Masacre en Río de Janeiro: Improvisaron un santuario en la escuela víctima de la matanza de niños Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 09 de Abril de 2011 23:50

Cientos de personas acompañaron los cortejos fúnebres de los primeros alumnos sepultados. Parientes fueron hospitalizados con hipertensión. Una madre tuvo que seguir el cortejo de su hija a bordo de una ambulancia

Crédito foto: Reuters


El cementerio Jardim do Saudade, en Sulacap, zona oeste de Río de Janeiro, será el sitio de descanso final para las almas de cuatro de los niños que fueron asesinados el jueves en la escuela Tasso da Silveira.

La primera en recibir sepultura fue Larissa dos Santos Anastasio, de 13 años. Dos amigas, Karine Lorraine Chagas de Oliveira y Luiza Paula da Silveira Machado, ambas de 14 años, fueron enterradas juntas. Rafael Pereira sa Silva, también de 14, fue el último en ser despedido por la multitud que siguió el cortejo.

Al frente marchaban amigos de los fallecidos, cargando pancartas de protesta en las que reclamaban mayor seguridad en las escuelas. Algunas personas, parientes de los estudiantes masacrados, sufrieron desmayos y necesitaron atención médica.

En Murundu, otro cementerio carioca, un centenar de personas participaban del velorio de otras tres alumnas. Laryssa Silva Martins, Mariana Rocha de Souza y Géssica Guedes Pereira.

Ocho de sus familiares tuvieron que ser llevados a la Clínica de la Familia Olympia Esteves, en el mismo barrio, con cuadros de crisis de presión e hipertensión. Entre ellas estaba la madre de una de las niñas -Mariana Rocha-, que tuvo que seguir el cortejo fúnebre de su hija a bordo de una ambulancia.

A las 16 horas de Río está previsto el entierro de otras dos víctimas, Bianca Rocha y Milena dos SantosNascimento, también en Murundu.

Un santuario en el colegio

Más temprano, otros allegados iniciaron espontáneamente el homenaje para los estudiantes que murieron en el desquiciado ataque perpetrado por Wellington Menezes de Oliveira, que terminó con la vida de 12 alumnos del colegio Tasso da Silveira, en Río de Janeiro.

La Rúa General Bernardino de Matos, frente a la sede escolar, se empezó a llenar de flores, velas y cruces que recuerdan a cada víctima. Se oía también el bajo rumor de las oraciones.

"Todas eran buenas personas, que no le habían hecho daño a nadie. Pareciera que fueran a aparecer mañana mismo para ir otra vez a la escuela", dijo Alan Marcelo Ortiz, de 18 años y amigo de las víctimas, al diario O Globo.

Representantes de la ONG Río de Paz pasaron por el local. Además de colocar cruces y flores juntos a las velas dejadas por los estudiantes, el presidente de la institución, Antonio Carlos Costa, puntualizó que la mayor preocupación no es entrar en la cabeza del asesino, sino investigar cómo llegan las armas a las manos de esas personas.

De los 12 heridos que fueron internados en el hospital Albert Schweitzer, tres están graves y uno fue dado de alta. El colegio permaneció cerrado durante la noche, con dos policías de custodia, mientras que en la mañana del viernes comenzaron las tareas de limpieza.

La presidente Dilma Rousseff ordenó que asistan a las ceremonias fúnebres los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, y de Educación, Fernando Haddad, junto a la secretaria de Derechos Humanos, María do Rosario.

Diez de los estudiantes asesinados eran mujeres. Testigos relatan que el agresor apuntaba especialmente a las niñas, teniendo como blanco la cabeza. La tragedia ocurrió a las 8:30 de la mañana, hora local, cuando el ex alumno entró a la escuela diciendo que venía a dar una conferencia.

Un vez que llegó a la primera aula, comenzó a disparar sobre los alumnos presentes. Poco después fue interceptado por un policía, quien lo hirió en una pierna. Entonces, De Oliveira se suicidó de un tiro en la cabeza.

