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La guerra de Putin contra Ucrania y el papel de los Estados Unidos PDF Imprimir E-mail
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Sábado, 07 de Mayo de 2022 16:56

New Poll Shows Americans' Changing Opinions on Biden, Putin, Zelensky

Por Jorge Hernández Fonseca.- 

Se dice que Rusia extenderá esta guerra hasta derrotar a Ucrania. Nada de esto será así. Después de la disposición norteamericana de entrar con 33 mil millones de razones para defender a Ucrania, Putin procurará salirse de esta guerra antes que este gigantesco capital se formalice en armas de todo tipo en el terreno de la guerra, propinándole a los rusos la paliza que el Secretario de Defensa de EUA le anunciara junto a este apoyo.


La guerra de Putin contra Ucrania y el papel de los Estados Unidos

Jorge Hernández Fonseca

4 de Mayo de 2022

La guerra que Vladimir Putin ha impuesto a Ucrania por razones de dudosa aceptación, ha tenido hasta la fecha dos etapas: la primera etapa caracterizada por la sorpresa rusa debido a la férrea resistencia del ejército ucraniano en lo que se imaginaba como un “paseo militar”, que resultó en un fiasco. Una segunda etapa se caracterizó por la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev en su afán de someter la región del Donbás. Actualmente y con los 33 mil millones de dólares que EUA va a dedicar a esta guerra, se configura una tercera etapa.

El capital que ahora EUA va a dedicar a la guerra de Ucrania en más que suficiente como para propinarle a los rusos una buena lección de lo que no debe de hacerse. De hecho el Secretario de Defensa norteamericano ha dicho que ese dinero aplicado en poyar a Ucrania con todo tipo de armas, no es solamente para que los ucranianos se defiendan, sino para le propinen una paliza tal a los rusos, de manera que no les quede más deseos de invadir terceros países.

Los 33 mil millones de dólares sirven también para echar a andar fuertemente la industria bélica estadounidense, en momentos que la economía del país ha sufrido una caída en su PIB trimestral, lo cual unido a la inflación existente, completa un panorama poco halagador para los norteamericanos. Con esa “dinerama” aplicada en armas de todo tipo, Ucrania podrá luchar ya de tú a tú con el ejército ruso, hasta ahora mejor armado y mayoritario en hombres, sin contar que Rusia ha hecho uso extra de su capacidad coheteril de largo alcance además del uso de su aviación basada en territorio ruso cercano, ventajas a ser ahora neutralizadas con ventajas.

Hay que decir adicionalmente que siempre se ha hablado de potenciales problemas de salud del mandatario ruso, pero después de ese aviso norteamericano, se filtra la noticia de que Putin va a ser “sometido a una cirugía asociada a un cáncer” que padece y que pudiera “dejar el poder en otras manos” lo que parece más bien una “salida elegante” para Putin, que de lo contrario enfrentaría una derrota humillante cuando haya 33 mil millones de armas en su contra.

Rusia como país, no tiene como objetar lo que hace EUA en esta guerra. Cuando Alemania invadió a la antigua URSS, EUA inmediatamente le suministró ayuda de todo tipo, incluyendo armamento y capital para enfrentar a la Alemania nazi antes de entrar en la guerra misma, exactamente lo que ahora hace EUA con Ucrania. De manera que, si bien Putin pudiera ofenderse, el pueblo ruso no tiene por qué hacerlo, pues fue tributario de similar ayuda a la que ahora se le brinda a una Ucrania invadida por un país hostil, sin razones válidas para hacerlo.

Adicionalmente, se dice que Rusia extenderá esta guerra hasta derrotar a Ucrania. Nada de esto será así. Después de la disposición norteamericana de entrar con 33 mil millones de razones para defender a Ucrania, Putin procurará salirse de esta guerra antes que este gigantesco capital se formalice en armas de todo tipo en el terreno de la guerra, propinándole a los rusos la paliza que el Secretario de Defensa de EUA le anunciara junto a este apoyo.

Artículos de este autor pueden ser consultados en http://www.cubalibredigital.com

Última actualización el Sábado, 21 de Mayo de 2022 16:50
 
'Corriente y comida' también es 'Patria y Vida' PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 23 de Marzo de 2024 12:00

Participantes en la protesta del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba.

