Las elecciones legislativas de junio dividen en dos mitades la presidencia de Enrique Peña Nieto, quien ya elabora la agenda que impulsará una vez que tengan lugar esos comicios. Tras un brillante comienzo de su gestión (2012-2013), desde 2014 su administración afronta serias contrariedades.

(Infolatam por Rogelio Núñez)-. Tras las elecciones le restaran poco más de 3 años de gobierno en una especie de segunda parte de su gestión (2016-2018).

La ralentización económica se ha unido a la caída del precio del petróleo dentro de un contexto de crisis política (corrupción) y de seguridad (matanza de Iguala y crisis de gobernabilidad en Guerrero y Michoacán).

Una cuestión de confianza

El propio Peña Nieto reconoce que el caso de los estudiantes de Iguala o las sospechas de conflicto de interés han causado una “pérdida de confianza” entre los mexicanos. En declaraciones a Financial Times asegura que “hoy hay, sin duda, una sensación de incredulidad y desconfianza (…) Ha habido una pérdida de confianza y esto ha demostrado suspicacia y dudas”.

Y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, va por el mismo sendero: “No se trata sólo de reformas, reformas, reformas. Tenemos que hacerle frente a lo que es en la actualidad realmente importante para la sociedad mexicana, que no es (sólo) la corrupción y la transparencia. Va más allá de eso – se trata de una cuestión de confianza”.

Enrique Peña Nieto

Esta respuesta en sí representa un gran cambio ya que el presidente ha abandonado la teoría de la conspiración.

Fue la que mantuvo cuando saltaron a la luz los casos de corrupción y se conoció la matanza de Ayotzinapa.

En diciembre acusaba a los intereses tocados por las reformas el estar orquestando una conspiración.

En marzo ya admite que el malestar responde a una realidad.

Jorge Fernández Menéndez, en el diario Excelsior, señala que “se vive, como bien dice el presidente Peña, un clima de desconfianza e incredulidad, de sospecha y duda. Por eso, lo importante es que haya dicho que, como gobierno, ahora se deba “reconsiderar hacia dónde nos dirigimos”. Eso es clave: el presidente Peña debe relanzar su gobierno, no sólo para aplicar el plan de cinco puntos que señala en esa entrevista… sino para ofrecer respuestas políticas y sociales que rompan con la desconfianza y la incredulidad”.

“Eso se logra con hechos, pero ninguno de esos cinco grandes objetivos -continúa Menéndez- que plantea el Presidente tendrá verificación en el corto plazo, y quizás cuando se terminen cumpliendo, en el mediano y largo, serán esa desconfianza e incredulidad la que impida su real implementación o una justa valoración de los mismos por la sociedad. Ya ha sucedido en demasiadas ocasiones en nuestra historia reciente”.

Peña Nieto, que aspira a mantener su actual mayoría en el legislativo tras los comicios de junio, piensa en cómo retomar la iniciativa.

Los pilares para recuperar la iniciativa

El presidente va a asentar su proyecto en cinco pilares: (1) reforzar el estado de derecho; (2) mantener la estabilidad macroeconómica; (3) implementar las reformas para que sus beneficios lleguen a la gente; (4) ajustar el gasto público para centrarlo en la inversión, y (5) el desarrollo de zonas económicas especiales en los estados afectados por conflictos y en los más pobres de México.

Peña Nieto: “México está demostrando al mundo que en democracia sí es posible cambiar las cosas”

Ha habido una pérdida de confianza y esto ha demostrado suspicacia y dudas”.

Ha habido una pérdida de confianza y esto ha demostrado suspicacia y dudas”.

De hecho, esas cinco vías para salir del impasse, varias ya se han puesto en marcha en los últimos meses.

Su apuesta sigue pasando, en primer lugar. por mantener el perfil reformista de su gestión, sobre todo, si sigue teniendo mayoría en el legislativo: “México está demostrando al mundo que en democracia y dentro del cauce institucional, sí es posible cambiar las cosas”.

En cuanto a los recortes, el secretario de Hacienda y Crédito Público , Luis Videgaray, confirmó en Londres que su Gobierno planea recortes significativos del gasto público en 2016 para hacer frente a los menores ingresos por la depreciación del petróleo.

En enero ya anunció una reducción “preventiva” en 2015 del 0,7 % del producto interior bruto (PIB): “Estamos preparando el presupuesto para el año próximo, que entregaremos a la Cámara de diputados en septiembre”, explicó el secretario, que indicó que incluirá recortes porque “hay que estar preparados para un escenario en el que el precio del petróleo se mantiene bajo y la producción desciende”.

Luis Videgaray (secretario de Hacienda): “No se trata sólo de reformas, reformas, reformas. Tenemos que hacerle frente a lo que es en la actualidad realmente importante para la sociedad mexicana, que no es (sólo) la corrupción y la transparencia. Va más allá de eso – se trata de una cuestión de confianza”.

Además, en lo que se refiere a su apuesta desarrollista, el presidente de México anunció en noviembre pasado la creación de zonas económicas especiales en el sur del país para superar la inseguridad que vive esa región y que ha tenido su máxima expresión con la desaparición de 43 estudiantes el pasado 26 de septiembre.

“Estas zonas especiales deberán tener infraestructura moderna, condiciones de seguridad, financiamiento preferencial de la banca de desarrollo, facilidades adicionales para el comercio exterior, así como importantes descuentos en impuestos y contribuciones”, explicó Peña Nieto.

Las tres zonas económicas especiales son: el Corredor Industrial Interoceánico, en el Istmo de Tehuantepec; Puerto Chiapas, y los municipios colindantes al puerto Lázaro Cárdenas, tanto de Guerrero, como de Michoacán.

Esa ortodoxia económica, la apuesta por continuar las reformas y la creación de zonas especiales para impulsar el desarrollo responden a la gran preocupación del gobierno que gira en torno a que los cambios no se traduzcan en bienestar socioeconómico para la población. Y que eso sea la puerta abierta para que se incremente la desafección.

“Es tiempo de que los recursos… del país sean un factor real de crecimiento, que se sienta y se note en la vida cotidiana de nuestra población”, ha dicho en alguna ocasión Peña Nieto.

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