Centroamérica, entre el cambio (Guatemala) y la continuidad (Nicaragua)

Infolatam
Santiago de Chile, 4 de noviembre de 2011

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Dos países centroamericanos celebran este domingo elecciones presidenciales, Guatemala, la segunda vuelta entre Otto Pérez Molina, vencedor de la primera, y Manuel Baldizón y Nicaragua que consagrará a Daniel Ortega como presidente gracias a la división opositora y la indudable popularidad del líder sandinista.

Nicaragua se inclina así por la continuidad como ha hecho durante gran parte de su historia: el somocismo gobernó el país entre 1936 y 1979, el sandinismo entre 1979 y 1990, los liberales entre 1990 y 2007 y el orteguismo ahora lo va a hacer entre 2007 y muy posiblemente hasta 2017, al menos.

Guatemala, por el contrario, va a ser fiel a su reciente historia democrática desde 1986: no reelegir nunca al partido en el gobierno. Otto Pérez Molina ha sido el principal opositor a Álvaro Colom y a su ex-esposa Sandra Torres, quien respalda a Manuel Baldizón, una escisión del oficialismo. Irónicamente, en Guatemala hablar de la continuidad es precisamente referirse al cambio constante cada cuatro años.

Las elecciones en Nicaragua

Daniel Ortega ha pasado de líder guerrillero revolucionario en los 80 a presidente ortodoxo gracias, eso sí, al apoyo de su aliado Hugo Chávez. El líder sandinista y candidato a la reelección encabeza cómodamente la intención de voto con un 48 por ciento, 18 puntos más que el empresario de radio Fabio Gadea, lo cual es suficiente para ganar en primera vuelta.

El orteguismo se presenta ante el electorado como el único que puede garantizar la actual buena marcha de la economía. Esa es su principal arma como no deja de resaltar la esposa de Ortega, Rosario Murillo: “con el resultado de este gobierno eficaz, este gobierno competente, de este nuestro presidente capaz hemos logrado crecer económicamente en Nicaragua y hemos logrado extender y ampliar los programas solidarios, los programas de restitución de derechos”.

Daniel Ortega favorito para ganar las elecciones en Nicaragua este domingo

La considerada número dos del régimen concluye que “por lo tanto, Dios mediante, este diciembre tiene que ser el mejor de los últimos cinco años, en cuanto a garantizar el derecho a la alegría, el derecho al bienestar, este lema de paz y bien hecho realidad en todos los hogares nicaragüenses”.

A eso mismo apela el propio Ortega, a que sandinismo y paz sean considerados por el electorado un sinónimo: ” lo importante es que estas Elecciones se puedan llevar ¡en Paz! En Paz, porque los nicaragüenses lo que más aprecian, es la Paz. Esa Paz que tanto nos ha costado conquistar… Se conquistó la Paz, ¡y tenemos que preservar la Paz!”.

La estrategia del FSLN se ha basado en evitar las polémicas y los enfrentamientos  mientras la oposición, dos partidos liberales, el PLC y ALN, se dividían y se enfrentaban. Por eso, Murillo ha recalcado la necesidad de “preservar ese ambiente de tranquilidad, ese ambiente festivo, ese ambiente de celebración que tenemos en el país”.

Efectivamente, la oposición se ha dedicado más a pelearse entre ellos que ha construir una alternativa seria. Primero se presenta extremadamente dividida: Gadea, candidato opositor de la alianza Partido Liberal Independiente (PLI), es segundo con un 30 por ciento de intención de voto.

En tercer lugar en la encuesta aparece Arnoldo Alemán, quien es consuegro con Gadea, con el 11 por ciento de la intención de voto. También se presentan a la Presidencia el exdirigente de la “Contra” y actual diputado Enrique Quiñónez por Alianza Liberal Nicaragüense (ALN),y el académico Róger Guevara, por la Alianza Por la República (Apre), ambos en torno al 1% de la intención de voto.

En segundo lugar, las batallas y maniobras políticas entre ambos lados no han parado. Alemán logró que el Consejo Supremo Electoral vetara la candidatura de varios aspirantes a  diputados de la Alianza PLI-UNE. Además ha lanzado el rumor de que Gadea sufre enfermedades graves a la que Gadea ha contestado así: “le pido caballerosamente al doctor Alemán que decline y ellos contestan que soy un viejo paralítico, que soy un viejo senil, que se me están cayendo los dientes”.

Fabio Gadea, principal referente opositor a Ortega

Así la apuesta por la renovación frente al dominio caudillista del tandem Ortega-Alemán que controlan el país por medio de pactos desde 1997 irónicamente la encarna Gadea, un octogenario.

Este propone acabar con el clientalismo, el caciquismo y la corrupción  “Vamos a terminar con la corrupción que es la causa de todos los desmanes que se comenten aquí”.

“Tendremos Estado de Derecho y seguridad jurídica”, dijo Gadea: “Aquí no habrán más dictaduras ni caudillos, nuestra historia está llena de sangre por esos caudillos. Yo voy a gobernar por cinco años y voy a salir del poder tal y como llegué”.