Por RAFAELA CRUZ.-

Es difícil encontrar una revolución de esas que han cambiado el destino de una nación o de la humanidad toda, que no haya cuajado a partir del infortunio económico aglutinador de grupos humanos que en común solo tenían la miseria y la desesperanza en el sistema.

Desde la inconformidad fiscal de las Trece Colonias a los pasteles de María Antonieta, ha sido la economía —la mala economía específicamente— lo que ha impulsado movimientos que luego se elevaron liderados por élites ilustradas que pensaban un poco más allá de su estómago… aunque tampoco mucho más allá, sino mírese a los patricios separatistas que no decidieron que ser cubano y español era incompatible hasta que no tuvieron la quiebra encima.

Sin embargo, por salir a la calle a pedir corriente y comida han sido criticados los santiagueros por otros cubanos que cuando no llegan se pasan, y parece que solo quedan satisfechos si en la Isla nos empinamos reclamando valores sublimes como la libertad o la democracia, pero no el sancocho que desesperadamente necesitamos para aliviar el hambre de nuestros hijos.

"En cuanto les tiren dos cucharones de sancocho y les pongan media hora de luz se acaba todo y se vuelven a erizar", publicó Zoé Valdés, aparentemente asqueada por las prosaicas masas que se manifestaban por corriente y comida.

Pero lo sublime es generalmente lujo de élites con el pan seguro cada día; élites que, sin embargo, nada pueden hacer sin masas que les secunden. Pero las masas no siguen ideas, al menos no al principio; a las masas las excitan el hambre y la miseria, las ausencias concretas que posteriormente son llenadas por ideas abstractas como patria e independencia que, supuestamente, llevadas a la práctica alejan desdichas materiales.

El castrismo debe su longevidad a mantener desconectadas las ideas que se le oponen de las masas que pondrían músculo y martillo para derrocar a un Gobierno que monopoliza desde las bayonetas hasta los productos de la libreta. El totalitarismo, siempre ejercido en nombre de ideas colectivistas supuestamente solidarias, es en esencia el más individualista de los sistemas políticos, pues dedica toda su energía a mantener a los individuos aislados entre sí, solo conectados por y para el Estado.

Todas las organizaciones nacidas como contrapartida al poder centralizado —sindicatos, partidos, agrupaciones estudiantiles, profesionales, regionales, cooperativas de distinta índole, hermandades, parlamentos— bajo el totalitarismo son tentáculos de ese único poder, insertados en la sociedad para absorberle vitalidad e independencia. La ausencia absoluta de sociedad civil es la marca del totalitarismo, y también lo que lo hace prácticamente imposible de derrocar desde dentro.

Y es que el totalitarismo "enfría" a las sociedades a tal punto que, para "calentarlas" y hacerlas estallar contra sus tiranos, requieren dosis más altas de presión, de ahí que el pueblo cubano aguante resignado —porque está "enfriado"— afrentas que en otros lares conducirían a sunamis populares que, rápidamente y para que no se extingan, son capitalizados y liderados por estructuras cívicas ya existentes y autónomas, como movimientos obreros, estudiantiles, de propietarios o étnicos, nada de lo cual existe en Cuba.

En una sociedad totalitariamente subyugada, la única forma de generar calor revolucionario es aumentando en unos cuantos pascales la presión de la miseria. Solo cuando la vida es materialmente inaguantable, insufrible, cotidianamente invivible, las masas se alborotan. Si no se llega a esos extremos sencillamente vivirían una situación que, en vez de ser negra con pespuntes grises, seria gris con pespuntes negros, cuestión de matices de miseria mientras una casta parasitaria yace tranquila sobre colchones de tonfas y chivatos… El castrismo ha desaprovechado cada oportunidad que ha tenido para no destruir completamente al país y ha llevado al pueblo al extremo, el extremo redentor donde los cólicos del hambre comprenden mejor la teoría política y se pasa rápidamente de "corriente y comida" a "Patria y Vida".

Que las masas salgan exigiendo sancocho es exactamente lo que se espera cuando acontece la absoluta quiebra física y moral de un sistema aún apuntalado por inercias totalitarias, pero debilitado por el esfuerzo de transformar la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto en un inmundo estercolero.

El reto real es lograr conectar a la masa que desde el 11 de julio de 2021 se descubrió enardecida, con un liderazgo que encause ese maremágnum espontáneo, que solo a veces desborda en manifestaciones, pero que espera latente en el aire enrarecido del lodazal de sudores y basureros de esquina de cualquier ciudad cubana.

