“Si Petrobras entró en las elecciones de 2010 para aniquilar las opciones del PSDB, ahora entra en 2014 para enflaquecer la posición del PT y se convierte en un canal contra el gobierno y el oficialismo. El ex-diretor de la empresa Paulo Roberto Costa, que sabe de estas cosas, dejó claro que su prioridad es  salvar lo que fuera posible de su propia piel…

Por Eliane Cantanhêde

Todo esto ocurre además en la recta final de la campaña, con Marina Silva pisando los talones a Dilma Rousseff y amenazando a su antiguo partido, el PT. Se está complicado para Dilma su primer lugar y es pésimo para Alexandre Padilha. El escándalo puede llegar al corazón del PT y es improbable que Lula pase incólume.

Si Petrobras ya era un campo minado para a imagen de gestora de Dilma, las nuevas historias que salen de la boca de Paulo Roberto explotan en otro campo mucho más delicado para los gobiernos del PT: el de la ética. Cierto o falso, el hecho es que el mensalão minó el discurso ético del PT construido por décadas. Cada hecho nuevo solo refuerza la sensación que se generalizó.

El único y frágil alivio para Lula, Dilma y el PT es que el nuevo escándalo involucra a Eduardo Campos y deja a Marina sin artillería para atacar, sobre todo depués de la história mal contada del avión de la campaña del PSB. Es difícil revertir el cuadro crítico para Aécio Neves, pero como mínimo el tucano debe estar pensando: quien ríe el último, ríe mejor”.

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