Hay que boicotear a Meliá por ser cómplice del castrismo |
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Escrito por Indicado en la materia
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Domingo, 30 de Junio de 2013 15:34 |
Por Huber Matos Araluce.-
Una información de la Agencia France Presse desde La Habana, anuncia que la cadena de hoteles Meliá abrirá este año su instalación hotelera número 26 en Cuba, junto a una de las mayores marinas del Caribe que tiene 1200 atraques para yates y que es parte de este complejo turístico de Meliá y la empresa castrista Gaviota. Por lo visto Meliá apuesta y ayuda a que el castrismo dure hasta finales del siglo o más.
Este contubernio entre una empresa capitalista española y la dictadura en Cuba no es nada nuevo. Ha sido un largo proceso en el cual tanto Meliá como el castrismo han sacado jugosos beneficios. Mientras más recursos tenga la dictadura más podrá reprimir a los opositores que luchan por la democracia y más podrá explotar al pueblo cubano.
En sus negoios para Meliá no hay consideraciones morales, lo que les importa son las ganancias. A eso es a lo que se llama el capitalismo salvaje, una modalidad de la empresa privada que busca la oportunidad de hacer dinero sin importar las consecuencias de sus actividades. Para ellos lo que importa es el “cash”.
Quienes respaldamos otro tipo de capitalismo creemos que Meliá debe pagar un precio por el atropello en que está involucrado.
Ningún cubano en el mundo debía ir a un hotel de Meliá y cada uno de nosotros debía persuadir a todo el que conozca que no debería hospedarse en ningún establecimiento de esa cadena hotelera.
Sería una forma de solidaridad democrática con quienes luchan por la libertad en Cuba. No necesitamos una organización para poner en marcha un boicot, podemos tomar tomar esa decisión en forma individual e inmediata.
Podría hacerse una campaña con este objetivo, pero esto implicaría tiempo, organización y recursos. No compliquemos las cosas ni pongamos excusas, lo que hay que hacer es que cada uno por su cuenta comience a boicotear a Meliá.
Lo segundo que podemos considerar es como se va a penalizar a los ejecutivos de Meliá una vez que la democracia llegue a Cuba. Los responsables de este contubernio deben ser acusados de complicidad con la dictadura. Esto implica tipificar el delito en una ley durante el periodo de transición o provisionalidad. Pero tampoco hay que esperar, las organizaciones opositoras pueden manifestarse el respecto. Espero que el CID lo haga lo antes posible.
Lo tercero es que Meliá como empresa debe pagar por su asociación con la dictadura. En este sentido creo que debe ser demanda en los tribunales de Cuba democrática y que sus activos en nuestro país deben ser congelados, expropiados o confiscados inmediatamente. Tampoco hay que esperar para estudiar y discutir todo el aspecto legal del asunto. Se puede empezar ya.
Por último no voy a perder la oportunidad de señalar lo que es obvio. Ni a Melia ni al gobierno español le interesan un cambio democrático en Cuba. Son muchos miles de millones de dólares los que están en juego. En consecuencia, al ser parte interesada en la permanencia del castrismo, cualquiera que sea la modalidad en que este quiera reciclarse, el gobierno español no sería neutral en una transición negociada en Cuba. No se puede ser parte y juez.
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¿Pluripartidismo en una nueva Constitución cubana? |
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Escrito por Indicado en la materia
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Viernes, 28 de Junio de 2013 14:52 |
Por Martha Beatriz Roque.-
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -En el año 1902, Cuba estrenó su nueva Constitución como República. Y en 1940, se instituyó la que fue considerada una de las mejores Cartas Magnas del continente americano. Con respecto a ella, en La Historia me Absolverá, Fidel Castro dijo: “La primera ley revolucionaria devolverá al pueblo la soberanía y proclamará la Constitución de 1940, como la verdadera ley suprema del Estado”.
Claro está, después de tomar el mando, este estatuto democrático no le servía, ya que, en primer lugar, dejaba bien claro la existencia de los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Y aquí, desde el primer momento -en 1959-, se ejerció uno solo y se le mostraba al pueblo con barbas.
