Brasil: aumenta la presión para que Rousseff vete el Código Forestal Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 25 de Mayo de 2012 15:09

La mandataria decidirá el viernes si rechaza o no la polémica normativa. Ecologistas juntaron 2 millones de firmas para apoyar la derogación del texto que deja desprotegida gran parte de la selva y el bosque brasileños

Crédito foto: EFE

 

Dilma Rousseff, tiene 24 horas, un mes antes de la Cumbre del desarrollo sustentable de la ONU Rio +20, para definir si veta el Código Forestal, bajo una fuerte presión popular y de los ambientalistas que exigen un "veto total" de la norma que, creen, provocará una nueva ola de deforestación.

La mandataria brasileña deberá definir si sanciona o veta total o parcialmente el proyecto aprobado por el Congreso, que fue impulsado por grupos parlamentarios vinculados a grandes terratenientes y, entre otros puntos, abre paso a una mayor actividad agropecuaria en zonas ya degradadas, como la Amazonía.

El grupo ecologista Avazz entregó este jueves en la sede de la Presidencia un documento respaldado por dos millones de firmas recogidas por internet en todo el mundo, en el que pide que sea vetado por completo. "Esa legislación representa un retroceso para Brasil y el mundo y porque está basado en un modelo que propone desforestar para desarrollar", dijo Pedro Abramovay, vocero del movimiento.

Indicó que, de los dos millones de firmas, 1,7 millones fueron recogidas en el exterior sobre todo en Alemania y Francia. A su juicio eso demuestra "la preocupación mundial" sobre lo que puede suceder con la Amazonía si el Código es sancionado tal como lo aprobaron los legisladores.

Rousseff, según adelantaron algunos de sus ministros, vetará algunos de los puntos más polémicos pero eso no bastaría para aplacar a quienes se oponen, quienes exigen "más responsabilidad", incluso como organizador de la Conferencia de la ONU Río+20.

Ese evento, que se propone congregar en junio próximo en Río de Janeiro a más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno para discutir políticas de desarrollo menos agresivas con el planeta.

Uno de los artículos que rechazará "con toda seguridad" es una amplia amnistía para hacendados que, en contra de las leyes actuales, desforestaron donde estaba prohibido y mantienen en esas zonas una intensa actividad.

Greenpeace, que desde hace meses mantiene una campaña que ha bautizado "Veta Dilma", reiteró que la presidente "tiene en sus manos el futuro de las selvas" y que la única opción "correcta" es rechazar el texto por completo.

La misma posición ratificaron otros movimientos ecologistas nacionales y globales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que también impulsa una campaña conocida como "Veta todo Dilma".

A esa presión se sumó este jueves la Asociación de Jueces Federales de Brasil (Ajufe), que divulgó una nota en la que denuncia que Código Forestal puede ser motivo de demandas ante la justicia, pues contiene "serias inconsistencias" desde el punto de vista constitucional.

Los magistrados consideran que Rousseff debe mostrar su "elevado espíritu público" y vetar "en su totalidad" el documento, a fin de dar lugar a una nueva discusión en el Parlamento.

La misma opinión manifestó el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea), un organismo consultivo de la Presidencia, que alertó sobre el "grave impacto sobre la seguridad nutricional de la población brasileña".

La reglamentación define qué parte de bosque tienen que preservar los productores dueños de tierras en la Amazonía y otras grandes selvas.

Su importancia radica en que de los 5,3 millones de kilómetros cuadrados de selvas y bosques que tiene el país, solo 1,7 millones están bajo protección pública, y el resto en tierras privadas.




Fuente: AFP - EFE