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Artigos: Cuba
La inexplicable muerte de Laura Pollán PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 16 de Octubre de 2011 20:41

Por HUBER MATOS ARALUCE

El valiente padre José Félix de la Iglesia Santa Rita estuvo allí,  pero no llegó nadie del arzobispado. La única representación diplomática presente fue la de los Estados Unidos.  Joaquín Montserrat, de la oficina de intereses de USA en La Habana,  le llevó un ramo de flores.  Una diplomática que lo acompañó, con sentido práctico y una excusa,  llevó comida porque sabía que las mujeres allí presentes llevaban muchas horas de ayuno involuntario.

 

La embajada de España estuvo ausente.  Los gobiernos latinoamericanos han guardado silencio.  El vicepresidente colombiano Angelino Garzón, de visita en La Habana, estaba muy ocupado denunciando el “bloqueo” de los Estados Unidos y feliz de codearse con los socios de la tiranía.

 

La muerte de Laura Pollán merece investigarse; pero los corresponsales de la prensa extranjera en Cuba no llegaron a indagar qué había pasado. Patricia Janiot de CNN dio  la noticia,  pero por lo menos no validó que el fallecimiento fuera por complicaciones infecciosas. Quien haya informado como normal esta tragedia no hizo su tarea o le hace el juego a los culpables.

 

Para evitar que su cuerpo se velara en la antigua funeraria Rivero, que tiene todas las condiciones, el régimen simplemente la dejó sin electricidad.  Tuvieron que ir a la funeraria nacional, donde los empleados estatales se negaron a cambiar de ropa a la difunta, tarea que - como un privilegio - asumió el presbítero Ricardo Medina Salabarria,* quien estuvo a cargo de los oficios religiosos.

 

Como era de esperar, en la funeraria nacional les asignaron un lugar incómodo y caluroso.  El velorio fue a la carrera, solo dispusieron de poco más de una hora.   En una ciudad donde para cremar un cuerpo hay que ponerse en lista de espera, el régimen se encargó de que fuera de inmediato.  La cremación desaparece evidencias.

 

Orlando Zapata Tamayo también tuvo una muerte inexplicable.  No es posible que un preso pierda la vida en una huelga de hambre cuando los recursos médicos están disponibles para hidratarlo y alimentarlo aun contra su voluntad.  Lo asesinaron. Otra muerte extraña fue la de José Wilfredo Soto en Santa Clara, una golpiza en un parque, un arresto violento y unos días después, según la dictadura, el opositor falleció de muerte natural. También Camilo Cienfuegos desapareció sin dejar rastros.

 

En este país, cuyo gobierno se ufana de ser una “potencia médica”, es bien raro que alguien tan importante como Laura, pierda la vida tan rápidamente.   Ahora resulta que hasta el dengue tuvo que ver.  Extraño, porque en La Habana no está muriendo nadie por dengue.  Extraño, porque los médicos hicieron creer que Laura había mejorado.  De pronto, un paro cardiaco, un velorio instantáneo y una cremación inmediata.   En altas hora de la noche, cuando casi no hay gente.

 

Las últimas agresiones contra Laura y sus valientes mujeres fueron una declaración de guerra total.  Para la tiranía, Laura Pollán había crecido demasiado. Cuando ella declaró que el respeto a los derechos humanos en Cuba era parte fundamental de la agenda de las Damas de Blanco, el régimen entendió la dimensión del reto.  Ya no eran solo las Damas de Blanco de la Habana.  El CID se había encargado de organizar Damas de Blanco de apoyo en Pinar del Río y Oriente, en Camagüey se daban los primeros pasos.  Cuando salió de prisión Daniel Ferrer, organizó en Oriente su refuerzo.  Otras organizaciones empezaban a sumarse.

 

Fue  un noche extraña y dolorosa.  Aquel ramo de flores de los estadounidenses fue a hacerles compañía a dos más: el de sus valientes y leales compañeras de las Damas de Blanco y el de los hombres y mujeres del CID que siempre creyeron en ella.  Laura siempre vivirá en la lucha de los cubanos por su libertad.

 

*Ricardo Medina es Secretario de Asistencia a Presos Políticos y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido Cuba Independiente y Democrática.

Última actualización el Lunes, 17 de Octubre de 2011 18:34
 
De las Damas de Blanco y otra Damas PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 16 de Octubre de 2011 15:49

Por Luis G. Infante

Cuando las Damas de Blanco comenzaron su apasionada gestión por la libertad de sus seres queridos, muchos pensaban - me incluyo- que esa gestión no pasaría más allá que en obtener la liberación de quienes el régimen comunista los habían arrebatado de sus hogares.

Algunos pensaban - me incluyo - que aunque loable sus esfuerzos, no pasaba de ser una actitud exclusivista, para no llamarla egoista, ya que antes del arresto de sus esposos no se habían manifestado, al menos públicamente. Contribuyó a esa percepeción, el hecho que algunas de ellas, luego  que fueran liberados sus familiares por diferentes razones antes de la participación comprometida de la iglesia católica en los últimos destierros de prisoneros, se distancieron de ese movimento  feminista -nada criticable- y se dedicaron a recomponer sus vidas abandonando a aquellas que fueran sus compañeras de infortunio y que aún continuaban en sus esfuerzos.

Después que fueran liberados los últimos de la redada del 2003, muchos pensaron que el movimiento feminista se desintegraría, ya que la mayoría de ellas viajaron al exterior con sus esposos.  Pero lo maravilloso y grandioso estaba por venir, puesto que las que se quedaron, ya con sus seres queridos a su vera, entonces magnificaron su gestión, lo que a mis ojos las eleva a la categoria de gloriosas.

