Balance electoral de México: un espaldarazo a Peña Nieto, las reformas y el PRI Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 10 de Junio de 2015 11:23

Emisión de Voto del Presidente Enrique Peña Nieto 07 de junio

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. El gobierno de Enrique Peña Nieto, su partido (el PRI) y su proyecto reformista son los grandes triunfadores de las elecciones legislativas y locales del pasado 7 de junio en México. Tras un primer bienio (2012-14) de triunfos, seguidos de otro de graves dificultades (2014-15), se le abren ahora a Peña Nieto dos años para consolidar su proyecto.

El PRI obtuvo un 29.19 por ciento de los votos, seguido del Partido Acción Nacional (PAN) con el 20.89 por ciento de los votos.

El tercer puesto fue para el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con el 10.83 por ciento, seguido de Morena, con 8.37, y del pro-oficialista Verde Ecologista de México (PVEM), con el 7.06 por ciento de los sufragios.

El Movimiento Ciudadano obtuvo un 5.99 por ciento de la votación, Nueva Alianza (aliado del PRI) un 3.74 y Encuentro Social un 3.30 por ciento.

Peña Nieto, el gran triunfador

El primer gran triunfador de estos comicios ha sido el propio presidente Peña Nieto.

El presidente Peña Nieto hizo un llamamiento a que los ciudadanos acudan hoy a las urnas para que "se expresen de manera libre a través del ejercicio del voto"

El presidente Peña Nieto

Sobre todo porque ha logrado mantener la mayoría en el legislativo apoyado en dos partidos aliados (los Verdes y Nueva Alianza).

Esto era vital para él ya que una cámara fragmentada habría imposibilitado dar un nuevo impulso a las reformas.

Y eso porque la innegable cintura política de Peña Nieto se habría estrellado con las estrategias preelectorales del PAN y la izquierda (PRD y Morena) con vistas a 2018. Repetir un nuevo Pacto por México en ese contexto no era viable.

Esto ahora ya no es necesario porque Peña Nieto cuenta con los votos suficientes para dar nuevos pasos dentro de su proyecto reformista. Eso siempre que mantenga, como mantiene, la alianza con los verdes y la cercanía con Nueva Alianza.

A corto plazo se avizora una reforma del gabinete para encarar el último bienio de su gobierno y recuperar el impulso que se fue perdiendo por los escándalos inmobiliarios y las matanzas de Iguala y Tlatlaya.

Por último, el propio acto electoral fue un éxito para el presidente ya que, más allá de  casos muy puntuales, la jornada se desarrolló con normalidad.

En palabras del analista Ricardo Alemán: “Tan vigente está la cultura democrática de amplios sectores sociales que la participación ciudadana en las urnas –en gran parte del país–, resultó ejemplar. ¿Por qué ejemplar? Porque derrotó a los escépticos, a los preocupados, a los temerarios y, sobre todo, a quienes apostaron por la anulación y el boicot”.

El PRI, sin alternativa

Las elecciones han mostrado además que no existe alternativa al PRI ni a la izquierda ni a la derecha.

El PAN es el segundo partido más votado solo gracias a la división de la izquierda.

 DISTRITO FEDERAL (MÉXICO), 07/06/2015.-  EFE/Alex Cruz

Peña Nieto y su esposa votando

Los resultados del panismo han sido muy mediocres y además se acerca ahora un periodo de lucha intestina entre el sector calderonista y el que respalda a Gustavo Madero.

A la izquierda, la pelea entre el PRD y Morena se ha saldado con una división del voto de ese sector político que unido sumaría el 20% pero que por separado no llega al 11% el PRD y al 9 Morena.

Con ese panorama para 2018 el PRI se coloca como la fuerza con más opciones de ganar dado que sus rivales atraviesan momentos muy complejos. El PRD es un partido sin liderazgos y en decadencia. Morena es una fuerza muy acotada geográficamente (solo es fuerte en el Distrito Federal) que se sostiene en el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.

Y el PAN no acaba de salir del marasmo en el que quedó atrapado tras perder las elecciones de 2012 y ser relegado a tercera partido del país.

Comienza la pelea para las presidenciales de 2018

En el horizonte se levanta ahora la posibilidad de que prospere una candidatura independiente ya que el ejemplo de Jaime Rodríguez, “El Bronco” en Nuevo León puede animar el panorama político hasta ahora constreñido a la pugna PRI-PRD-PAN.

Leo Zuckerman, en el diario Excelsior, señala que “es la noticia más importante de toda la jornada electoral de ayer… esto será un game changer para la democracia mexicana actual: un evento que afectará de manera determinante el statu quo. El mensaje es claro y contundente: el electorado, harto de los partidos tradicionales, le dio la espalda a sus candidatos”.

MONTERREY (MÉXICO), 08/06/2015.- EFE/STR

El independiente Jaime Rodríguez, triunfador en Nuevo León

El panorama que se perfila para las elecciones presidenciales de 2018 es la de un candidato del PRI (cuyo nombre se empezará a definir a partir de ahora) enfrentado a dos opciones muy críticas con el sistema.

A un lado, seguramente López Obrador, única figura en la izquierda con capacidad real de arrastrar a las masas.

Y a la derecha un candidato de corte “popular”, como en día fuera Vicente Fox (encarnación del rechazo al sistema priista), y hoy “el Bronco”, como abanderado del desencanto con los partidos tradicionales.

El excanciller Jorge Castañeda subraya que “la victoria de Jaime Rodríguez, El Bronco, en las elecciones de Nuevo León demuestra tres cosas. Que si existen las condiciones políticas, económicas y sociales propicias, una candidatura independiente puede ser competitiva o incluso victoriosa; que si el candidato reúne características de rechazo al “sistema”, como Fox, ese candidato cosecha los frutos del repudio de la ciudadanía a esa misma partidocracia, y que con financiamiento suficiente, una organización aceitada y una presencia preexistente en la entidad, el candidato independiente puede movilizar a sus votantes e impedir las trampas, mañas y fraudes de los partidos… ¿Habrá Bronco en 2018?”.

Igualmente, estas elecciones han mostrado que existe una persistente alta abstención (de más del 50%) vinculada a los sectores con menos recursos y educación a la que ahora se ha unido un movimiento en favor del voto nulo (urbano y de clase media educada). Ambos grupos coinciden en su desafección hacia el sistema de partidos.

“También se necesitarán, a partir de hoy, más allá de los resultados, cambios en el gobierno y en los partidos, aunque éstos resultan los más refractarios a aceptar que la realidad ya los superó. En términos de gobierno federal, esta elección significa el cierre de una etapa: se requieren cambios de funcionarios y de políticas. Desde hoy, y bastante antes de que inicie la próxima legislatura, el primero de septiembre, debe haber cambios en la política, en el discurso, en funcionarios. En una democracia nadie gana todo y nadie debe perder todo, pero es ineludible leer tanto los resultados como el contexto en el que éstos se dieron y actuar en consecuencia. Y la demanda de cambios es una realidad. Para todos, pero el gobierno federal es el que más rápido y con mayor claridad debe leer estos resultados y este proceso”, señala el analista del diario Excelsior, Jorge Fernández Menéndez.

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