Más de cien grupos opositores suscriben en Miami el 'Acuerdo por la Democracia en Cuba' Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 26 de Octubre de 2019 11:18

Grupos de la oposición y del exilio cubano ratificaron este viernes en Miami un acuerdo por la democracia en la Isla durante el foro Pasos de Cambio, que contó con la presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien instó a acabar con "la peor dictadura de todas".

Firma de Acuerdo por la Democracia en Cuba

Miembros de las organizaciones opositoras de fuera de Cuba ratificaron el acuerdo, suscrito en 1998, y lamentaron durante el evento, realizado en la Torre de la Libertad, la ausencia de los opositores de la Isla, dado que el régimen impidió viajar a 15 invitados al encuentroMás de un centenar de grupos disidentes se unieron y ratificaron el llamado "Acuerdo por la Democracia en Cuba", compuesto por diez puntos, que leyó el excongresista cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart. Al foro asistieron, además de Almagro, altos funcionarios estadounidenses, como Carrie Filipetti, número dos del Departamento de Estado para Latinoamérica.

 

Se trata de los "principios fundamentales de la Nueva República" de Cuba, explicó Díaz-Balart y recordó que hace más de veinte años fue aprobado por el exilio y que "cada palabra fue consensuada".

"Lo importante de un evento como este es que, sin pretender que todos los grupos de oposición al castrismo tengan los mismos programas, se reconozca que el enemigo común es el castrismo y que esto no sólo se le muestre al pueblo de Cuba sino también a la comunidad internacional", dijo Díaz-Balart a Radio Televisión Martí, quien en su discurso, además de explicar las exigencias que hace el Acuerdo, habló de la falta de solidaridad histórica que ha sufrido el pueblo de Cuba.

"El Gobierno español acaba de anunciar que los reyes de España van a Cuba a una celebración de los Castro", agregó el excongresista, quien señaló que "así hay muchos ejemplos espeluznantes y desleznables de falta de solidaridad".

Entre otras, el pacto promueve el sufragio universal directo, el reconocimiento de la libertad de expresión, de prensa, y la legalización "inmediata" de todos los partidos políticos y demás organizaciones y actividades de la sociedad civil.

Según el acuerdo, "el presente régimen se ha mostrado incapaz de asegurar la libertad y la justicia y de promover el bienestar general y la solidaridad humana en nuestra patria".

Presentado como una "clara alternativa a la opresión actual", el documento propone "pasos concretos por el cambio de sistema en Cuba ante el agravamiento de la crisis en la Isla y las consecuencias dramáticas de la injerencia del régimen cubano en el Hemisferio".

Filipetti alabó el "coraje" de los periodistas y activistas de la Isla y denunció los atropellos contra los opositores, con especial énfasis en José Daniel Ferrer y otros tres disidentes de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que fueron detenidos el pasado 1 de octubre tras una redada policial y de los que hace más de tres semanas no se sabe ni su estado ni su paradero.

La funcionaria dijo que estos "abusos" no tienen que pasar desapercibidos, y lamentó que el Gobierno de Cuba ha detenido a Ferrer bajo "falsas acusaciones para justificar su arresto".

Por su parte, Rosa María Payá, promotora de la campaña Cuba Decide, llamó a un minuto de silencio de los asistentes para "recordar a los más de 120 presos políticos" que están en cárceles del régimen.

Payá, destacó que el propósito del Acuerdo es "invitar a absolutamente a todas las organizaciones de oposición y de la sociedad civil" a celebrar la "unidad de propósito de la oposición cubana con el pueblo cubano", en favor "del cambio de sistema, del cambio democrático en Cuba".

El pacto, que fue suscrito por más de un centenar de organizaciones, llama a "una amnistía general para la liberación de todos los presos políticos".

Filipetti anunció al exilio cubano que EEUU prohibirá los vuelos comerciales a nueve ciudades de Cuba a partir del 10 de diciembre, al tiempo que el Gobierno de Donald Trump lo informó en Washington.

La funcionaria, que subrayó que las sanciones "continuarán" y que no se pueden transar las oportunidades comerciales por los valores morales, detalló las nuevas restricciones en medio de la algarabía del exilio cubano.

La medida es "un esfuerzo por restringir los recursos que van al régimen cubano y de manera desproporcionada", dijo Filipetti a EFE.

En ese sentido, Almagro, el principal orador del foro, manifestó que "las políticas de apaciguamiento solamente dan oxígeno" e instó a "ser muy fuertes y ejercer la mayor presión" sobre una dictadura que "es la peor enfermedad que tenemos en el continente".

El secretario de la OEA afirmó que la región tiene una "deuda" con el pueblo cubano, que sufre "la peor dictadura de todas", "parasitaria" de Venezuela y "fracasada", e instó a librarse de todas los regímenes dictatoriales "empezando por Cuba".

El jefe de la organización interamericana aseguró que mientras haya "una dictadura en Cuba, habrá desestabilización en el continente (...) vamos a sufrir en cada uno de nuestros países".

Por su parte, Sylvia Iriondo, de Movimiento Democracia y Madres y Mujeres contra la Represión (MAR), manifestó que el acuerdo ratificado es "sumamente importante" porque persigue un "cambio total, absoluto y verdadero" en Cuba.

Resaltó que es "unitario" y compartido por todas las organizaciones, por encima de sus "diferencias estratégicas".

Filipetti agregó que es una "maravillosa oportunidad" para que los disidentes cubanos muestren que están unidos en su lucha por la libertad.

"Nosotros, como Estados Unidos, solo estamos aquí para mostrar nuestro apoyo a los activistas cubanos", dijo la funcionaria.

