Argentina: Macri: el presidente que rompe la tradición de radicales y peronistas Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Martes, 15 de Diciembre de 2015 11:20

El nuevo presidente argentino, Mauricio Macri (2d), saluda junto a su esposa, Juliana Awada (d), y a su hija Antonia y a su y su vicepresidenta, Gabriela Michetti (2i), hoy, jueves 10 de diciembre de 2015, en el balcón de la Casa Rosada en Buenos Aires (Argentina).

Comienza una nueva era política para Argentina. Es un tiempo histórico. Un ingeniero civil de 56 años, proveniente de una familia rica, que ganó fama como presidente de uno de los clubes de fútbol más populares del país, y que hace diez años fundó un nuevo partido político en Buenos Aires, llega a la Presidencia en tiempos de descalabro económico, con una herencia pesada.

(Infolatam).- Toma la posta de un gobierno populista, que destruyó riqueza, que consolidó un alto nivel de pobreza, que afectó seriamente el aparato productivo, que liquidó las reservas del país y que armó una fantasía económica, con doble tipo de cambio, con estadísticas falsas, y con un discurso que deja una sociedad dividida, enfrentada.

Los desafíos son gigantes. Y el paso de una década de populista demagógico y corrupto, concluye con la caja vacía. Acostumbrados a resolver problemas con plata, el matrimonio kirchnerista rascó todo lo que pudo en la caja del Estado, y cuando vio que se quedaba sin dinero apeló a recursos destructivos, como traspasar los ahorros jubilatorios a la “bolsa de reparto” de un sistema de seguridad social deteriorado.

Hay devaluación disfrazada, que se deberá reconocer en la unificación de tipo de cambio legal y paralelo; hay inflación alta –disimulada por estadísticas falsas- y hay problema de empleo (también disfrazado con subsidios dado por clientelismo político). El primer desafío es desmantelar la escenografía armada por el gobierno saliente, asumir la realidad, que es muy dura, y el segundo desafío es el de las reformas para levantar el país.

Macri no es una novedad; es “la” novedad política.

Desde que rige la ley de voto secreto, en 1916, la Argentina ha estado gobernada en tercios casi perfectos. Una tercera parte de todo ese tiempo con radicales, otra con peronistas y otra con militares o asimilados.

Macri viene de la empresa privada, armó un partido que puede ubicarse en la centro-derecha, con un enfoque muy empresarial y gerencial, pero con pragmatismo como para hacer alianzas que abarquen dirigentes de espectro ideológico más amplio. Su discurso de asunción presidencial comprendió metas ambiciosas, y sus primeros pasos fueron en el mismo sentido.

El objetivo de abatir la pobreza, el propósito de combatir el narcotráfico, la promesa de hacer una revolución en la educación, reconstruir el clima de negocios y retomar el crecimiento abandonado, establecer una justicia independiente … Hubo aplausos para cuestiones que deberían ser normales. El caso es que el kirchnerismo ha logrado que lo normal parezca un lujo de la vida.

BUENOS AIRES (ARGENTINA), 09/12/2015.- EFE/Juan Ignacio Roncoroni El respeto al pensamiento diferente, la convivencia pacífica sin provocar a los suyos para que ataquen a los adversarios, evitar presión política a los jueces para que fallen de acuerdo a la ley, la transparencia ene l manejo del Estado, la fidelidad de las estadísticas oficiales, no usar el poder público para premiar y castigar a los medios de prensa, o para favorecer o perjudicar a empresarios … Todo eso no es para aplaudir. Es la base. Pero el matrimonio Néstor Kirchner y Cristina Fernández habían arrasado con lo normal.

El ex presidente del Uruguay, José Mujica, ha expresado dudas sobre Macri. Dice que hay riesgos de inestabilidad política, y maneja el argumento de que presidentes no peronistas, no pueden terminar su mandato. Claro que no lo dice porque sean incapaces, sino porque el peronismo es la oposición ha tenido en varias ocasiones un comportamiento desestabilizador. Pero lo que dice Mujica es peligroso. Porque implica reconocer que hay que tolerar ese manejo, y entonces sólo se puede votar a peronistas

Pero más allá del razonamiento democrático, es cierto que hay un riesgo de ese tipo. Un peronismo dominado por Cristina, será capaz de cualquier cosa. Pero no está claro si ella podrá mantener el poder dentro del Partido Justicialista (la expresión partidaria del peronismo). En realidad, ya no dominaba todo el arco peronista, sino la fracción mayoritaria, que su marido y ella denominaron Frente para la Victoria.

Macri llega como algo totalmente nuevo. Rompe la tradición de “la Argentina de los radicales y los peronistas”. Aunque su lema partidario logró incorporar a los radicales, la expresión política de Macri es la de su propia construcción.

Desde que se elige presidente de la Nación han pasado unos 161 años. Podemos hacer una división en dos de todo ese extenso período, cortando con la primera vez que se aplicó en elección presidencial la “Ley Saenz Peña”, votada en el Congreso en febrero de 1912. Esa fue la ley que estableció el régimen electoral y que impuso el voto secreto y obligatorio.

Con el sistema anterior, el “Partido Autonomista Nacional” había gobernado 42 años, el Partido Federal 7 años, el Partido Liberal 6 años, y una figura central e independiente, Domingo Sarmiento, lo hizo otros 6 años.

El presidente Roque Sáenz Peña -del Partido Autonomista Nacional- fue el impulsor de esa reforma electoral y a partir de esa ley, y con el nuevo régimen electoral, ese partido no volvió al poder y se fue dispersando. Desde entonces, el gobierno se ha dividido en tercios.

Un tercio de la historia ha sido para la Unión Cívica Radical (UCR) , un tercio para el Partido Justicialista (o Partido Peronista), y otro tercio para gobiernos de facto con militares. En ese período también hay seis años de gobierno de la Concordancia (una alianza conservadora, con Partido Demócrata Nacional, escindidos de la UCR y y el Partido Socialista Independiente).

  • Los presidentes radicales fueron: Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930), Marcelo T. de Alvear (1922-1928), Arturo Frondizi (1958-1962), José María Guido (1962-1963), Arturo Illia (1963-1966), Raúl Alfonsín (1983-1989) y Fernando de la Rúa (1999-2001)
  • Los presidentes peronistas fueron: Juan Domingo Perón (1946-1951; 1951-1955 y 1973-4), Héctor José Cámpora (1973), Isabel Martínez de Perón (1973 – 1974), Carlos Saúl Menem (1989-95 y 1995-99), Eduardo Duhalde (2002-2003), Nestor Kirchner (2003 -2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-15)
  • Computando toda la historia política desde que se elige Presidente de la Nación Argentina, Partido Autonomista Nacional: 42 años, Peronismo: 33,5 años, Radicales (UCR): 32 años, Partido Federal: 7 años, Independiente: 6 años, Partido Liberal: 6 años y Dictaduras, similares, transiciones: 34 años.

Así, la novedad de Macri en la Presidencia, pone a Argentina en el foco de la región. Son demasiados problemas que se arrastran, y demasiados desafíos, a lo que se suman las ambiciosas metas expuestas por el nuevo presidente.

Con la experiencia del gobierno de Buenos Aires, Macri comienza esta semana una gestión que estará bajo la lupa. Los primeros pasos serán fundamentales para ver si sus medidas ganan una aprobación superior a lo que fue su electorado, y eso le da base política para sortear el “campo minado” que el kirchnerismo quiera ponerle para apostar a su fracaso. No será fácil, pero depende de él y de su equipo.

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