Polémica por la construcción de torre de 42 pisos en La Habana Imprimir
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 11 de Mayo de 2018 01:36

LA HABANA.- Una carta de protesta por la construcción de una torre de 42 pisos que albergará el hotel más alto de Cuba, en el centro de la zona capitalina del Vedado, ha circulado este jueves por correos electrónicos en la isla caribeña.


El proyecto del “rascacielos” habanero nombrado “La Torre K” ha sido anunciado inclusive en la Mesa Redonda de la TV estatal. De acuerdo al texto de la misiva, su autor, quien es un especialista del ramo, habría participado en debates en la fase conceptual del proyecto.

La protesta del especialista incluye una crítica a la situación actual del fondo habitacional y la infraestructura técnica en la capital cubana, así como al sacrificio de espacios públicos por el bien del turismo.

Este es el texto íntegro de la protesta:

Llevo días pensando en el Hotel Torre K. Me lo cuestiono por muchos aspectos. Hay necesidad de grandes inversiones… sí, hay necesidad y hay necesidades…

Necesidad de asumir como gran torre la elevación del nivel general de vida de la población, más allá de los ratificados logros en Salud y Educación que pueden ser “valorados” internacionalmente y aun “cuestionados” por muchos de sus mismos ejecutantes, promotores y usuarios nacionalmente…

De erradicar asentamientos infrahumanos, barrios, ciudadelas, albergues y casuchas que no responden a condiciones mínimas de habitabilidad humana…

De mejorar la infraestructura técnica y de servicios de las ciudades más allá del embellecimiento puntual de establecimientos, bulevares o plazas…

De garantizar la higiene urbana y del medio ambiente correcta y sistemáticamente…

De que la comunidad participe real y efectivamente en la toma de decisiones del qué hacer, cómo hacerlo, con qué presupuesto, en cuáles etapas, y con un sistema de exigencia y control abierto, transparente y sin secretismos, que afiance y asegure la verdadera participación popular en el desarrollo y consolidación de la vida social, cultural, y política del país…

De consolidar el sistema legal y jurídico y los medios de control, donde decretos, resoluciones, dictámenes, reglamentos, sanciones y las leyes mismas se inicien, divulguen y afiancen desde una verdadera participación comunitaria…

De permitir la libre contratación, empleo, trabajo y asociación de profesionales y trabajadores como personas jurídicamente acreditadas, implementar correctamente las normas, procedimientos y reglamentaciones a tal efecto, fortaleciendo el sistema de precios, salarios, impuestos, tributos y controles, en beneficio y garantía de la seguridad social…

De consolidar la economía; saber consciente y objetivamente, como país y colectivo social con qué capital contamos, las vías y etapas propuestas para su desarrollo y su distribución, para lograr el cumplimiento de las metas que nos tracemos a nivel del barrio, de la comunidad, de la ciudad, provincia y país…

De impulsar la libertad de expresión en los medios, afianzar el principio de la búsqueda de la verdad, en la confrontación objetiva, clara y precisa de puntos de vista diversos; educar en los valores éticos y estéticos, promover el buen diseño en sus diferentes escalas, de mi casa, al barrio, a la ciudad, al territorio…

Entonces hablemos de las decisiones que se implementan, molestan, agreden y obvian la participación misma como profesionales cubanos o simples ciudadanos, de muchos de nosotros que vivimos dentro y fuera del país y que queremos que Cuba y su imagen no se degrade y destruya; que la prosperidad asiente las bases de una cultura compartida, inclusiva y sólida, de valores humanos universales, afianzando una plena y verdadera libertad de expresión, de acción y de vida…

Si, debemos atraer al inversionista extranjero: oír sus deseos e intereses, conversar, negociar, tratar de convencer, si fuera el caso, de otras alternativas posibles y cerrar el negocio en la manera más conveniente para ambas partes; no perderlo, lo necesitamos.

Sabemos que cuando se comienza una relación contractual de extranjeros con empresas de inversiones o de proyectos nacionales, se paga. Hay dinero de por medio que hay que saber manejar, controlar sus usos y desviaciones, sobre todo previendo una NO solución contractual al final.

Entonces anoto: Participé ―junto a otros profesionales invitados― en una reunión el pasado año en Planificación Física de Ciudad de La Habana, donde el grupo ALMEST, presidido por la Directora de desarrollo Daysi Malvares Moret, presentó la propuesta de Hotel para 23 entre K y J y se les negó la micro localización entre otros factores por sobrepasar la altura del Hotel Habana Libre y no cumplimentar las ordenanzas y regulaciones vigentes para el Vedado. Fueron varias las críticas y sugerencias, desde aspectos formales relacionados con la enorme pared bloque pantalla que se levantaba sobre la ciudad, actualización estilística considerando el repertorio internacional y adecuando estas búsquedas al contexto urbano de inserción, la importancia y requisito del completamiento como espacio público social del “hueco” más allá de la prolongación de la calle, sugerencias de no abandonar el área y de llevar la propuesta a 2 Torres de menor altura,; en fin debe haber acta de todo esto.

Con sorpresa nos enteramos que los elementos que se le señalaban era la SEGUNDA vez que se les indicaban, ya que se les había negado una primera vez la licencia, documento oficial que se nos mostraba. ¿Qué papel estábamos interpretando, como profesionales invitados, en esa reunión? Di por sentado la explicación de que este segundo encuentro “orientado por el nivel superior” era para que el grupo enriqueciera sus criterios y adecuara la solución propuesta a los disímiles enfoques que se les expusieron. Triste y doloroso es enterarse por amigos y lograr ver después en la prensa digital, no la pública tradicional y escrita, que se va a comenzar la construcción del hotel más alto de cuba, en el mismo sitio y con la misma propuesta de intervención que se les negó en 2 ocasiones. Razón tuvo el comentario de “olvídate, esto lo van a hacer de todas maneras”…

¿Quién autorizó obviando todo lo anterior la “Torre K”?