Fabio Gadea se apoya en un exsandinista como Edmundo Jarquín y en un exliberal alemanista como Eduardo Montealegre, quienes, dijo, serán los encargados de desarrollar la política económica de su gobierno si gana la elección.

Los pilares del orteguismo

Y mientras esto ocurre en la oposición, Daniel Ortega se dedica a construir el orteguismo apoyado en tres pilares: primero su control de las instituciones. Ortega, próximo a cumplir 66 años, recurrió a una maniobra para burlar la Constitución que le impedía aspirar a la reelección.

Los magistrados oficialistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declararon inaplicable el artículo 147 de la Carta Magna. El fallo fue calificado de “golpe a la democracia” por la oposición, que denuncia la ilegalidad de estos comicios, aunque participan en la justa.

Daniel Ortega gobernó en los años 80 y ahora desde 2007

El otro pilar del orteguismo es el apoyo económico de Hugo Chávez. Los fondos de la cooperación venezolana rondan los 1.600 millones de dólares desde que Ortega asumió la presidencia y son administrados al margen  del presupuesto por una empresa privada ligada a los sandinistas.

Esos fondos venezolanos han financiado programas sociales, subsidiado el pasaje del transporte colectivo de Managua y la tarifa de la electricidad.

Arturo Cruz, analista y catedrático del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), explica que Ortega ha podido gracias a esos fondos desarrollar un “populismo responsable”: ha podido mantener un alto gasto social con los fondos venezolanos y a la vez mantener la ortodoxia de las cuentas públicas.

Según Cruz, “es populismo responsable en la medida que Ortega ha utilizado los recursos de Venezuela para apaciguar las múltiples necesidades inmediatas del país. Al mismo tiempo, con su presupuesto formal ha manejado la economía con mucha responsabilidad, dentro del programa del FMI”.

Ese vínculo con Venezuela ha quedado en evidencia cuando el ministro de Energía de Venezuela y Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, insinuó que la cooperación venezolana continuará solo si triunfa Ortega: “lo repito: para que haya Petrocaribe y haya ALBA, tiene que haber revolución: así como tiene que haber revolución bolivariana, tiene que haber revolución sandinista”.

Así lo denuncia Fabio Gadea en una entrevista en el diario El País: “Chávez y Ortega son zorros de la misma camada. Los sandinistas ya pusieron la soberanía en juego en 1979, entregándosela a Rusia y a Cuba, éramos el satélite del satélite. No me extraña que vuelvan a hacerlo”.

Y el tercer pilar del orteguismo son los apoyos que ha conseguido entre sectores antiguamente antisandinistas al ponerse al frente de campañas antiabortistas: prohibiendo el aborto terapéutico, por ejemplo. Esto le ha valido el respaldo de los evangélicos y de los católicos.

Elecciones en Guatemala

Si en Nicaragua todo va a seguir igual, en Guatemala se esperan importantes cambios.  Las encuestas señalan que Pérez Molina aventaja en casi once punto a Baldizón (55 frente a 44%) tras haber ganado la primera vuelta (17 puntos según la última encuesta de Prensa Libre).

Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón han ofrecido una penosa campaña para esta segunda vuelta llena de acusaciones y de pocas propuestas. Empezaron estableciendo amplios pactos a escala nacional y local para reforzar su posición ante el ballotage.

Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón disputan la segunda vuelta en Guatemala

Pero luego aparecieron los ataques que culminaron el 17 de octubre en un debate en televisión bochornoso.

Baldizón acusando a Pérez Molina de corrupto y levantando el miedo al militarismo: “vamos de la mano al futuro o se retrocederá a los 30 años de dictadura militar…represento a la juventud, miro al futuro y no retroceder al pasado”

…y Pérez Molina acusando a Baldizón de aliado del oficialismo de Sandra Torres y de Álvaro Colom: “el otro candidato representa lo mismo que ahora hay: corrupción, violencia e inseguridad, caminos abandonados y falta de refacción escolar…Repite argumentos de Sandra Torres porque son lo mismo. El  gobierno propició la corrupción y son los que hoy apoyan al señor Baldizón que es el plan B de la UNE  (el partido de Sandra Torres)”.

El fuerte de Pérez Molina reside en su promesa de acabar o reducir la inseguridad, el principal problema de los guatemaltecos:“vamos a crear unidades de inteligencia civil que nos ayuden a luchar contra estos delitos, los que no solo dañan a los ciudadanos, sino que perjudican el clima para la atracción de inversiones…En la actualidad hay 16 crímenes al día, y creemos en un escenario optimista de que podemos bajar a la mitad el número de homicidios”.

El fuerte de Baldizón es su carisma y su capacidad de inicitiva como reconoce su mucho más moderada candidata a vicepresidente, Raquel Blandón: “tiene una visión mucho más fresca y esa combinación de juventud y experiencia…tiene 40 mil ideas y una gran capacidad de trabajo, es incansable…los presidentes jóvenes son buenos presidentes… creo que está en la edad perfecta para ser presidente y en la coyuntura exacta para que miremos hacia al futuro y no nos alcance de nuevo el pasado”.