Argentina: El kirchnerismo busca sobrevivir de la mano de Jorge Capitanich Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 25 de Noviembre de 2013 09:54

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El kirchnerismo, atado al futuro de Cristina Kirchner, y la propia presidenta no quieren desaparecer ni ir en lenta decadencia hacia su final en 2015. Por eso, tratan no solo de salir a flote tras el golpe recibido en las legislativas sino tener un as en la manga con el que negociar, presionar y lograr cuotas futura de poder e influencia. Ese as tiene nombre propio, el nuevo Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Los analistas no coinciden en cuál es el destino del nuevo jefe de Gabinete.

Como señala Manuel Mora y Araujo en Infolatam “está instalada la idea de que Capitanich aspira a ser candidato a presidente y se lo ve como el principal rival que podría tener Daniel Scioli, el hasta hoy popular gobernador de Buenos Aires. Pero no debe perderse de vista un hecho: desde que existe en la Argentina la posición de Jefe de Gabinete, creada por la Constitución de 1994, ninguno de sus ocupantes logró una proyección política envidiable. Por el momento es posible imaginar cómoCapitanich podría molestar a Scioli -suponiendo que quiera debilitar sus chances presidenciales- pero no cómo podría, desde ese lugar, potenciar sus propias chances”.

Otros, como Fernando Laborda en el diario La Nación, tienen más claro cuáles son las aspiraciones de Capitanich: “Resulta más aceptable que la designación del ex gobernador chaqueño guarda relación con la necesidad de kirchnerismo de crear una alternativa propia para 2015, diferente de la de Daniel Scioli, para competir o bien para negociar con otros sectores. Habrá que preguntarse si los movimientos de Capitanich estarán más enfocados hacia el crecimiento de su imagen o hacia una gestión que demandará tragarse muchos sapos si se pretende enfrentar decididamente la fuerte inflación y la dramática caída de las reservas, cercana a los 13.000 millones de dólares en 12 meses”.

La emergencia de Capitanich, cuyo futuro es muy dependiente de cómo maneje su gestión y cómo le vaya al gobierno de Cristina Kirchner, altera aún más el fluido panorama político argentino y afecta, prácticamente, a todos los actores, en especial a los del mundo peronista.

Capitanich, un político con mucha proyección

Sobre todo porque todos son conscientes de que les ha nacido un rival con experiencia de gobierno y en especial con apoyos fuertes: El del aparato kirchnerista, que controla a su vez el aparato del Estado, y tiene al menos un tercio del apoyo electoral.

La oposición, y algunos presidenciables como Julio Cobos, saben que se trata de un rival directo, otro presidenciable más para 2015.

Cristina Kirchner junto a Jorge Capitanich

Cristina Kirchner junto a Jorge Capitanich

Cobos, que aspira a unificar en torno a sí al radicalismo y otras fuerzas afines, ha sido muy claro: “Con su fuerte intervención queda claro que él puede ser uno de los herederos del kirchnerismo. Él era una de las figuras, junto a [Sergio] Urribarri. Se estaba en la duda de si era uno o el otro. Y una jefatura de gabinete bien ejercida puede ser el trampolín para convertirse en heredero de la Presidencia”.

Y va a ser un rival directo porque tiene dos características que le convierten en una figura con peso específico propio y con gran proyección futura.

Como apunta Carlos Pagni en el diario La Nación, “por primera vez, el kirchnerismo ensaya la incorporación de un jefe de Gabinete con peso político. Jorge Capitanich es un gobernador que viene de validar su liderazgo en el Chaco. Y es uno de los precandidatos a la presidencia del peronismo. Es decir, posee una estatura pública de la que carecía Juan Manuel Abal Medina… La dimensión del nuevo premier es un arma de doble filo: es posible que un hombre que apuesta ese capital no sea incondicional frente a quienes lo contratan.

