NUEVO MÁRTIR EN LA LARGA LISTA DE VÍCTIMAS DEL CASTRISMO: WILMAN VILLAR MENDOZA MUERE TRAS 50 DÍAS EN HUELGA DE HAMBRE Imprimir
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Viernes, 20 de Enero de 2012 10:14

El joven opositor cubano Wilman Villar Mendoza, quien hace 50 días inició una huelga de hambre en su celda de castigo reclamando su inmediata excarcelación, murió en la noche del jueves en el hospital Juan Bruno Zayas de Santiago de Cuba.

   Wilman Villar junto a una bandera de la Isla

“Responsabilizamos al régimen castrista de esta muerte. Ellos son los únicos que deben responder”, declaró José Daniel Ferrer García, portavoz de la Unión Patriótica Cubana (UNPACU). “La familia está llorando a su fallecido. La tiranía acaba de cometer otro crimen”, agregó Ferrer.

Villar, de 31 años, se convirtió en un nuevo mártir de las filas opositoras que arriesgan su vida en defensa de las libertades individuales y los derechos humanos. Villar estaba con respiración artificial desde hace varios días. Su estado empeoró en las últimas horas debido al brote de una sepsis causada por una fuerte infección en el torrente sanguíneo. Los médicos alertaron a la familia que sólo un milagro podía salvarle la vida.

La complicación afectó irreversiblemente el funcionamiento del hígado y sus riñones, según el último parte médico de los especialistas que lo atendieron en la sala de cuidados intensivos del hospital.

El jueves, su esposa Maritza Pelegrino, dijo que agentes de la Seguridad del Estado no le permitían inicialmente ver el cuerpo de su esposo. Villar cumplía una condena de cuatro años.

El 14 de enero Villar fue trasladado de urgencia al hospital cuando ya estaba en estado crítico e inconsciente. En noviembre había sido confinado en la temida prisión de Aguadores, cerca de Santiago de Cuba, luego de ser detenido en una ofensiva policial realizada en Contramaestre, provincia de Santiago.

En un juicio a puertas cerradas y sin ningún tipo de garantías procesales fue acusado de asalto, desacato y resistencia. Villar rechazó las alegaciones y, haciendo a un lado el riesgo que podía significar un acto de rebeldía, se declaró en ayuno forzado el 25 de noviembre. Sin embargo contrajo una neumonía que se agravó por los rigores que sufrió.

Villar nunca quiso ponerse el uniforme de reo común. Como represalia, sus carceleros lo enviaron a una celda unipersonal, sin ropa ni provisiones de agua.

La prisión de Aguadores tiene una población penal de aproximadamente 1,200 reclusos. Según Ferrer García, los presos viven en condiciones infrahumanas y son abusados constantemente por sus carceleros.

El caso de Villar muestra algunas similitudes con las circunstancias que provocaron el deceso del opositor Orlando Zapata Tamayo, quien murió en huelga de hambre el 23 de febrero del 2010. Zapata demandó mejoras carcelarias, le negaron agua durante 18 días y entonces lo llevaron al hospital cuando era demasiado tarde para salvarle la vida.

Villar se unió a UNPACU a mediados del 2011, una decisión que generó una crisis en la familia. Según Ferrer, la madre de Villar tiene una relación sentimental con un oficial del Ministerio del Interior y una de sus hermanas está vinculada a un agente de la Seguridad del Estado.

“Cuando Villar estuvo en Aguadores la única que lo visitó fue su esposa”, recordó Ferrer.

Jorge Cervantes García, miembro de UNPACU, afirmó que la madre y la hermana sólo lo visitaron cuando los médicos consideraron su estado como muy grave.

Mientras tanto, las autoridades desplegaron un amplio operativo policial en los alrededores del hospital Juan Bruno Zayas con el objeto de impedir que amigos y activistas se solidaricen con Pelegrino.

La noticia de la trágica muerte de Villar generó una ola de condena dentro y fuera de la isla. Las voces de rechazo criticaron la inacción de las autoridades cubanas, que se negaron a atender oportunamente al opositor y las condiciones inhumanas de su encarcelamiento.

En La Habana el reconocido disidente Oscar Elías Biscet lamentó el deceso de Villar. Dijo que la valentía y su arrojo no pueden ser olvidados por quienes luchan por la democracia.

“Este es un caso lamentable y penoso. Villar era una persona que sólo estaba reclamando sus derechos. El gobierno cubano se ha excedido y nuevamente lastima a la oposición”, declaró Biscet a El Nuevo Herald. “No se deben olvidar personas como estas. Villar es un ejemplo que debemos tener vivo para conquistar la libertad y los derechos humanos del pueblo cubano”.

Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, madres y esposas de presos políticos, declaró que la ciudadanía entera y no sólo las filas del movimiento opositor “lloran” la muerte de Villar.

“Hemos perdido a un joven de 31 años porque al gobierno cubano no le interesa la vida de sus ciudadanos ni la de esos hombres que tienen que protestar por las condiciones infrahumanas a las que los someten”, indicó Soler desde la isla. “Villar exigió que se respetaran sus derechos pero simplemente el gobierno cubano lo dejó morir sin prestarle la atención que necesitaba”.

En Washington la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien preside el influyente Comité de Relaciones Exteriores, condenó enérgicamente la falta de garantías y los atropellos que sufrió Villar hasta su muerte.

“¿Cuántas muertes trágicas más deben producirse hasta que la comunidad internacional despierte de su cómodo sueño y exija el fin de de la dictadura de Castro y ayude al pueblo cubano a marcar el comienzo de una nueva era de libertad, democracia y derechos humanos para su patria?, preguntó Ros-Lehtinen. “Como otro patriota cubano que pierde la vida tratando de llamar la atención sobre la desesperada situación del pueblo cubano oprimido, nos recuerda que debemos estar en solidaridad con los activistas prodemocráticos que anhelan la libertad y la justicia”, recalcó.

Mientras tanto, el Directorio Democrático Cubano (DDC), una organización disidente en Miami, calificó el deceso de Villar como un asesinato. Aseguró que Villar prefirió morir con dignidad que vivir con humillación.

“El DDC condena este nuevo asesinato del viejo sistema criminal de los hermanos Castro”, apuntó la organización. “El ejemplo de Villar es el de un joven que se opuso a la injusticia y lo demostró entregando su vida por el bien de su patria esclavizada.”.

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Maritza Pelegrino: “Ellos dejaron morir a Wilman”

La viuda del opositor destacó que las autoridades le impidieron ver el cuerpo de su marido y le pidieron que se trasladara directamente a la funeraria. “Yo quería verlo y me dijeron que no podía”, dijo, “que fuera ya para la funeraria, que qué iba a resolver si ya él estaba muerto”

Redacción CE, Madrid | 20/01/2012

“Ellos dejaron morir a Wilman”, declaró a la emisora esRadio Maritza Pelegrino, esposa del opositor Wilman Villar Mendoza, tras la muerte de su marido en el hospital Juan Bruno Zayas, donde permanecía ingresado por problemas de salud derivados de una huelga de hambre.

Pelegrino asegura que cuando Villar Mendoza salió de la prisión iba prácticamente muerto, y añade que “ellos me decían que le estaban poniéndole la mejor medicina y el mejor tratamiento, pero era para ganar tiempo… para que nosotros pensáramos que lo estaban haciendo, pero no era verdad”.

“Ahora en estos momentos el pueblo de Contramaestre, de Palma (Soriano) se ha tirado para la calle”, agrega, refiriéndose a las marchas protagonizadas por activistas y disidentes cubanos que protestan por el fallecimiento del opositor y que han sido reportadas a través de la plataforma Háblalo Sin Miedo en las últimas horas.

Pelegrino denunció además las detenciones efectuadas por la policía política contra estos manifestantes que han sido maltratados y han recibido golpes.

En el momento de su declaración, la señora iba en un automóvil alquilado por la familia, si bien las autoridades les ofrecieron medios de transporte para trasladarse a la funeraria situada en Contramaestre.

“No aceptamos ninguna ayuda de ellos que lo dejaron morir. Mataron a mi esposo, dejaron a dos niñas huérfanas; no queremos saber nada de ellos”, añadió.

También pidió que se denunciaran “en todo el mundo las injusticias que se cometen en Cuba, una de ellas la que hicieron con mi esposo, que lo dejaron morir”, reiteró.

Pelegrino destacó que las autoridades le impidieron ver el cuerpo de su marido y le pidieron que se trasladara directamente a la funeraria.

“Yo quería verlo y me dijeron que no podía”, dijo, “que fuera ya para la funeraria, que qué iba a resolver si ya él estaba muerto”.

La esposa de Villar Mendoza denunció además que “tres carros de la Seguridad (del Estado)” trasladaban el cuerpo de su marido. “Son unos asesinos”, añadió.

Pelegrino agradeció el apoyo de los medios de prensa, así como el prestado por “todos los opositores y Damas de Blanco”.

Tomado de CUBAENCUENTRO

Última actualización el Viernes, 20 de Enero de 2012 12:21