El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, obtuvo más del 47% de los votos. Competirá contra Daniel Filmus, delfín de la presidente Cristina Kirchner, que recibió más del 27% de apoyo

La ciudad de Buenos Aires ha sido un distrito mayoritariamente opositor al oficialismo nacional desde que el fallecido ex presidente Néstor Kirchner llegó al poder en 2003. Incluso el alcalde era hasta hace poco uno de los probables rivales de la mandataria Cristina Fernández en las elecciones generales de octubre, aunque se bajó porque las encuestas lo ubicaban lejos. Retener el gobierno capitalino le permitirá mantener su bastión y su proyección nacional, en uno de los distritos más importantes del país.

Con el 99,30% de los votos escrutados, Macri obtuvo el 47,09% de los votos, una cifra que ni la consultora más optimista había estimado. Lejos quedó el candidato del gobierno nacional en la Ciudad, a quien apoyó el 27,78% del padrón. Mientras, Fernando Solanas, referente del progresismo, conquistó el 12,82% y resignó sus esperanzas de ingresar el ballottage.

Una curiosidad: al igual que Macri, Solanas también se había postulado como candidato a la presidencia, pero se decidió por la Ciudad de Buenos Aires debido a que las encuestas lo ubicaban lejos de Kirchner.

"La diferencia es una oportunidad. Les abro los brazos a todos los candidatos, no es una cuestión ideológica. Tenemos que encontrar una solución, todos tenemos que trabajar", afirmó tras los resultados Macri, un multimillonario que también fue presidente del club Boca Juniors y está procesado en una causa por espionaje. "Estamos listos para una segunda vuelta", agregó.

De su lado, Filmus, que fue ministro de Educación de la Nación y de la ciudad de Buenos Aires, se mostró satisfecho por una elección en la que, dijo, el peronismo sacó "el porcentaje más alto de su historia".

Así, Macri y Filmus repetirán la segunda vuelta en la que protagonizaron cuatro años atrás, cuando el candidato de Propuesta Republicana se impuso con comodidad. Será el 31 de julio.

Proyección nacional

La derrota del kirchnerismo era predecible en todas las encuestas previas, aunque no de la manera en que ocurrió. Apenas una consultora había pronosticado un triunfo por 15 puntos porcentuales de diferencia. Al final, fue casi un 20% más de votos.

"Si bien los resultados de las elecciones locales no pueden automáticamente extrapolarse a nivel nacional, seguramente serán relevantes para la configuración del clima político (que) se espera sea cada vez más desfavorable para el oficialismo", opinó la economista Florencia Vázquez, de BHP Paribas.

En cambio, desde el gobierno nacional manejan varias encuestas que marcan un claro triunfo de la presidente Cristina Kirchner en la primera vuelta de octubre y le dan una imagen positiva superior al 60%.