La victoria de Mauricio Macri en Buenos Aires abre una nueva etapa en la campaña electoral argentina que debe culminar en las internas de agosto y en las elecciones presidenciales de noviembre. Macri, Daniel Scioli y Segio Massa están en plena tarea de reorganizar sus estrategias de futuro para llegar a la Casa Rosada.

(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. Pese a la ventaja con la que cuentan en las encuestas el gobernador de Buenos Aires (Scioli) y el jefe del Gobierno de la Capital Federal (Mauricio Macri), la pelea sigue siendo cosa de tres y Sergio Massa no puede ser desechado, de forma prematura, en este momento.

Las estrategias de Scioli, Macri y Massa

Las elecciones en Buenos Aires han sido como un punto de llegada y, a la vez, de partida de las campañas que ahora deben acelerar el paso y reformularse.

Buenos Aires ha dejado fortalecido a Macri y debilutados a Scioli y Massa, pero aún queda mucho por delante.

Daniel Scioli, vicepresidente de Néstor Kirchner entre 2003 y 2007

La estrategia de Scioli va a apoyarse en dos pilares: potenciar su figura moderada y dialogante y, a la vez, hacerse indispensable para el kirchnerismo y así recoger los apoyos del actual oficialismo.

Su mensaje va a hacer hincapié en resguardar lo positivo de la obra de los Kirchner a la vez que su imagen vende poner fin a la polarización política y mirar hacia delante.

En palabras de Scioli: “Una vez que Argentina ha encontrado un camino de políticas que cuidan el trabajo, la industria nacional, proyectemos hacia el futuro”.

Además, va a tratar de fijar la idea de que votar a Macri y Massa no solo es destruir la obra de los Kirchner sino que es poner en peligro la gobernabilidad del país. Cuando se conoció la alianza Macri-UCR, Scioli no dudó en sacar a relucir el recuerdo de Fernando de la Rúa.

“Las alianzas ‘en contra de’ en el pasado no han salido bien” en la Argentina, opinó el candidato del Frente para la Victoria, quien mandó un mensaje al electorado: “En términos náuticos, si pasamos la mitad del río y lo peor quedó atrás, no volvamos a tropezar dos veces, o cuatro, cinco, seis, con la misma piedra”.

Mauricio Macri

Macri, respaldado por su recientes éxitos (alianza con la UCR y victoria en Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires), va a desplegar una estrategia que le posicione y le consolide como una opción no solo viable para derrotar al kirchnerismo, sino para garantizar la gobernabilidad del país en caso de llegar a la Casa Rosada.

El macrismo aspira a canalizar los deseos de cambio y de rechazo al kirchnerismo presentando a su líder como el hombre adecuado para combatir los males que padece Argentina. Entre ellos la inseguridad y la inflación.

“Hay un sentimiento que recorre la Argentina, que no para: no podemos volver a confiar nuestro futuro a los mismos que hace 25 años nos prometen y cumplen poco”, asegura Macri.

La idea del Jefe del Gobierno de la Capital es seguir construyendo alianzas a escala nacional. En ese contexto se inserta su actual acercamiento a la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) a la que prometió que “combatirá la inflación” y aseguró que “modificará” la escala del Impuesto a las Ganancias para que no afecte al salario.

El analista del diario La Nación, Joaquín Morales Solá, señala que “Macri encarna, de algún modo, el eterno péndulo político de la sociedad argentina. A una parte de ésta le gusta entretenerse hurgando en el otro extremo cuando ya se fatigó de un discurso, de una política y de ciertas formas. Le gusta pasar de Menem a Kirchner o de Alfonsín a Menem, presidentes que representaron posiciones distintas, y hasta enfrentadas, en casi todas las cuestiones públicas. Scioli expresa, en cambio, a importantes sectores sociales que simpatizan con algunas políticas del cristinismo”.

Sergio Massa, exjefe de Gabinete kirchnerista,

Por último, Sergio Massa va a luchar en estos meses por recuperar el terreno perdido ya que ha dejado de ser el principal referente opositor al kirchnerismo (lo que fue en el bienio 2013-2014), posición que en este momento ocupa Macri.

Aislado en la provincia de Buenos Aires su trabajo consiste ahora en salir de ese enclaustramiento y convertirse en una figura de alcance nacional. Ahí se inscribe el nacimiento de “Unidos por una Nueva Argentina” que ha conformado junto con Juan Manuel de la Sota, líder peronista en la provincia de Córdoba.

Como señala en el diario La Nación, Joaquín Morales Solá, “el problema central de Massa consiste en que su laberinto no tiene muchas salidas. Podría ser candidato a gobernador de Buenos Aires, elección que estaría en condiciones de ganar, pero carece de candidato presidencial. Cristina Kirchner lo vetaría como aliado de Scioli. Macri cortó los puentes con él cuando decidió acercarse al radicalismo (que debió resolver en una tormentosa convención el acuerdo con Macri o con Massa), con Elisa Carrió (la dirigente más crítica de Massa) y con Carlos Reutemann (que se fue ofendido y maltratado del massismo).

Por ahora, es una lucha a tres bandas en la que Scioli, Macri y Massa tienen por delante importantes retos. Los tropiezos que vayan teniendo pueden dejar por el camino a alguno de estos tres líderes para que al final sea una pelea de dos.

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