Muy probablemente no hay manera de arreglar el cortocircuito entre liderazgo —oposición estructurada— y pueblo que ha sabido crear el castrismo, con lo que estas manifestaciones, aunque catárticas, sirven principalmente para erosionar el corazón de la bestia, el núcleo de un sistema compuesto por diferentes intereses viles que colisionan en las altas esferas de un régimen mafioso cuya cúpula está compuesta por lo peor del sistema, los mas ruines, los dispuestos a cualquier traición o crimen, los ambiciosos sin escrúpulos que han sabido escalar el poder castrista no para salvar la Revolución, sino a ellos mismos. Así que cuando puedan escoger —cuando los dinosaurios estén extintos— escogerán salvarse y terminarán de desmontar un régimen que, gracias a manifestaciones de "Patria y Vida" y "corriente y comida", ellos saben que está muerto y pudriéndose, y ellos son cualquier cosa menos gusanos.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Sábado, 06 de Abril de 2024 11:17
 
El rescate ruso de Cuba se evapora PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 15 de Marzo de 2024 18:38

El canciller ruso Lavrov y Raúl Castro dialogan en La Habana.

Por EMILIO MORALES.-

Mientras Cuba se apaga, las esperanzas sembradas por el PCC de un rescate financiero ruso a raíz del anuncio de que Cuba adoptaría el modelo ruso, se han desinflado a la velocidad en que un merengue sobrevive en la puerta de un colegio.

Después de más de un año de que Miguel Díaz-Canel anunciara que Cuba adoptaría el modelo ruso para su economía, todo ha quedado en el anuncio. En la práctica, nada serio y tangible se ha concretado hasta ahora. Las expectativas creadas por el régimen de que Rusia venía al rescate financiero no han sido más que una gran decepción para el propio régimen cubano. A quienes pensaron que la ayuda rusa iba a llegar de forma inmediata y que significaría un salvador alivio financiero, no les ha quedado más remedio que guardar sus expectativas en el closet y poner los pies en la tierra para entender que el sistema no es salvable ni por los rusos.

Al paso de los meses esas expectativas se fueron apagando a medida que se producían viajes de funcionarios rusos y cubanos en ambas direcciones, los cuales han terminado con más acuerdos militares que comerciales. El globo comenzó a inflarse cuando Miguel Díaz-Canel hizo una gira pedigüeña en diciembre de 2022 por varios países aliados (Rusia, China, Argelia y Turquía) rogando ayuda financiera.

La gira tenía el propósito de resolver siete problemas medulares clave que presentaba la crisis cubana:

  1. La reconstrucción de la matriz energética.
  2. Terminar con la escasez de alimentos.
  3. Terminar con la escasez de medicamentos.
  4. Recuperar la industria turística.
  5. Recuperar las industrias del país, incluida la industria azucarera, para incrementar las exportaciones.
  6. Recuperar los ingresos por concepto de exportación de servicios médicos.
  7. Detener el creciente descontento de la población.

La gira fue un fracaso. Ninguno de los socios aflojó la billetera para extender nuevas líneas de crédito. Lo único que consiguió Díaz-Canel fue el perdón de intereses de la deuda y la posposición del pago al principal por dos años. Por lo que las condiciones y los factores que generaron la crisis multisistémica que vive el país se mantendrían activas con la perspectiva de que empeorarían en el futuro sino se hacen profundas reformas económicas. De hecho, eso es lo que ha ocurrido desde entonces.

El acercamiento a Rusia

En el periplo, uno de los destinos visitados fue Rusia. Díaz-Canel fue de perro faldero a lamerle las botas a Putin y darle su apoyo en su genocida invasión a Ucrania. Su intención era que, a cambio, el régimen recibiera una ayuda financiera que los ayudara a tomar un respiro.

Los rusos comenzaron la puesta en escena de la ayuda solicitada enviando al empresario Boris Titov, comisionado presidencial para la Protección de los Derechos de los Empresarios de Rusia para iniciar los contactos y establecer el acercamiento con las autoridades cubanas. Desde el comienzo Titov comprendió que invertir en Cuba sería una misión imposible. La precariedad primitiva y arcaica del retorcido sistema legal cubano iba a ser una barrera que había que derrumbar si en verdad iban f a invertir en la Isla. De lo contrario, sería un ejercicio prácticamente inútil.

