El presidente de Paraguay propuso alcanzar un consenso para superar la crisis entre los dos poderes. Afirmó que respetará la decisión del Consejo de la Magistratura sobre la destitución de siete jueces

"Esto tiene que ser el resultado de un acuerdo político", sentenció Fernando Lugo al referirse al enfrentamiento por la decisión del Senado de no reconfirmar en sus cargos a siete de los nueve miembros del máximo órgano de Justicia del país.

En declaraciones a la prensa, desestimó las críticas que señalan que el problema fue una maniobra de su sector político en un año preelectoral, en el que los partidos se lanzan a la carrera por la sucesión.

"Se equivocan mucho y están apuntando mal", aseguró el mandatario paraguayo en lengua guaraní e insistió en que no tuvo ninguna injerencia en el pronunciamiento de los legisladores de los gobernantes Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Tekojojá y País Solidario; y los opositores Partido Patria Querida (PPQ) y la Unión de Ciudadanos Éticos (Unace). "Es descabellado", subrayó.

El Consejo de la Magistratura se reunirá el lunes para tomar posición sobre el tema y deberá determinar si la decisión se ajusta al derecho o hubo algún error de procedimiento e incluso inconstitucionalidad, como sostienen los jueces afectados: Sindulfo Blanco, Miguel Bajac, César Garay, Alicia Pucheta, Antonio Fretes, José Torres Kimser y Víctor Núñez.

"Tiene (el organismo) la gran oportunidad de expedirse y veremos y respetaremos lo que ellos decidan", sostuvo el ex obispo en su visita al Congreso Nacional, donde participó del XXIX Congreso Internacional de Jóvenes Socialistas.

La próxima semana una misión de cuatro senadores viajará a Washington para presentar un informe ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde la Suprema Corte radicó una denuncia por "atentado al orden constitucional" y "coacción a órganos constitucionales".