La Fiscalía pidió capturar al jefe comunal de la ciudad de Ypehú, Vilmar Acosta, e imputar a su hermano por su presunta participación en el crimen de Pablo Medina, que investigaba a bandas de traficantes de marihuana

Crédito: abc.com.py

La justicia decretó el sábado la detención del intendente municipal de la ciudad de Ypehú, Vilmar Acosta, por su vinculación con la muerte del periodista Pablo Medina, asesinado a balazos por desconocidos.

Un comunicado difundido por el Ministerio Público ratificó que existen sospechas de la participación del jefe comunal en el crimen, debido a que uno de los autores materiales sería su hermano, Wilson Acosta.

Armando Rivarola, jefe de redacción del diario ABC Color, del que Medina era corresponsal, anticipó el viernes que el periodista recibía amenazas de Vilmar Acosta, militante del oficialista Partido Colorado.

Acosta tenía serias diferencias con el comunicador asesinado, luego que este publicara sus supuestos vínculos con el tráfico de droga en la frontera con Brasil.

Pablo Medina recibía amenazas de Vilmar Acosta, militante del oficialista Partido Colorado

La policía allanó el sábado la alcaldía municipal de Ypehú y la residencia del jefe comunal. En esta última se encontraron cerca de 30 balas de arma de guerra, un chaleco antibalas, un pasamontañas y otras evidencias que podrían estar vinculadas al asesinato del periodista, informó el diario ABC.

Al momento de su muerte, Medina investigaba a bandas de traficantes de marihuana en el norteño departamento de Canindeyú lideradas, aparentemente, por personas vinculadas a la política.

Canindeyú, ubicada 300 kilómetros al noreste de Asunción, es vecina de Concepción, San Pedro y Amambay, territorio fértil para el cultivo intensivo de soja, maíz, girasol y cannabis. Se encuentra en la frontera con el estado brasileño de Mato Grosso do Sul.

Facebook

En una entrevista reciente con la agencia de noticias AP, el jefe antidrogas de Paraguay, Luis Rojas, reveló que en el norte conviven en forma violenta más de 100 bandas de traficantes de marihuana asociadas a grupos similares de Brasil. Reconoció que en Canindeyú trabajan apenas ocho agentes antidrogas que resultan insuficientes para la zona.

Rojas estimó entonces que en Paraguay se cultiva marihuana en una superficie de entre 3.000 y 8.000 hectáreas.

AP