"Este encuentro declara una unidad de propósito", expresó por su parte Payá.

En declaraciones a la Voz de América, Payá calificó el evento como "histórico", porque ratifica el propósito de unidad de la oposición cubana con el pueblo cubano.

Otro de los invitados internacionales fue el político y psicólogo de origen rumano Dragos Dolanescu, diputado a la Asamblea Nacional de Costa Rica, quien presentó ante parlamento de su país la denuncia de la comisión internacional Justicia Cuba contra el régimen cubano como violador de los derechos humanos. Otros de los oradores fueron Blanca Reyes, activista del movimiento opositor Damas de Blanca; y Sylvia Iriondo, presidenta de M.A.R. por Cuba; y Rolando Montoya, presidente interino de Miami Dade College.

“Cuba resurgirá de sus propias cenizas, pero es obligación sagrada de todos los cubanos -tanto de los que viven en la isla oprimida como en la diáspora- poner las manos en el arado sin mirar atrás, sino a lo más profundo de nuestros corazones para convertir las cenizas en semilla fecunda de amor y creación. Ahora, como hace 100 años, nuestra aspiración nacional continúa siendo construir una República basada en la fórmula del amor triunfante”, concluye el Acuerdo, cuyo objetivo final es el restablecimiento de la democracia en Cuba.

DIARIO DE CUBA y MARTINOTICIAS

ACUERDO POR LA DEMOCRACIA EN CUBA

 

Nosotros, cubanos conscientes de la necesidad de un cambio trascendente en las estructuras políticas, sociales y económicas de nuestro país, nos juntamos más allá de nuestras estrategias en favor de la liberación para afirmar ante nuestro pueblo y la comunidad internacional los postulados esenciales que substancien la alternativa democrática al despotismo que impera actualmente en nuestra patria.

Afirmamos que la nación cubana es una sola en el territorio nacional y en la diáspora. Creemos que todos los cubanos tenemos el derecho a ser iguales ante la ley y la nación, con dignidad plena que no puede ser sometida a ninguna discriminación. Entendemos, asimismo, que el presente régimen se ha mostrado incapaz de asegurar la libertad y la justicia y de promover el bienestar general y la solidaridad humana en nuestra patria. Por eso desde ahora establecemos, mediante un gran consenso nacional y como una clara alternativa a la opresión actual, este:


Acuerdo por la Democracia en Cuba.

 

Reconocemos como principio fundamental de la Nueva República que Cuba es una e independiente, cuya soberanía reside en el pueblo y funciona mediante el ejercicio efectivo de la democracia representativa pluripartidista, que es el gobierno de la mayoría con respeto absoluto a la minoría.

Todo gobierno tiene que respetar la soberanía del pueblo, por tanto, al fin del régimen tiránico actual, el gobierno provisional o de transición tendrá la obligación de devolverle la soberanía al pueblo mediante las siguientes medidas:

  1. Garantizar la participación del pueblo en las decisiones de la nación, a través del ejercicio del sufragio universal directo y secreto para elegir a sus representantes y el derecho a postularse para cargos públicos.

  2. Promulgar de inmediato una amnistía general para la liberación de todos los presos políticos, incluyendo a aquellos condenados por falsos delitos comunes, y cancelar las causas políticas pendientes contra los cubanos exiliados, para facilitar su regreso a la patria y su reincorporación a la vida nacional.

  3. Organizar un poder judicial independiente, imparcial y profesional.

  4. Reconocer y proteger la libertad de expresión, de prensa, de asociación, de reunión, de manifestación pacífica, de profesión y religión.

  5. Amparar a los cubanos contra todo tipo de desalojo arbitrario de sus viviendas así como contra toda detención, registro, allanamiento, confiscación o agresión arbitraria, y contra la violación de su correspondencia, documentos, y otras comunicaciones y defender el derecho de todos a la intimidad y el honor.

  6. Legalizar de inmediato a todos los partidos políticos y demás organizaciones y actividades de la sociedad civil.

  7. Referirse a la Constitución de 1940 en lo aplicable, durante el período de transición, y convocar a elecciones libres con la supervisión de organismos internacionales en un plazo no mayor de un año, para un Congreso Constituyente que establezca una Constitución y que durante su existencia pueda legislar y fiscalizar al Ejecutivo. Lograda así la legitimidad democrática, convocará a elecciones generales según establezca la Constitución.

  8. Reconocer y proteger la libertad de gestión económica; el derecho a la propiedad privada; la libertad sindical; el derecho al convenio colectivo y a la huelga; el derecho a la participación real del pueblo cubano en el desarrollo económico; y el acceso a la salud y la educación públicas e iniciar el reestablecimiento de los valores cívicos en la misma.

  9. Tomar con urgencia medidas para proteger la seguridad medioambiental y proteger y rescatar el patrimonio nacional.

  10. Propiciar y garantizar la profesionalidad, dignidad y neutralidad política de las Fuerzas Armadas y crear cuerpos de orden público cuyas normas de conducta se ajusten a los principios de este Acuerdo.

 

Cuba resurgirá de sus propias cenizas, pero es obligación sagrada de todos los cubanos –tanto de los que viven en la isla oprimida como en la diáspora poner las manos en el arado sin mirar atrás, sino a lo más profundo de nuestros corazones para convertir las cenizas en semilla fecunda de amor y creación. Ahora, como hace 100 años, nuestra aspiración nacional continúa siendo construir una República basada en la fórmula del amor triunfante.

Última actualización el Sábado, 26 de Octubre de 2019 11:35