Los ministros de Asuntos Exteriores de Iberoamérica han mantenido hoy una reunión en Nueva York en la que han ultimado la agenda de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de este grupo de países que se celebrará en Panamá el próximo mes y han abordado las reformas previstas en este tipo de citas.

Los cancilleres iberoamericanos han mantenido esta reunión aprovechando su coincidencia en Nueva York con motivo del inicio del 68 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

El canciller de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, ha presidido el encuentro y ha abordado los asuntos que orientarán las actividades de la cumbre.

En ella se debatirá el papel político, económico, social y cultural de la comunidad iberoamericana en el contexto del nuevo mundo.

Núñez Fábrega, según un comunicado de su Ministerio, ha expuesto asimismo la urgencia de profundizar en la discusión sobre la necesidad de una mayor concertación política y cooperación, de cara a los desafíos que actualmente impone el entorno económico y social internacional.

Ha elogiado asimismo el trabajo desarrollado por la comisión encabezada por el expresidente de Chile Ricardo Lagos que a lo largo de un año ha preparado un informe sobre el futuro de las cumbres iberoamericanas y que fue presentado en Panamá el pasado mes de julio.

El trabajo relativo a esas reformas ha sido expuesto por el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias.

Las recomendaciones finales serán plasmadas en la Resolución sobre Renovación de la Conferencia Iberoamericana, que será elevada a consideración de los mandatarios en Panamá.

Dentro de las propuestas destaca la celebración de las cumbres a un ritmo bianual posterior a la que organice México en 2014, así como una mayor coordinación de la Conferencia Iberoamericana con foros regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El canciller panameño ha explicado también que el presidente de su país, Ricardo Martinelli, ha propuesto como tema de reflexión a los mandatarios iberoamericanos el reto de los movimientos sociales en los países iberoamericanos.

“Panamá será el escenario desde el cual encaminaremos el esfuerzo de todos para lograr una comunidad más dinámica y receptiva frente a las condiciones que ofrece el orden internacional actual”, ha destacado Núñez Fábrega.

España ha estado representada en la reunión por su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y según fuentes españolas, ha expuesto una serie de elementos de reflexión como la trascendencia de la celebración del encuentro empresarial iberoamericano coincidiendo con la cumbre de Panamá.

También ha destacado la celebración del Foro Iberoamericano de Comunicación y ha defendido la creación de un Centro de Arbitraje Iberoamericano porque los conflictos han aumentado y no existen instancias iberoamericanas para dirimir las diferencias.

García Margallo propuso orientar lo que llamó “migraciones circulares de talentos” para profesionales universitarios, regulada mediante acuerdos bilaterales, y la promoción de cursos para representantes diplomáticos de la región.

En nombre de México, su secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, ha reiterado el compromiso del Gobierno de su país para instrumentar las reformas de la cumbre.

Durante su intervención, según un comunicado de su departamento, Meade ha agradecido las muestras de solidaridad expresadas en los últimos días al Gobierno y al pueblo de México por las víctimas de los fenómenos meteorológicos registrados en diversos estados del país.