No obstante, recientemente, y de manera somera, Raúl Castro habló de reformar la Constitución de la República, la que fue puesta en vigor en 1976, y modificada en 1992 y 2002. De igual forma, planteó que habrá un límite en los períodos electorales. Esto, acompañado de toda una serie de cambios que están concebidos en los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, requiere de una modificación de la Carta Magna.
Pero, aunque no se tiene definido quién será el heredero de la realeza, algunos apuestan por Miguel Díaz Canel, al que, debido a sus propiedades físicas, ya decadentes en Machado Ventura y en el propio Raúl Castro, se le concedió la mitad menos comprometida del asiento derecho del trono. Porque la que más vale –constitucionalmente- la sigue teniendo “Machadito”, Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba.
Sin embargo, el panorama político, tanto nacional como internacional, apuntan hacia algún cambio que quizás sorprendería a muchos, aunque para otros es parte del espectáculo teatral que siempre prepara el régimen. Podría plantearse en la próxima Constitución la posibilidad de existencia de otros partidos políticos, para continuar con la línea de cambios “raulistas” que algunos aplauden.
Esto sería definitivo para los que –desde el otro lado del mar- esperan una apertura, e incluso hasta para los europeos. ¿Pero realmente se concederá esa libertad, sin trampas ni amaños politiqueros? Más bien habría que pensar que es algo que se viene preparando desde hace tiempo. Algunos de los factores que entraron en este espectáculo, ya se han puesto viejos, pero una nueva camada de títeres está en el podio de premiaciones.
Después de tantos años de espera, cualquier intento da igual, e incluso a los que desde lejos tienen aspiraciones a la presidencia de la República, les resulta conveniente este tipo de juego manipulado, porque conocen perfectamente a los elegidos y los apoyan y promueven internacionalmente.
En la actualidad, el cese del embargo, llamado “bloqueo” en el lenguaje eufemístico del régimen, se ha convertido en una obsesión para el gobierno cubano, y hasta el más mínimo paso de restablecimiento en la normalidad de las relaciones con los Estados Unidos, lo condicionan a ello. No obstante, se han reanudado las conversaciones para la normalización del correo entre ambos países. El gobierno del presidente Obama vuelve a caer en el juego de otros demócratas que han habitado la Casa Blanca: conversar con sordos.
Si se logra convencer a dos factores externos importantes -lo cual no se considera difícil-, la solución del pluripartidismo en una nueva Constitución sería algo viable. El mismo tipo de marioneta que se utiliza para levantar la mano en la Asamblea Nacional del Poder Popular, está lista para asumir el rol opositor. El esquema de la eliminación del embargo, como justificación principal, está tocando a la puerta.
Tomado de CUBANET
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Última actualización el Viernes, 19 de Julio de 2013 11:59 |
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1963, el año del cuero duro |
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Escrito por Indicado en la materia
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Lunes, 24 de Junio de 2013 10:23 |
Por PEDRO CORZO.-
El historiador cubano Enrique Encinosa, autor de Escambray la guerra olvidada, señala que fueron los esbirros más fieles del castrismo, los efectivos que integraban las tropas elites de las mal llamadas Lucha Contra Bandidos, los que bautizaron ese año de 1963 como el del cuero duro, porque fueron muchos los combates que se produjeron entre las guerrillas que enfrentaron el totalitarismo con las huestes que ayudaron a imponer en Cuba una dictadura de más de cinco décadas.
Encinosa rescató del olvido la gesta de un número de cubanos que lo dieron todo por la tierra en que nacieron. Fue un trabajo duro, que demandó mucha investigación y en la que el autor contó con la asistencia de varios alzados y colaboradores que sobrevivieron a la lucha, entre ellos Enrique Ruano.
Todas las semanas se producían combates y todas las noches se fusilaba al menos un cubano.
Cierto que la Sierra del Escambray es en alguna medida el símbolo de la lucha guerrillera contra el castrismo, pero alzados en armas hubo en todo el país, incluidos los llanos matanceros, camagüeyanos y habaneros, al igual que en las montañas de Oriente y Pinar del Rio.