El asesino habría anticipado su intención de cometer la matanza en un debate de la red social Orkut, donde un usuario que utilizó un perfil falso con el nombre de un diputado del PP carioca -Jair Bolsonaro- aseguró que se estaba preparando para "una matanza" que iba a realizar en un colegio donde había sido bulinado,bullying (maltrato social que suelen sufrir los niños menos populares en los cursos escolares).

 

Masacre en Rio: Asesino disparó 66 veces para matar a 12 niños en escuela

RIO DE JANEIRO, 9 abril 2011 (AFP) – El funeral de la última de las 12 víctimas mortales del asesino que abrió fuego contra estudiantes de una escuela primaria en Rio de Janeiro tuvo lugar este sábado, mientras los brasileños siguen conociendo detalles macabros del ataque que conmocionó al país.

El cuerpo de Ana Carolina da Silva, de 13 años, fue incinerado este sábado en medio de gran congoja y emoción. Los otros 11 niños fallecidos fueron enterrados el viernes.

Fueron 66 los disparos que Wellington Menezes de Oliveira, un ex alumno de 23 años de la escuela primaria Tasso da Silveira de Realengo, al oeste de Rio, efectuó contra los pequeños el jueves, cuando ingresó armado con dos revólveres al establecimiento educativo.

Según datos policiales divulgados este sábado por la prensa local, Menezes de Oliveira, que llevaba un cinturón con cargadores, recargó nueve veces su revólver calibre 38 antes de ser alcanzado por un disparo de un policía y suicidarse. Portaba además otro revólver calibre 32.

De acuerdo con el comisario Felipe Ettore, 62 casquillos de bala calibre 38 fueron encontrados en la escuela. El revólver 32 solo lo utilizó “al inicio del ataque”, en el que además de los 12 fallecidos resultaron 11 estudiantes heridos, tres de ellos de gravedad.

Menezes de Oliveira llevaba consigo seis accesorios conocidos como “speedloaders”, que permiten recargar rápidamente las armas.

Ettore reiteró que el hombre ingresó a dos aulas del segundo piso de la escuela en donde efectuó los disparos contra los alumnos. Precisó además que el atacante probablemente no recibió ningún entrenamiento previo para manipular armas.

“El revólver 38 es un arma fácil de manejar y no requiere ningún entrenamiento especial”, señaló el oficial.

Dos videos -uno del circuito interno de cámaras de la escuela y otro de un testigo subido al sitio YouTube- muestra escenas de pánico en las que se ve a los adolescentes intentado escapar de su atacante, corriendo desesperados por los pasillos de la escuela a la salida de la primera sala a la que entró el asesino, y huyendo del lugar por la puerta principal del recinto.

El viernes, fueron detenidos dos sospechosos de haberle vendido las armas al atacante.

La policía solicitó que se levante el secreto telefónico de Menezes de Oliveira para acceder a su cuenta, e intentará recuperar también datos de su computadora, encontrada parcialmente quemada en su casa, en donde los muebles estaban a su vez destruidos.

Una hermana adoptiva del asesino -quien también era adoptado-, dijo al diario Estado de Sao Paulo que Wellington Menezes de Oliveira era esquizofrénico y tomaba medicamentos desde la edad de siete años, pero señaló que a los 14 había dejado de medicarse.

“Luego se volvió todavía más raro”, sostuvo, destacando que “la madre biológica de Wellingto tenía problemas mentales”.

La preocupación de la familia de Menezes de Oliveira aumentó cuando su madre adoptiva descubrió que leía manuales de fabricación de explosivos y sobre armas.

Su estado empeoró, según allegados, al morir su padre hace cinco años y luego de que su madre adoptiva falleciera el año pasado. El atacante abandonó su hogar adoptivo hace unos ocho meses para reaparecer ahora en medio de la tragedia que provocó.

El cuerpo del asesino no fue reclamado por su familia y podría ser enterrado como indigente, explicaron las autoridades.

Por Claire de Oliveira

Foto: EFE/Antonio Lacerda.
Foto: AFP/Antonio Scorza.
Foto: AFP/Vanderlei Almeida.
Última actualización el Domingo, 10 de Abril de 2011 00:07