Lo primero que dejó entrever el experto ruso a las autoridades cubanas fue que tendrían que hacer una profunda reforma de mercado o sería imposible hacer inversiones. Para el experto ruso estaba claro que el marco legal cubano era extremadamente rígido, que el país estaba en ruinas y gran parte del comercio interno era dominado por el mercado negro. En ese escenario, su apuesta era entrar al mercado cubano de forma directa, sin la mediación de empresas estatales cubanas, con la prerrogativa de poder fijar precios de forma independiente para poder competir por la principal fuente de divisas que entra a manos de la población cubana: las remesas que envían los exiliados.

Con este diseño de entrada al mercado cubano, Titov se convertía en el manejador de la "cubastroika", al ser designado presidente del Consejo Empresarial Rusia-Cuba. En su estrategia de enganche, Titov vendió mediáticamente que el think tank Instituto de la Economía de Crecimiento Stolypin asesoraría una transición de la estatalizada economía cubana hacia el libre mercado, algo que solo tenía sentido si la inversión rusa a realizar en la Isla fuese estatal, estando entonces el Kremlin preocupado porque la Isla fuese capaz de honrar sus deudas.

Hasta el momento, solo se han acercado empresarios del sector privado (los oligarcas) a husmear las "oportunidades rusas en la Isla". En la práctica, del sector estatal ruso no ha salido un centavo. Hay que recordar que Putin le perdonó a Cuba 29.000 millones de dólares en 2015, a raíz del deshielo con EEUU, quedando como deuda unos 3.000 millones que Putin dio la orden de que se usaran como capital ruso para invertir en la Isla. Desde entonces esa deuda no se ha saldado. ¿De verdad Miguel Díaz-Canel pensó que solo con el apoyo incondicional a Rusia por su invasión genocida a Ucrania significaría borrón y cuenta nueva para volver a recibir cientos de millones de dólares? Su genuflexa inocencia hoy le está pasando factura sien piedad: no hay inversiones en Cuba, hay más inflación, más apagones, menos comida, menos petróleo, más pobreza y más descontento ciudadano.

En mayo de 2023, el propio Titov especificaba que además de la concesión gratuita de tierras nacionales por 30 años —más tiempo que a los propios cubanos— y garantías arancelarias y de repatriación de capitales, los potenciales inversores rusos necesitarían preferencias fiscales, políticas de personal independiente a la legislación cubana y acceso preferencial a contratos con el Estado. Así las cosas, el castrismo contra la pared, al parecer estaban dispuestos a dar lo que los rusos pidiesen. Sin embargo, a poco más de un año de que se anunciara la cubastroika, han sido más los proyectos y deseos que las realizaciones palpables.

¿En qué ha quedó la "reforma de mercado" que apadrinaría el Instituto para la Economía del Crecimiento Stolypin?

Hasta ahora no ha trascendido nada importante de ello. Sin embargo, por el poco movimiento que se ha visto es comprensible que la parte rusa está siendo muy cautelosa en lo que se refiere a tomar decisiones de hacer inversiones millonarias en Cuba. Ellos saben perfectamente que el régimen cubano no es un socio confiable en términos económicos. Por otro lado, se han percatado de la precariedad del modelo cubano y de la mentalidad primitiva a la hora de hacer negocios por parte de la nomenclatura cubana.

En ese sentido, no encaja el viejo y obsoleto modelo económico cubano con el modelo ruso. Esta disparidad no permite un avance más rápido en las negociaciones. Es por ello que todo queda en especulación y en promesas que no parece que vayan a cumplirse. En realidad, el verdadero acercamiento ha sido en el plano geopolítico militar, en el juego de la nueva Guerra Fría, desatado a partir de la invasión rusa a Ucrania, y comprobado en la práctica con el espaldarazo que ha dado el régimen cubano a Rusia enviando mercenarios cubanos a la guerra y poniendo a disposición el territorio cubano para recibir visitas de bombarderos y submarinos rusos portadores de armas nucleares.

Los empresarios rusos no confían en el sistema legal cubano. En varios de los preacuerdos rubricados en varios memorándums de entendimientos firmados con las contrapartes cubanas, las empresas rusas contratan a terceras partes para que los ayuden a redactar los contratos y a entender las leyes cubanas, pues no confían en la parte cubana.