Esta es una apretada síntesis de aquel aciago año, porque es imposible referir a todos los mártires.
A los cuatro días de enero, cerca del cementerio de Manicaragua, en las estribaciones del Escambray, once guerrilleros, incluido su jefe Porfirio Guillén, perdieron la vida en un cruento combate.
Febrero 28 cayó en el monte de las Cuarenta Caballerías con 12 de sus hombre el comandante Tomas San Gil, jefe de todos los insurgentes que operaban en el Escambray. Ese mismo día fue fusilado en Santiago de Cuba junto a otros dos guerrilleros Roberto Arias.
En marzo en un sitio conocido el Algarrobo cayeron seis guerrilleros de la unidad que comandaba el capitán Ramón del Sol. Veinte días después es abatido en Limonares, Matanzas, el jefe guerrillero Juan Jose “Pichi” Catalá con cinco de sus hombres. En la misma provincia muere en combate Pedro “Perico” Sánchez con varios de sus hombres, entre ellos dos de sus hijos.
En Raisua, mayo 26, cerca de Encrucijada, Las Villas, muere en combate junto a nueve de los integrantes de su guerrilla el capitán Domingo Gonzalez, “Mingo Melena”.
En el enfrentamiento de La Sortija, al sur de Las Villas como resultado de dos días de combate mueren siete guerrilleros que comandaba Manuel Tito Otero. El resto de los guerrilleros, todos heridos, lograron escapar.
El trece de julio en La Ceiba, Escambray, veintiún guerrilleros fueron asesinados. Todos habían estado presos por más de dos años en el presidio de Isla de Pinos y fueron trasladados a Las Villas para su ejecución.
Aldo Chaviano, sobreviviente, recuerda la masacre con dolor. Primero fusilaron a dos, el resto con las manos atadas fue situado frente a un farallón. Recuerda que tres camiones alumbraron el lugar y que el fuego de fusilería no se hizo esperar, sesgando la vida de 19 hombres.
En septiembre la guerrilla que comandaba Demetrio “Nano” Pérez que operaba en el centro norte de Las Villas fue capturada. Dos meses después fue fusilado con seis de sus hombres. Ocho efectivos de la unidad que comandaba murieron en combate en un lapso de pocas semanas.
El 15 de octubre murió en combate, en Palma Soriano, Oriente, el guerrillero Luis Argüello; unos días más tarde en Pinar del Rio, cayó el jefe de las guerrillas de la provincia, Diomedes Hernández Falero. El mismo día fusilaron en Camagüey a tres insurgentes.
En la finca San Pedro, Corralillo, es cercado Agapito “Guapo” Rivera resultando gravemente herido. Su hermano Francisco murió al igual que otro hermano suyo y nueve primos.
En Guasimal, Las Villas, se produjo uno de los combates más cruentos de aquella guerra campesina. El comandante Maro Borges con una veintena de guerrilleros mal armados y con menos municiones fue cercado. Once murieron en el combate. Muchos resultaron heridos. Su hermano Elías recibió 17 impactos de bala, Raúl García también resultó gravemente herido. Ambos fueron apresados, pero Maro, aunque recibió un impacto de fusil en el pecho, logró escapar con el resto de sus hombres.
El 19 de diciembre, en los cañaverales del Central Portugalete, Las Villas, el comandante Luis Molina, que había escapado herido de La Sortija cae junto a cuatro miembros de la familia Otero y otros tres guerrilleros.
Un apretado resumen de un año extremo en la lucha contra el totalitarismo castrista que se ha caracterizado por la crueldad del régimen y el desprecio a la vida y los derechos de los ciudadanos.
Lamentablemente la lucha sigue, y los que sobrevivan es de esperar siempre honren a los que cayeron.
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Las Protestas en Brasil y el Ocaso de la Izquierda Latinoamericana |
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Escrito por Indicado en la materia
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Domingo, 23 de Junio de 2013 17:31 |
Por Jorge Hernández Fonseca.-
Brasil nunca había visto fenómeno semejante, espontaneo y popular, que ha llevado a la clase media a las calles de las ciudades acusando directa e indirectamente los turbios manejos de la administración pública, hecha desde el mayor partido de la izquierda latinoamericana.
