añadió.

Las televisoras privadas mostraron las protestas, la represión con gases lacrimógenos y balas de goma, el ataque de las fuerzas del Gobierno a periodistas, el presunto uso de francotiradores en Táchira y centros de votación vacíos, que contradecían el mensaje de normalidad en el que insistió el Gobierno.

"Llegó la Constituyente a poner orden", dijo el mandatario sobre el proceso, rechazado por decena de países de América y Europa, que han dicho que desconocerán a esa Asamblea.

"Algunos terminarán en una celda, bajo el mando de la justicia necesaria", amenazó Maduro. "Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional", de mayoría opositora, que ha sido declarada en desacato por un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), señalado de servir de brazo judicial del Gobierno.

El presidente fustigó también a la Fiscalía, cuya titular, Luisa Ortega Díaz, ha acusado a Maduro de atropellar la Constitución y convertir el país en un "Estado policial".

"¿Qué creen ustedes que debe hacer la constituyente con la Fiscalía?", preguntó, y respondió: "reestructurarla de inmediato" y "declararla en emergencia", un anuncio al que sus simpatizantes, reunidos en la plaza Bolívar, del centro de Caracas, respondieron con gritos de "fiscal, traidora, ya te llegó la hora".

Maduro se refirió también al "Carné de la Patria", el sistema de identificación que el Gobierno utiliza para la distribución de ayudas sociales, en el que se han inscrito hasta ahora unos 15 millones de venezolanos, y que el oficialismo usó en las elecciones del domingo para controlar quién acudía a votar.

Ese carné, dijo, se institucionalizará como eje de las políticas sociales del Gobierno, y servirá también para perseguir fraudes en el uso de los beneficios públicos, añadió.

"Nadie está por encima del poder constituyente", dijo Maduro, confirmando la advertencia de la oposición de que su intención es desmantelar todos los poderes que considera obstáculos para sus fines. "Ha llegado el tiempo de una nueva historia", declaró.

Los pesos pesados del oficialismo, en la Constituyente

Los pesos pesados del oficialismo, como Diosdado Cabello y Cilia Flores, fueron elegidos asambleístas de la Constituyente, reportó la AFP.

Cabello, a quien Maduro define como "el terror de los escuálidos (opositores)", resultó electo el domingo por el estado de Monagas (este del país), mientras que Flores, esposa de Maduro, llamada por el oficialismo "primera combatiente", representará al municipio capitalino de Libertador.

Junto con ellos, fueron elegidas la excanciller Delcy Rodríguez, a quien el mandatario llama "la tigra" por su fiera defensa del Gobierno, e Iris Varela, exministra de Prisiones, conocida por su acidez para atacar a los adversarios políticos.

La Constituyente se instalará el próximo miércoles en la sede de la Asamblea Nacional. El exvicepresidente Aristóbulo Istúriz, los exministros Jesús Faría y Ricardo Molina, así como varios exdiputados, también formarán parte de los 545 asambleístas que redactarán una nueva Constitución durante un período indefinido.

DIARIO DE CUBA