Luis Mejido Bernardo, ciudadano español y esposo de Mileydi Salcedo, una de las jóvenes detenidas y golpeadas el pasado 23 de abril por intentar grabar el arresto de su amiga Elizabeth Vaquero en la barriada habanera de Lawton, envió cartas a la presidencia del Gobierno cubano y a la embajada española en La Habana solicitando que se respete el debido proceso en el caso de su esposa y que los diplomáticos españoles estén atentos al procedimiento, informó a DIARIO DE CUBA una jurista cercana al caso.

Las dos jóvenes se encuentran en estos momentos en la prisión para mujeres del Guatao, y "están totalmente aisladas y prácticamente incomunicadas".

"Desde su detención solo he podido hablar dos veces por teléfono con ella, no le he podido llevar nada porque no me está permitido producto de la situación con el Covid-19, a pesar de las lesiones que tiene de la agresión policial", dijo Daniel Salcedo, padre de Mileydi, a DIARIO DE CUBA.

Salcedo confirmó a esta publicación el envío de las peticiones del esposo de su hija a las autoridades cubanas y a la representación diplomática española en La Habana, y en ambos casos la respuesta ha sido que den más información y detalles sobre este particular.

Tanto Mileydi Salcedo, de 24 años, como Elizabeth Vaquero, de 20, fueron detenidas y golpeadas por un agente policial cuando la primera intentaba grabar con su celular el inminente arresto de su amiga por no llevar el nasobuco puesto en ese momento.

Según la grabación que circuló por las redes sociales se aprecia cuando el agente policial sin mediar palabra alguna intenta arrebatarle el celular a la joven y ella se resiste.

A pesar de las versiones de varios testigos y de la detenida, quienes dicen que el policía fue el agresor, las jóvenes se encuentran en prisión preventiva acusadas de "atentado a la autoridad". Ambas jóvenes presentan lesiones leves en su cuerpo.

"La prisión preventiva se utiliza cuando hay cierta probabilidad de que el acusado pueda evadir la acción de la justicia, pero en la situación actual cuando apenas hay movilidad social y las fronteras están cerradas no se justifica que ellas estén en esa situación. Es casi una condena anticipada", comentó una abogada muy cercana al caso y que no quiso revelar su nombre.

La presencia policial en las calles de la Isla ha aumentado desde que el Gobierno cubano llamó a evitar las aglomeraciones y a cumplir con el aislamiento para evitar una mayor propagación del Covid-19. Sin embargo, muchos cubanos han denunciado el uso excesivo de la fuerza y los arrestos violentos de ciudadanos por no usar nasobuco en la calle o por no cumplir las exigencias de las autoridades.