Las Protestas en Brasil y el Ocaso de la Izquierda Latinoamericana
Jorge Hernández Fonseca
23 de Junio de 2013
Los acontecimientos que se desarrollan en el gigante sudamericano desde hace dos semanas tiene lecturas diversas, todas asociadas a la inconformidad de amplios sectores sociales con las políticas públicas desarrolladas por los varios niveles del gobierno brasileño en los municipios, los estados y la federación. Algunas de las lecciones contenidas en los “recados” que el pueblo en las calles ha pasado a los políticos en el poder, deben ser analizadas con detenimiento.
Si bien las protestas callejeras no son directamente para “derrocar” el gobierno federal, como sucedió en el norte de África durante la llamada “primavera árabe”, todos los reclamos le incumben de manera directa. Siendo el gobierno brasileño actual conformado por dirigentes del mayor partido de la izquierda marxista latinoamericana, es notorio que demorara para posicionarse ante las manifestaciones y para tomar acciones directas, que todavía no llegaron.
Hay hechos ocurridos durante los actos de calle, que desmontan el discurso populista de la izquierda marxista brasileña. El llamado “Movimiento por el Pase Libre”, MPL, que fue uno de los iniciadores de las manifestaciones cuando comenzaron en San Pablo como reacción al incremento del valor de las tarifas de ómnibus urbanos, trenes y metros paulistas, se deslindó recientemente de la organización de “nuevas manifestaciones”, pensado equivocadamente que, como había inicialmente convocado protestas contra el aumento de los pasajes del trasporte urbano, por esa razón era quien lideraba las acciones de calle a nivel nacional. Se equivocaron.
El MPL no es más que una organización fachada, como los son el Movimiento de los Sin Tierra, MST, el Movimiento de los Sin Casas, MSC, dependiente de alguno de los partidos de la izquierda brasileña, estructurado para actuar como “movimiento social”, de manera a influir en determinados sectores álgidos de la sociedad, con vistas a tumultuar la paz social llegado el momento, es decir --ahora-- cuando creían haber capitalizado las manifestaciones.
La reveladora razón expuesta por el MPL para decidir no organizar nuevas manifestaciones (que lógicamente continuaron produciéndose a lo largo y ancho de la geografía del Brasil) fue que “el movimiento popular había sido tomado por la derecha”, debido a que no se le permitía a los partidos de izquierda enarbolar sus banderas rojas (cosa que intentaron hacer en medio de las protestas y fueron reprimidos por los propios manifestantes, los que rasgaron y quemaron sus banderas con gritos de “fuera los partidos”) aspecto que desenmascaró objetivos ocultos.
Este proceder social, en todas las manifestaciones populares, de todas las ciudades de Brasil, muestra como la población que ha ido a las calles identifica el oportunismo propio de los partidos marxistas (el “librito” marxista establece que un grupo pequeño y organizado de militantes comprometidos capitalice siempre las protestas populares en su provecho). Brasil no ha permitido que los marxistas hagan suya la protesta popular, que no sólo no les pertenece, sino que en realidad critica fuertemente al partido marxista en el poder y a sus sustentadores.
Las manifestaciones son claramente --y sobre todo-- contra un grupo de hechos escenificados precisamente por el partido de gobierno. Comenzando por la complicidad con varios de sus militantes corruptos, condenados en juicios públicos nada menos que por el Tribunal Supremo de Justicia, los cuales han sido promovidos a diputados federales, afrontando así la ética social y la moral partidaria. Lo anterior se suma a decisiones multimillonarias que el gobierno decidió para construir suntuosos e innecesarios estadios de fútbol, incluso en ciudades que carecen de times de primera categoría, sólo para contentar a la Federación Internacional de Fútbol, FIFA, con la cual ha estado en contubernio pernicioso contra los intereses y la dignidad brasileña.
