El Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, “ha perdido credibilidad” y la devaluación de la moneda de ese país frente al dólar se debe a una “crisis de confianza” y a la “especulación”,  dijo el ex presidente brasileño (1995-2002) Fernando Henrique Cardoso.

Brasil, que se encuentra en recesión técnica y cuya moneda, el real, llegó el pasado 23 de septiembre a su peor registro desde su nacimiento en 1994, va a pasar “dos o tres años de dificultad económica”, dijo Cardoso durante su participación en un foro organizado por el semanario uruguayo “Búsqueda”.

Sin embargo, añadió que no hay que dejarse “engañar” por el “nivel bajo” que atraviesa actualmente el real dado que, “si se soluciona un poco más el rumbo político”, la situación de la moneda se revertirá “con cierta rapidez”.

“Tiene un 7 % de popularidad, cuando ganó con un 54 %” en los comicios presidenciales de octubre de 2014, dijo Cardoso acerca de la gestión de Roussef, quien enfrenta la creación de un movimiento impulsado por diputados de los cuatro partidos más importantes de la oposición, en favor de un juicio político con fines de destitución debido a la crisis política y económica.

En este sentido, Cardoso valoró de forma positiva el asentamiento de la democracia en el país más grande de Suramérica y alegó que, ante esta misma situación, en momentos pasados se estaría hablando de nombres de “generales”, en relación a la posibilidad de un golpe de Estado, en vez de “jueces”, como aseguró que ocurre ahora.

Sobre la posibilidad de que el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff, busque mejorar su “credibilidad” a través de la figura del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, mentor de la presidenta brasileña, Cardoso señaló que “no está en condiciones” para presentarse a las próximas elecciones presidenciales.

“Yo no sé cómo va a retornar Lula, nunca salió. El prestigio de Lula disminuyó mucho, en Sao Paulo (…) hay una aversión muy fuerte por (…) la acción del PT. Yo no creo que tenga, como tuvo en el pasado, la capacidad de movilización de masas”, valoró sobre el predecesor de Rousseff.

El expresidente también habló acerca de uno de los temas candentes en la actualidad económica de la región, como es la posibilidad de que el Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela, más Bolivia en proceso de adhesión, pueda firmar un tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE).

“Yo no creo que haya realmente en este momento capacidad para que el Mercosur haga algo positivo con Europa, no es que no me guste, es que no veo cómo”, dijo.

Además, señaló que las condiciones actuales del Mercosur no funcionan y añadió que “se ha vuelto algo muy engorroso para un país miembro”.

En cuanto a las posibles repercusiones que en Uruguay pueda tener la situación económica de Brasil, que a comienzos de septiembre perdió el “grado inversor”, el exmandatario aseguró que no ve cómo va a “esquivar” las consecuencias de la crisis en el país vecino.

En el año 2002, el cese de pagos de Argentina, donde en estos momentos se espera una mayor pérdida de competitividad y caída de las exportaciones, principalmente en el sector industrial, arrastró a Uruguay a una de sus peores crisis económicas que se recuerdan en el país.

En el acto de hoy en Montevideo también estuvieron presentes, entre otros, el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y Luis Alberto Lacalle Pou, excandidato a las elecciones presidenciales en 2014.

INFOLATAM/EFE