Lo cierto es que desde que Titov hizo su primera visita a la Isla, en términos prácticos pocas cosas han ocurrido en el ámbito económico y comercial. Se ha creado una empresa en El Mariel para el almacenamiento y distribución de mercancías, pero hasta ahora nada se mueve en ese almacén. Se han conectado los bancos rusos con los cubanos para permitir el uso de las tarjetas rusas en la Isla.  Se ha firmado un MOU con vistas a explorar las posibilidades de invertir en la producción y elaboración de azúcar. Pero de ahí no ha pasado. Lo más trascendente ha sido el incremento de los números de vuelos desde Rusia a Cuba, lo cual ha significado un aumento del turismo ruso en 3% en comparación con el año anterior. Han ocurrido acercamientos para explorar inversiones en el sector energético, pero nada concreto hasta el momento. Ya ni siquiera petróleo ruso llega a Cuba.

Al parecer, el complicado sistema legal cubano ha resultado ser uno de los principales obstáculos para la aprobación de las facilidades que solicitó la contraparte rusa para poder comenzar a canalizar los proyectos de inversión. La falta de pericia y la poca iniciativa de la parte cubana de romper con los viejos esquemas legales y comerciales que todavía amordazan a la economía cubana constituye una barrera que le está serruchando el piso a los empresarios rusos. Este es el candado que lastra el avance de la penetración comercial rusa en el mercado cubano. Ni siquiera ha habido un enganche serio con GAESA. Al parecer los oligarcas del holding militar cubano no están dispuestos a compartir la piñata con los empresarios rusos.

Por otra parte, tampoco hay mucho que ofrecer. El mercado cubano está seco de divisas, y las pocas que llegan a través de las remesas y el poco turismo que arriba al país el régimen cubano no está dispuesto a compartirlas. No existe un mercado estable, ni creciente, que garantice el retorno del capital que se requiere invertir en el país, ni siquiera en el largo plazo. En este escenario los rusos tampoco están haciendo muchos esfuerzos por invertir en Cuba, un país extremadamente endeudado, que le debe a todo el mundo (incluso a ellos: 3.600 millones que quedaron como deuda cuando le perdonaron 29.000 millones de dólares en 2015). Con ese fantasma gravitando en el ambiente comercial, más los juicios que se llevan a cabo en Londres por dos acreedores contra Cuba por falta de pago, no cesa la desconfianza de la parte rusa a la hora de desembolsar las sumas millonarias que requiere la ruinosa economía cubana.

Conclusión

A más de un año del anuncio a bombo y platillo de la cubastroika, no hay señales tangibles de ayuda rusa a la alicaída economía cubana. El régimen continúa atrapado entre la espada y la pared. Mas que una estrategia mediática del PCC para sembrar optimismo y falsas esperanzas, la cubastroika revela la gran incapacidad y mediocridad que tiene la nomenclatura cubana, que le impide tomar decisiones para salir del atolladero en el que están metidos. No es solo con los rusos, al régimen cubano le cuesta mucho cambiar las leyes para engranarse en el comercio que hoy practica el mundo enteros. Y esta no es la primera vez que el régimen cubano tira por la borda la oportunidad de atraer inversiones. La etapa del deshielo, bajo la presidencia de Obama, fue la gran oportunidad perdida para cambiar el giro de la rueda, y no lo hicieron.

Tampoco van a hacerlo con los rusos. La nomenclatura cubana no se adapta a vivir en la mentalidad del mundo comercial que rige hoy las relaciones comerciales internacionales, ellos están enquistados en una edad primitiva. Cambiar las leyes que rigen el mercado cubano como están exigiendo los rusos traería muchos reclamos por parte de los países occidentales que todos estos años han invertido en la Isla y se han endeudado con la esperanza de que el régimen cubano haga en algún momento los cambios que la economía necesita para transformarse.

Los rusos han tratado, pero no han podido materializar nada importante desde el punto de vista económico. El embajador de Moscú en La Habana ha moderado las expectativas generadas con la cubastroika. En este sentido, ha dicho que "cualquier proyecto tiene perspectivas cuando es interesante para ambas partes". A esto habría que sumar el cubo de agua fría vertido por el canciller Lavrov en su reciente visita a la Isla, cuando en una conferencia de prensa respondiendo a una pregunta sobre los resultados de la cubastroika expresó: "Hace tiempo se formalizaron las bases legales para aumentar las relaciones (…) Hemos confirmado la intención de realizar otra reunión de la Comisión de Cooperación Interparlamentaria Ruso-Cubana en los próximos meses". La realidad muestra, sin embargo, que nada concreto ha sucedido.