Personalmente no insistí en esclarecer el papel que como “asesores profesionales invitados” estábamos jugando en aquella segunda reunión. Obvié esto y conversé al final con el grupo de ALMEST, ofreciéndole relacionarlos con proyectos y tesis de la Facultad de Arquitectura donde se habían desarrollado para el mismo emplazamiento y hasta para el área del demolido edificio Alaska en 23 esquina a M, actual parqueo del Partido Provincial, propuestas de edificios en altura con códigos modernos que se insertaban bien en el contexto y que cumplían las normas y regulaciones urbanas aprobadas y en vigor para el Vedado. Indagué sobre precisiones y deseos de los inversionistas FRANCESES, donde me puntualizaron la importancia del nivel de 5 Estrellas Plus de alojamiento, de los 10 pisos VIP y el deseo expreso de tener terraza con piscina desde donde se pudiera observar TODA la ciudad y el mar; que estaban muy apretados en el tiempo, pues tenían que presentar YA las propuestas de ubicación, las ideas conceptuales y comenzar a elaborar los proyectos.

Entonces… por aquello de no dejar escapar la necesaria inversión ¿Se han estudiado otras alternativas de ubicación donde la altura o emplazamiento garantice una efectiva vista de toda la ciudad y del mar? Regla tiene alternativas, sin ir a la desmedida torre de 42 pisos, desde el emboque en la desactivada central eléctrica… en la península dominando la entrada de la Bahía, con relación directa a la llegada de cruceros y yates y el futuro uso turístico recreacional previsto en toda el área… más arriba en la abandonada Colina Lenin, donde con menos altura y ajustando el número de habitaciones se lograrían exclusiva ubicación, vistas y aislamiento, claro esto implicaría ayudar a la comunidad a mejorar el entorno habitacional, que complacida de esto actuaría consecuentemente. En situación similar podemos hablar de la Loma del Mazo o la de Chaple, en Diez de Octubre, con casas posibles a refuncionalizar y terrenos libres, o la misma Loma del Burro; claro esto implicaría la mejora de las condiciones de accesibilidad y el entorno… Hablamos de emplazamientos cercanos a la costa y donde la altura es posible, el terreno del antiguo Hotel Trocha en Calzada y 2 en el Vedado, claro hay que superar alturas y competencias de buena arquitectura como la del Hotel Riviera, no hablemos del Meliá que es una copia reducida a la mitad de pisos de uno similar en Japón… Seguimos por la costa y atravesamos el río Almendares y sí, en la Puntilla… disculpen pienso y me vienen lugares a la mente, sin serios análisis que indaguen sobre las redes eléctricas, de agua e hidrosanitarias, resistencia del suelo, el manto freático y muchas otras condicionantes a considerar. Pienso en alternativas y al hablar de las casas, me viene a la mente el plan, el increíble planteamiento español de las “casas con encanto”, para promover el reacondicionamiento de muchas viviendas, fincas en la campiña donde se oferta en lugares típicos, a veces únicos, disfrutar de una estancia tranquila alejada del bullicio de la ciudad y de los centros urbanos y entonces pienso en el Vedado, donde la existencia de decenas de magníficas mansiones se pudieran rescatar y refuncionalizar, propiciando a las familias albergadas, hacinadas y con condiciones mínimas de habitabilidad, nuevos asentamientos que mejorarían su nivel de vida y la imagen misma del Vedado; pueden inclusive fomentarse cooperativas de servicios de limpieza, lavado de ropa y comidas, que al igual que en España, brindan el servicio a muchísimas de estas viviendas dispersas allá en el campo, aquí más cercanas. Y con la mente en el Vedado vuelvo al emplazamiento de 23 y K, de la Torre K de 42 pisos y 565 habitaciones… pensemos, desde la piscina y las habitaciones VIP, sí, verán el mar, la costa Noreste del malecón Habanero, no la entrada de la bahía ni la ciudad histórica, ni Centro Habana, verán el Vedado y no todos los huéspedes, solo los que “accedan” a las alturas y al bajar, al salir a la calle, es decir al entrar en la ciudad, (pensemos que con un 80% de ocupación de las habitaciones son 420 habitaciones y que para un conservador índice de ocupación de 1,5 huéspedes x habitación, suman 630 personas) que, no sé realmente el incremento de la densidad humana en estas “ocupaciones” urbanas como se calcula, pero presiento que se producirá un notable incremento de la densidad poblacional ya marcada por la población que usa y disfruta el mismo centro más activo de la ciudad ―L y 23 y La Rampa―; conozco ya de opiniones negativas de turistas por la pérdida de la imagen urbana por el incremento de la población turística transitoria pero invasora, en Trinidad, Viñales y en la misma Habana Vieja. Desfiles y densidades humanas que hacen se pierda la imagen a apreciar de los espacios públicos y de la misma arquitectura, lamentablemente subvalorada y muchas veces ignorada en medio del desarrollo continuo de una cultura impositiva.

¿Queremos que esto suceda en La Habana? ¿Que se degrade su imagen? ¿Que se nos ignore como profesionales o ciudadanos? No, no lo deseo: seguir construyendo el futuro implica replantearnos los males del presente y PARAR YA.


CUBANET