“En la personalidad de Capitanich hay que destacar otro rasgo: es un dirigente del peronismo. Podría insinuar, entonces, la alianza de una presidenta debilitada con la dirigencia territorial del oficialismo. No está mal elegido: Capitanich es el caudillo del interior más cercano a la Casa Rosada. El que ofició como vocero del respaldo del PJ a las aventuras más riesgosas del Gobierno: el conflicto con el campo y la guerra contra los medios”.

Massa y Scioli, los más afectados por la aparición de Capitanich

El primer y más directamente afectado por la emergencia Capitanich es Daniel Scioli.

El gobernador de Buenos Aires se la jugó a la hora de inclinarse por Cristina Kirchner y no por Sergio Massa en las elecciones legislativas.

Jorge Capitanich (der) junto a Daniel Scioli

Jorge Capitanich (der) junto a Daniel Scioli

Suponía que ayudando a la Presidenta y a su candidato en Buenos Aires, Martín Insaurralde, lograría a cambio que el kirchnerismo respaldara sus aspiraciones presidenciales.

En realidad, había pocas dudas de que era una alianza coyuntural y con fecha de caducidad.

En estos momentos, la situación política está en ciernes y por lo tanto Capitanich es una apuesta de futuro y Scioli aún no se ha lanzado plenamente a la carrera. Por eso, las buenas palabras entre ambos son lo que predomina.

“Lo conozco hace muchos años, compartí distintas responsabilidades institucionales. Es un colega gobernador y un hombre de experiencia con gran conocimiento de la economía así que creo que va a hacer un trabajo importante”, ha dicho Scioli.

El futuro les puede tener reservado muchas cosas a ambos. Ser alaidos, ir en listas opuestas para convertir la primera vuelta en una interna del peronismo (como ya ocurriera en 2003) o que alguno de ellos deje por el camino sus ambiciones.

Jorge Capitanich: “(Sergio) Massa tiene un proyecto político que se verá con el tiempo si es operativo pero no forma parte del justicialismo. Ha marcado una nueva impronta y forma parte de un nuevo espacio, de centro derecha. Nosotros tenemos cuadros políticos de gran calidad, no necesitamos ningún salvador”.

El que fuera jefe de gabinete de Eduardo Duhalde en 2001 y gobernador de la provincia de Chaco desde 2007 puede llegar a ser un rival temible también para otro presidenciable, Sergio Massa.

En teoría, massistas y kirchneristas son agua y aceite. Sobre todo porque la esencia del massismo es ser antikirchnerista. Por eso, Massa sabe que con un candidato fuerte dentro del kirchnerismo en 2015 sus posibilidades de robar votos al oficialismo, mientras consolida los antikirchneristas que ya tiene, se complica sobremanera.

Así la pelea en 2015 podría ser un duelo entre el heredero del kirchnerismo, en este caso Capitanich, que trataría de conservar ese tercio de respaldo que tiene el oficialismo y un antikirchnerismo dividido en múltiples facciones (los seguidores de Macri, los de Binner y también los de Massa).

Capitanich y Massa van a estar en veredas opuestas con toda seguridad. “No conozco las motivaciones de Massa. Me sorprendió la articulación del Frente Renovador. Hay un espacio del voto opositor que ha sido capturado por ese espacio”, afirmó Capitanich hace una semana en declaraciones a radio Rivadavia.

Y añadió: “(Sergio) Massa tiene un proyecto político que se verá con el tiempo si es operativo pero no forma parte del justicialismo. Ha marcado una nueva impronta y forma parte de un nuevo espacio, de centro derecha. Nosotros tenemos cuadros políticos de gran calidad, no necesitamos ningún salvador”.

A la hora de encarar la recta final de su gobierno, Cristina Kirchner y el kirchnerismo no quieren morir ni desaparecer en la brumas de la historia. Por eso, Capitanich se presenta como una tabla de salvación, al menos mientras sea útil.

De todas formas, aún le queda a Capitanich mucho camino que recorrer y más en la siempre voluble Argentina.

Tomado de INFOLATAM