El drama de la cubastroika confirma que las economías parásitas son engendradas por gobiernos parásitos, donde no hay espacio ni para amigos ni para enemigos. El tiempo va pasando, la crisis en Cuba sigue escalando y apretando el cuello de los cubanos, y los rusos comienzan a aburrirse del marasmo del régimen cubano y ponen miras para invertir en otros mercados donde el capital no tenga trabas para rendir frutos y reproducirse.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Miércoles, 20 de Marzo de 2024 13:35
 
2022: Cuba castrista otra vez en el letargo, o en la definición final PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Sábado, 18 de Diciembre de 2021 22:04

From Cuba to Palestine, when revolutionaries end up as dictators, the  people pay the price | Simon Tisdall | The Guardian

Por Jorge Hernández Fonseca.- 

El año 2022 a su vez viene cargado con dos probables hechos trascendentes: el desenlace final con la enfermedad de Raúl Castro por un lado, y la posible estampida silenciosa de lo mejor de la juventud cubana por la vía nicaragüense, abierta recientemente como válvula de escape al descontento nacional contra una dictadura inepta, que para nada gobierna en favor de su pueblo, sino que dedica los pocos recursos disponibles a mantenerse en el poder a toda costa.


2022: Cuba castrista otra vez en el letargo, o en la definición final

Jorge Hernández Fonseca

18 de Diciembre de 2021

El año 2021 termina en Cuba con el sabor amargo del retroceso patriótico-democrático. La chispa libertadora que generó el Grupo de San Isidro con su protesta frustrada, que provocó la masiva manifestación del 27N frente al ministerio de cultura castrista, y que engendró a su vez el Grupo Archipiélago como semilla opositora. Estos antecedentes impulsaron indirectamente las manifestaciones populares espontáneas de protesta anti-castristas del 11 de Julio, que hizo al Grupo Archipiélago tratar de reeditar actos de calles a nivel nacional el 15N. Esta última convocatoria, frustrada por la represión y el acoso, impidió su realización --y provocó el lamentable y polémico exilio de su líder-- cerrando abruptamente el brote rebelde, hasta hoy.

El año 2022 a su vez viene cargado con dos probables hechos trascendentes: el desenlace final con la enfermedad de Raúl Castro por un lado, y la posible estampida silenciosa de lo mejor de la juventud cubana por la vía nicaragüense, abierta recientemente como válvula de escape al descontento nacional contra una dictadura inepta, que para nada gobierna en favor de su pueblo, sino que dedica los pocos recursos disponibles a mantenerse en el poder a toda costa.

Cuba castrista se adentra en el 2022 con un control policial casi total, que le permite comenzar a prometer, por “enésima” vez --y una vez más-- “enmendar los errores”, sabiendo tanto “ellos” como la población cubana, que la derrota de la dictadura es lo único que los salvaría. Así, queda abierto el camino para la estampida nacional vía Nicaragua, a no ser que sobrevenga la ausencia permanente de la única fuente de poder total dentro de la isla: Raúl Castro. En ese caso, la división en la cúpula gobernante podría finalmente estallar y democratizar la isla.

Es sabido que Díaz Canel sería la primera víctima a la desaparición de Raúl Castro y su ausencia abriría una potencial lucha por el poder, en la que estarían implicados el anterior ministro de las fuerzas armadas cubanas, general Leopoldo Cintras Frías --defenestrado por Raúl por oponerse al nombramiento de Díaz Canel-- y los herederos de Raúl, aspirantes de larga data a la sucesión de su padre en las riendas del poder central. Adicionalmente, la aparición reciente en el panorama político nacional de Carlos Lage, no se sabe muy bien  propulsado por quién y por qué, adiciona un ingrediente más al potencial diferendo por venir a la muerte de menor de los Castro. Esta podría ser la chispa decisiva para el futuro de Cuba.

Así, el año que se avecina trae en su seno el potencial enigma de la solución de los problemas “revolucionarios” que han empobrecido la isla y que se ha cobrado la ausencia de muchos de sus mejores hijos. En el año que se inicia, o la juventud inconforme dentro de la isla irá a enriquecer con su talento otras tierras del Mundo, o colaborará con su valor a la democratización de su tierra, usada hasta hoy como coto restricto de los hermanos Castro.