Todo lo anterior está hoy en las calles, en forma de protestas reflejadas creativamente en los carteles improvisados por los manifestantes como “Queremos Escuelas de Padrón FIFA”, “Sin Partidos”, entre otros lemas y consignas que acusan directamente al gobierno actual.
Brasil nunca había visto fenómeno semejante, espontaneo y popular, que ha llevado a la clase media a las calles de las ciudades acusando directa e indirectamente los turbios manejos de la administración pública, hecha desde el mayor partido de la izquierda latinoamericana. Este fenómeno desde luego no es aislado, a pesar de no tener relación con entidades externas. La lección inmoral dada por el Socialismo del Siglo XXI en las últimas elecciones venezolanas --país donde el movimiento chavista literalmente acabó-- sumado al descalabro evidente y lastimoso de un Raúl Castro empobrecido enarbolando “bandera blanca” ante Washington, señalan el signo de los tiempos asociado al ocaso de la opción marxista en Nuestra América.
Todos hemos observado como el marxismo latinoamericano se ha ido metamorfoseando, partiendo del extremismo estatizante, guerrillero e intervencionista cubano de los años 60 y 70 del siglo pasado, pasando por las variantes “venezolana” (socialismo del siglo XXI), todavía en la extrema izquierda, hasta el “socialismo light” de Lula da Silva en Brasil, que acaba de estallar en medio de un descontento popular como no se había visto nunca antes y que nadie sabe hasta donde pudiera llegar, porque un pequeño grupo de militantes marxistas insisten en depredar sin límites y romper la paz social, que pudiera implicar en una restauración traumática.
Para Cuba, esta situación tiene desde luego lecciones importantes. Considerando que existen tres niveles diferentes de socialismos actuando desde los gobiernos en Latinoamérica --el socialismo cubano, una dictadura represiva con economía estatizada (están cambiando, pero muy lentamente); el socialismo del siglo XXI (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) con sus elecciones amañadas y su represión a la prensa y a la oposición; y el socialismo democrático (Brasil, Argentina (también en crisis) y Uruguay) con sus leyes sociales, con libertad de prensa y elecciones libres-- observamos crisis políticas en los tres “modelos” de socialismos implantados.
La primera lección para Cuba es que, en el momento actual, hay sectores marxistas desde la oposición pugnando por una solución de continuidad socialista, argumentando el mantenimiento de los llamados “logros” (ya invisibles) pensando --como buenos marxistas-- que el capitalismo es “malo” y que los “buenos” son ellos. Los cubanos debemos mirar hacia Venezuela y Brasil, dos modelos diferentes de lo mismo, para ver que hay problemas de todo tipo sin resolver.
La segunda lección importante es constatar que nadie es “dueño” del poder. No lo es en Venezuela, no lo es en Brasil –dos modelos diferentes de socialismo-- y desde luego que no lo es en Cuba, donde el modelo político se parece más al de Corea del Norte que otra cosa.
La tercera lección evidente es que el control que actualmente la dictadura castrista tiene sobre nuestra sociedad sojuzgada, puede estallar en pedazos. Cualquier acontecimiento traumático puede sucederse a la muerte de Fidel, o de Raúl, de similar manera a como está sucediendo en el gigante sudamericano hoy en día, país del que nadie esperaba semejante explosión social, por ser el socialismo más light de los experimentos “liberadores” de nuestro tiempo.
Es evidente que la oposición cubana es diversa y en ella debe caber, con derecho propio, tendencias de izquierda, centro y derecha, que de manera honesta y transparente deben luchar y coordinar acciones para el fin de la dictadura que nos oprime a todos. Sin embargo, sabemos que en el momento actual actúan fuerzas opositoras que han decido apoyar el intento raulista por materializar un proceso de continuidad, descalificando a la derecha y el centro opositor, que tiene tanto derecho como el que más por hacerse escuchar cuando de una solución a la problema cubana se trate, y más derecho todavía tiene a exigir una solución sin los hermanos Castro, sus familias y representantes, al frente de un falso y engañoso proceso de transición.
Artículos de este autor pueden ser encontrados en http://www.cubalibredigital.com
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