A falta de cinco semanas para las elecciones presidenciales en Argentina, la campaña se vio sacudida por un fallo de la Corte Suprema de Tucumán que declaró válidos los cuestionados comicios a gobernador celebrados en esa provincia norteña el pasado 23 de agosto.

Los jueces revocaron el fallo del Tribunal en lo Contencioso Administrativo de Tucumán, que la semana pasada dispuso la anulación de los comicios y ordenó que volviesen a celebrarse, tal y como reclamaba la oposición, que alegó irregularidades en la contabilidad de los votos y la quema de urnas.

El máximo tribunal tucumano ordenó limitar la convocatoria de nuevos comicios a aquellas mesas anuladas por la Junta Electoral y dejar sin efecto la medida cautelar que impedía proclamar vencedor al candidato oficialista, Juan Mansur, quien se impuso con un 51,64 % de los votos, según el escrutinio oficial definitivo.

Nada más conocerse la sentencia se desató un aluvión de reacciones desde las filas oficialistas y opositoras.

“No hay nadie que quiera cargar sobre sus espaldas con una burrada como la que significaba el fallo del contencioso”, dijo hoy el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, al ser consultado por los medios sobre la decisión judicial.

Para Fernández, lo que ocurrió en Tucumán “fue una campaña sucia como pocas veces se vio” orquestada por el opositor Acuerdo para el Bicentenario, encabezado por José Cano, y por sus aliados a nivel nacional, los aspirantes a la Presidencia Mauricio Macri, de la coalición Cambiemos, y Sergio Massa, del frente Unidos por una Nueva Alternativa.

Cano anunció hoy en una rueda de prensa que respeta el fallo, pero avanzó que su espacio político considera que la votación “fue escandalosa” y planea apelar el fallo para que intervenga la Corte Suprema de Justicia de Argentina.

“No están agotadas las instancias”, advirtió.

El aspirante a la Casa Rosada por el oficialismo, Daniel Scioli, celebró la decisión judicial en Tucumán, que llegó tras una semana de duras arremetidas del oficialismo contra el Poder Judicial, de las que el candidato intentó distanciarse.

Horas antes de presentar sus propuestas económicas en un acto de campaña en un teatro de Buenos Aires, Scioli pidió a Macri que respete el fallo y reconozca el triunfo de Manzur en los comicios.

En unas declaraciones radiales, Scioli festejó también el triunfo del kirchnerista Domingo Peppo en las elecciones del domingo a la Gobernación provincial de Chaco, el último test electoral antes de las generales de octubre.

Tucumán fue escenario de las irregularidades más graves registradas a lo largo del maratónico calendario electoral argentino en este 2015, con denuncias de quema de urnas, actas bajo sospecha y fallos en las cámaras de seguridad del almacén donde se guardaron las urnas tras la votación.

Las denuncias de fraude opositoras estuvieron acompañadas de protestas frente a la Casa de Gobierno tucumano, bajo gestión kirchnerista desde hace 12 años, y se vieron plasmadas también en el fallo de la Corte Suprema provincial, que pidió adoptar medidas “para combatir el flagelo del clientelismo político” y propuso perfeccionar el sistema electoral.

Sin embargo, la oposición argentina también ha denunciado robo de papeletas y votos no contabilizados en las primarias de la provincia de Buenos Aires el 9 de agosto pasado, mientras que sembró dudas sobre el ajustado triunfo del socialismo en la provincia argentina de Santa Fe un mes antes.

Con el fin de evitar nuevos incidentes y garantizar la transparencia en los comicios generales, la oposición y organizaciones no gubernamentales han presentado una batería de medidas al Gobierno y la Justicia Electoral, que están siendo evaluadas.

Además de elegir al sucesor de Cristina Fernández en la el 25 de octubre también a votar cargos legislativos nacionales y provinciales.

Cristina Fernández entregará el poder al ganador de esas elecciones e 10 de diciembre.

INFOLATAM/EFE