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Última actualización el Domingo, 26 de Diciembre de 2021 13:52
 
Cuba: El 15 N en contexto PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Miércoles, 17 de Noviembre de 2021 15:41

Las 5 cosas que debes saber este 15 de noviembre: Cuba protesta para exigir  un futuro mejor

Por Jorge Hernández Fonseca.- 

Hay mucho rechazo al interior del ejército cubano por la actuación desfachatada y sin control de la policía política contra jóvenes manifestantes pacíficos. Hay rechazo al interior del partido y de sectores intelectuales oficialistas por la crueldad y el bajo talante de los represores, que no obedecen siquiera las leyes de la dictadura. Hay un caldo de cultivo negativo entre los que todavía apoyan la dictadura, que pudiera cristalizar un resquebrajamiento del hasta ahora monolítico bloque de apoyo a una “revolución”, que ya no existe más hace muchos años.

Cuba: El 15 N en contexto

Jorge Hernández Fonseca

17 de Noviembre de 2021

Lo peligroso para la dictadura cubana de las manifestaciones programadas por la oposición política cubana al castrismo para el pasado 15 de Noviembre, está fuertemente relacionadas al contexto de lo que sucede hoy en la realidad de la isla. Es verdad --como se ha escrito-- que manifestaciones aisladas no derriban gobiernos y menos dictaduras marxistas. Sin embargo, estas manifestaciones si pueden crear una dinámica fuera de control, que puede conducir a situaciones cercanas al derribo de un régimen dictatorial, ya comprobadamente impopular.

Hay que recordar que en el contexto al interior del castrismo hay una fuerte división en lucha abierta por el poder, creado en parte por la impopular decisión de Raúl Castro de nombrar a Díaz Canel al frente del gobierno y del partido. La defenestración del ministro de las fuerzas armadas castristas, Leopoldo Cintras Frías, producto de su oposición al nombramiento de Díaz Canel, es una fisura grave al seno de la dictadura. Así las cosas, Díaz Canel no es “el títere de los militares cubanos” como se pudiera imaginar, él es el títere de la familia Castro, parte de la cual no se resigna a “perder” el poder a la muerte de Raúl, por quedar en manos de Canel.

Así, se deduce del análisis anterior, que hay por lo menos dos (o tres) grupos con intereses diferentes respecto al poder, contando que al seno de la familia Castro hay diferencias también relacionadas al nombramiento de Canel como “máximo líder”, cuestionado por López Callejas y Alejandro Castro, ambos con aspiraciones dictatoriales. Este aspecto quedó claro cuando hizo aparición repentina en el panorama político castrista Carlos Lage. Todo lo anterior, que no se relaciona directamente con el 15 N, configura sin embargo el contexto que enfrenta la dictadura.

Es conocido adicionalmente el diferendo eterno entre “las gentes de Fidel y las gentes de Raúl”. También es importante para el análisis, la tradicional pugna entre el ejército cubano y la policía política, esta última que reina sola reprimiendo, encarcelando e incluso juzgando y decidiendo sentencias judiciales. Todo este contexto de división es el caldo de cultivo contextual al 15N.

En este panorama, la dictadura castrista no se podía permitir el desarrollo de manifestaciones populares, porque cualquier incidente represivo podría salirse del control y generar la intervención del ejército en favor de los manifestantes, como ya ha ocurrido en numerosos casos de países sometidos a dictaduras comunistas. Manifestaciones populares fuera del control dictatorial, como las que se producirían en 15N, podrían ser la chispa para materializar la lucha al interior del partido y el gobierno, entre los diferentes grupos conformados por la oposición al nombramiento de Canel, el diferendo Fidel-Raúl y la disputa MINIFAR-MININT.

Hay mucho rechazo al interior del ejército cubano por la actuación desfachatada y sin control de la policía política contra jóvenes manifestantes pacíficos. Hay rechazo al interior del partido y de sectores intelectuales oficialistas por la crueldad y el bajo talante de los represores, que no obedecen siquiera las leyes de la dictadura. Hay un caldo de cultivo negativo entre los que todavía apoyan la dictadura, que pudiera cristalizar un resquebrajamiento del hasta ahora monolítico bloque de apoyo a una “revolución”, que ya no existe más hace muchos años.

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Última actualización el Lunes, 29 de Noviembre de 2021 22:13
 
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