El dato surge de un sondeo del diario Reforma, en el que el 25% de los consultados dijo estar esperanzado en que el flagelo disminuya con el próximo mandatario

El estudio reveló la desconfianza de los ciudadanos frente al problema de la corrupción, una sombra que siempre persiguió a los líderes políticos en general y a los del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en particular. Es por ello que un 53% es pesimista respecto a lo que podrá lograr en esta materia Enrique Peña Nieto a partir del 1º de diciembre. Un 25% se mostró optimista y un 22% no supo responder.

Además, el estudio indica que durante los dos últimos mandatos del Partido Acción Nacional (PAN), con Vicente Fox y Felipe Calderón, no mejoró el problema, al haber pasado el índice de corrupción en el Gobierno de 7,9 puntos en 2001 a 8,3 en 2012.

La medición utiliza una escala de 0 a 10 puntos, en la cual el primer dígito significa un país libre de corrupción y el diez, uno donde esta práctica es habitual. El "Corruptómetro" del periódico incluye a Gobiernos, políticos, burócratas, funcionarios de Justicia, policías y al sistema carcelario mexicano.

La mayor corrupción se percibe en el Gobierno (88%) y en las cárceles y los partidos políticos (85% en ambos casos). La opinión pública sigue viendo a los políticos en general como los más corruptos (86%), seguidos por los diputados (84%), los policías (83%) y los agentes de tráfico (82%).

En ese sentido, un 73% dijo haber percibido un incremento en la corrupción en 2012, mientras que en 2001 esa opinión era compartida por el 45 por ciento. Un 23% admitió haber pagado algún tipo de "mordida" (pago ilícito) a cambio de un favor, agilización de un trámite o para evitar una multa. Este nivel es mayor a los registrados en 2004 y 2009, cuando fue del 22%, y en 2007, cuando se ubicó en 21 por ciento.

En cuanto al plan de Peña Nieto de disolver la Secretaría de la Función Pública (Contraloría) y crear una Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), un 58% cree que no hará ninguna diferencia ante el problema, frente a un 31% que opina que sí ayudará y un 11% adicional que no supo qué contestar.

La encuesta fue elaborada por vía telefónica a 820 personas mayores de 18 años entre el 28 y el 30 de septiembre de 2012, tiene un índice de confianza del 95% y un margen de error de 3,4 puntos porcentuales.