El calificación española pasó de AA+ a AA- y quedó con perspectiva negativa. La agencia tomó la decisión por las débiles previsiones de crecimiento y las dudas sobre la reducción del déficit público

Los argumentos que dio la sociedad de medición de riesgos fueron, en primer lugar, la intensificación de la crisis del euro y la reducción en las perspectivas de crecimiento a medio plazo. Además, tuvo en cuenta los riesgos en la consolidación fiscal que representan los desfases presupuestarios de las comunidades autónomas, que en octubre rozan el objetivo máximo fijado para todo el año.

No obstante, Fitch -una de las tres que dominan el negocio- aclaró que la rebaja no implicará recortes en las empresas españolas, lo que es relevante por el impacto que tendría una sucesión de descensos en la nota de los bancos en plena crisis del sector financiero europeo. La calificación de AA- es la cuarta más alta del ranking de esa calificadora, recordó el el diario español El País.

La sociedad explicó que la nueva nota incluye la previsión de que en caso de un mayor deterioro de la situación de España en los mercados de deuda contará con el apoyo de sus socios. "En un caso extremo, el Banco Central Europeo o el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera darían su respaldo para evitar una eventual crisis de liquidez", indicó.

Junto a las dificultades para cumplir con las metas de reducción del déficit, Fitch también recordó que, como advirtió al poner en revisión la nota española en marzo pasado, "una solución creíble y exhaustiva a la crisis es política y técnicamente compleja". "Llevará tiempo conseguirla y recuperar la confianza de los mercados", agregó.

Consideró, además, "que España es especialmente vulnerables a las perturbaciones" que llegan desde el exterior, como consecuencia de la elevada deuda pública y la fragilidad de la recuperación económica, entre otros factores.

La calificadora evaluó la debilidad estructural del mercado de trabajo español, lo que se refleja en que tiene una tasa de desempleo superior al 20%, muy por encima del resto de sus socios europeos. Sin embargo, señaló que aunque la recuperación a medio plazo será mediocre, se espera que a partir de 2015 la tasa de creación de empleo sea superior a la media del bloque europeo.

El premier israelí, Benjamin Netanyahu, criticó la petición unilateral de Palestina de ser reconocida como Estado. Cuestionó a la ONU por presentar a su país "como un villano" y pidió retomar las conversaciones de inmediato

"Hoy vine a decir la verdad, no a buscar aplausos, y la verdad es que Israel quiere la paz. Yo la quiero y en el Oriente Medio la paz debe estar anclada en la seguridad", señaló Netanyahu. "Debemos lograrla por negociaciones directas y no por resoluciones", agregó.

El primer ministro israelí criticó a Palestina por negarse a dialogar y afirmó: "(El presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud) Abbas dijo que los palestinos están armados con sueños. Sí, con eso y con 10 mil misiles y cohetes que les dio Irán".

Recordó que fue la misma Asamblea General de la ONU la que aplaudió a su país cuando se retiró de Gaza. "En un sólo día, colapsó la Autoridad Palestina. Hubo una guerra", indicó tras responsabilizar a Hamas y al gobierno iraní de proveerla de armamento.

"Israel puede preguntarse cómo vamos a evitar que eso vuelva a ocurrir, pero con Cisjordania. ¿Alguien de ustedes, al ver un peligro tan cerca de sus familias, actuaría de manera tan descarada?", interrogó. "Por eso, hay que tener un acuerdo de seguridad real, que los palestinos se niegan a negociar".

El premier israelí acusó a la comunidad internacional por "pedir concesiones importantes mientras alaba a aquellos que están dispuestos a alimentar al cocodrilo del islam". "Critican a quien quiere con un muro dejar afuera ese cocodrilo o ponerle un palo en sus fauces. Ante esas malas ideas, tenemos que buscar un mejor consejo: más vale prevenir que curar", manifestó.

Netanyahu advirtió que un futuro Estado palestino será un Estado libre de judíos. "Eso sí que será una depuración étnica. Eso es racismo. Tienen leyes que castigan con muerte la venta de tierras a judíos", denunció. "El núcleo del conflicto no son los asentamientos, es el rechazo a la existencia de Israel. ¿Vamos a dividir a la mitad de nuestro país y se la vamos a dar un Estado palestino que no está en paz con el pueblo israelí?", subrayó.

Sin embargo, reiteró la predisposición para negociar la paz en esa región e, inesperadamente, invitó al presidente palestino Abbas a reunirse este mismo viernes en el edificio de la ONU. "Nada nos lo impide. Estrecho la mano de Israel en paz y espero que tome esta mano. Los dos somos hijos de Abraham. Nuestros destinos están unidos", dijo.

En otro pasaje de su duro discurso, Netanyahu cuestionó a la ONU al asegurar que presenta a Israel como el villano mientras que los verdaderos villanos ocuparon puestos en el organismo. Recordó que el Irak de Saddam Hussein estuvo a cargo de la Comisión de Desarme y que la Libia de Muammar Khadafi presidió la de Derechos Humanos. "Hezbollah controla el Consejo de Seguridad", denunció.

"En 1975, fue aquí que se forjó un acuerdo histórico con Egipto por las tierras, pero en lugar de elogiarlo fue criticado. Y fue aquí, año tras año, que Israel fue injustamente condenado", sostuvo. "Las mayorías automáticas deciden cualquier cosa. Pueden decidir el lado por donde el sol se pone".