Uruguay hacia el nuevo ciclo contra la izquierda: Blancos y colorados unidos Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 01 de Noviembre de 2013 08:35
FrenteAmplio

(Infolatam).- Los partidos tradicionales del Uruguay, que se encuentran entre los más viejos del mundo, están encaminados a un acuerdo histórico. A la fuerza; y con cierta resistencia de los que temen ver fundidas las divisas que marcaron su trayectoria, en una nueva imagen que diluya sus símbolos y los exponga a un fracaso. Pero … la realidad es más fuerte.

El acuerdo es acotado a Montevideo, por una elección y con ciertas garantías de mantener cada perfil político.

Los tradicionales Partido Colorado y Partido Nacional (o blancos) ya aprobaron la creación de un nuevo lema electoral que los agrupe en la capital del país, para sumar votos y competir de igual a igual con la coalición de izquierda Frente Amplio.

Hasta los años setenta, los partidos de izquierda votaban cada uno con su lema y no tenían chance en la lucha por el poder. En 1971 crearon el Frente Amplio y ese mismo año fueron la segunda fuerza electoral en Montevideo. Tras la dictadura ganó  en 1989 y repitió victoria en las siguientes elecciones.

El desgaste del poder y las luchas internas que se agudizaron en la última votación (2010), despertaron mejores expectativas para colorados y blancos. Los tradicionales se convencieron que para competir de igual a igual deben unirse y crear un nuevo partido que permita captar el voto desconforme con el Frente Amplio. Sus órganos de dirección y convenciones ya aprobaron el acuerdo y ahora comienzan a estudiar su instrumentación.

La próxima elección para gobierno departamental será en mayo de 2015, pero para eso hay que pasar por las primarias de junio de 2014.

Entre 1830, cuando nació el país con su primera Constitución, hasta mediados de los recientes años ochenta, la batalla política partidaria se reducía en Uruguay a colorados y blancos. Los colorados están identificados con el gobierno, con el Estado. Los blancos estuvieron identificados con los levantamientos, con la lucha contra el poder de los colorados. Los colorados tuvieron su fortaleza en la capital del país, Montevideo. Los blancos han tenido su fortaleza en el interior. Hoy, la capital del país les resulta esquiva a ambos.

En Montevideo, el Frente Amplio ha obtenido mayor caudal electoral que en el interior, aunque la última elección mostró un disgusto de sus seguidores. El siguiente cuadro ilustra la evolución electoral de los principales partidos.

La evolución de las curvas de caudal electoral, una con la suma de los votos de izquierda y otra con la suma de partidos tradicionales, entusiasma a los colorados y blancos. En la última votación se acercaron las posiciones, pero los partidos tradicionales constatan que si siguen separados, sus chances son escasas. O nulas.

Para las próximas elecciónes, el Frente Amplio ha resuelto que no debe seguir con su expresión de un solo candidato a intendente por Montevideo, sino que aprovechará la facultad de ir con tres postulantes (que suman votos en lo que en jerga política se cita como “ley de lemas”).

El candidato más votado, por el lema partidario que tenga más votos, será el elegido intendente. Y automáticamente se llevará la mayoría absoluta del órgano legislativo departamental.

Los dirigentes del Frente Amplio han reaccionado con malestar al acuerdo de los tradicionales y despectivamente lo identifican como “los rosados”. Eso demuestra disgusto y preocupación. Sienten que son favoritos para ganar Montevideo de nuevo, pero ahora pueden tener un adversario más fuerte.

¿Es un primer paso a un acuerdo a nivel nacional? ¿Los históricos partidos uruguayos irán hacia una coalición nacional en la que sumen votos también para la Presidencia de la República? Hoy eso no es aceptado públicamente. Pero sea con triunfo electoral en 2015 o no, es muy posible un poco más adelante.

La última encuesta de la consultora Cifra dio que 45% hoy votaría al Frente Amplio, 25% al Partido Nacional, 15% al Partido Colorado, 2% al Partido Independiente, algo menos de 1% a la Unión Popular (izquierda radical) y casi 13% no sabe a cuál partido votaría, o dice que votaría en blanco, anulado o a otro partido.

El resultado de la experiencia 2015 tendrá incidencia en las futuras negociaciones.

Por Nelson Salvidio

Tomado de INFOLATAM