Las  Damas de Blanco tenían dos opciones, o se conformaban y daban por un logro la libertad de sus compañeros y desaparecían del escenario de la lucha cívicas en Cuba; o se crecían como lo estan haciendo y se incorporaban a la vanguardia de las reinvindicaciones sociales y de los Derechos Humanos, para no calificarla de  políticas. Y lo más significativo es que lograran con su estoica actitud, que otras mujeres, como Damas de Apoyo, y se incorporaran a sus esfuerzos. Y ya abiertamente han declarado que están aceptando a todas las que quieran sumarse a este bello ejemplo cívico. Estas mujeres de blanco han servido de inspiración a otras mujeres a asumir actitudes de retos como en el Capitolio, en el mercado de Cuatro Caminos y a lo largo y ancho de la República.

Las ultimas declaraciones y decisiones de estas bravas mujeres, como en todas las luchas patrias, como antes lo hicieron otras, apuntan a que la tiranía tendrá  a unas formidables contendientes y tendrá que manejar la situación con mucho cuidado. No podrán por mucho tiempo continuar agrediendo y reprimiendo brutalmente a mujeres indefensas.

Le llegará su turno a los hombres para sumarse, ante el ejemplo de otros hombres que ya se manifiestan a través de la Resistencia y del Frente Nacional de Resistencia Cívica y

Desobediencia Civil Orlando Zapata y es de esperar que no les fallen, porque es cobardía la indolencia y observar desde las aceras como las mujeres del pueblo son agredidas, maltratadas y abusadas. Desde el exterior nuestro compromiso es apoyarlas.

Atención, las mujeres están en la calle.

Luis G. Infante PP#34028

Miami, septiembre 20/2011

 
EL ASESINATO DE LAURA POLLÁN PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 16 de Octubre de 2011 11:07

Por Zoe Valdés.-

Cuba tiene hoy la causa más verdadera y profunda para indignarse, la del asesinato de Laura Pollán, líder de Las Damas de Blanco, Premio Sajarov

Sábado, Octubre 15, 2011

Esta madrugada mientras me preparaba para tomar el tren pensaba que los cubanos tenemos hoy la causa más verdadera y profunda para indignarnos, el asesinato premeditado, durante más de siete años, de la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán. No sólo han abusado de ella y de las demás, también las han torturado física y psicológicamente, y podemos sospechar, que en el peor estilo castrocomunista, algún virus mortal fue inoculado en el cuerpo de esta luchadora por la libertad, además de que quién sabe lo que ha podido suceder en el extrañísimo desenvolvimiento de su enfermedad. ¿Valdría de algo un parte médico y un acta de defunción entregado de manos de los médicos intimidados por la dictadura, o posiblemente miembros gustosos de ella, a los que no les importa la ética médica, pero sí antes que nada obedecer sin remilgos de mancharse las

manos de sangre? No, no me valen; me importa un comino cualquier informe que venga de un hospital castrista, desgraciadamente en Cuba no existen clínicas ni consultas ni hospitales privados, todo, absolutamente todo, está controlado por el mayor enemigo del pueblo y de los enfermos: el régimen.

A Laura Pollán la asesinaron, día a día, segundo a segundo. Ella no ha sido la única. La primera de esos asesinatos recientes fue Gloria Sigler Amaya. El segundo, Orlando ZapatTamayo.
Hubo otros muchos antes, pero los más recientes son ellos. ¿O es que tenemos la memoria corta y somos ciegos? ¿Cuántos videos no han sido divulgados en internet en donde podemos apreciar cómo han ido cruelmente acabando con la existencia de estas personas?

¿Debemos esperar por la protesta de Silvio Rodríguez, de algún otro músico cubano? ¿Cantará finalmente en las calles Pablo Milanés su canción dedicada a las Damas de Blanco? ¿Escribirá Sting una canción similar a la que dedicó a las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina? ¿Ha enviado algún mensaje de solidaridad o un gemido siquiera alguna de esas madres argentinas? ¿Algún presidente habrá hecho algo parecido? ¿Qué escritor latinoamericano o europeo ha dicho algo? ¿Dónde anda Susan Sarandón con su tetámen compasivo sólo apuntando piadosa al espía terrorista? ¿Y los demás, dónde? Brillan por su ausencia. Estamos solos, aislados, y entre las garras de una las dictaduras más cruentas del planeta.

Conocí a Laura Pollán desde antes de que le tocara ser Dama de Blanco, pero ya ella y su esposo habían ingresado las filas de la disidencia. Le agradeceré toda la vida que fuera hasta el último minuto la enfermera de cabecera de Poncito, mi querido amigo, el hijo del pintor Fidelio Ponce de León, pintor él también, y disidente. No sólo fue la enfermera, se comportó como una madre, y todo eso lo supe, no a través de ella, sino por terceros amigos. Cuando Héctor Maseda cayó preso en la Primavera Negra del 2003, y que entonces ella se hiciera Dama de Blanco y co-creara el movimiento, empezamos a comunicarnos bastante más seguido. Hablábamos telefónicamente de la disidencia, de los proyectos de las Damas de Blanco, e intercambiábamos opiniones. Siempre que le pedí una carta de agradecimiento, dirigida a alguien que había hecho o haría algo por ellas, sin falta, la recibía el mismo día que lo prometía, lo mismo fuera dirigida a un presidente como a un profesor de un liceo en Francia al que le habíamos pedido que hablara de Cuba y de las Damas de Blanco.

Laura Pollán era una líder, se fue haciendo líder a fuerza de padecimiento, pero sobre todo era una mujer de un gran valor y entereza. A veces me permitía darle un consejo, y ella lo acogía con extrema atención, nunca dejó de responder un email mío, y para colmo tenía un sentido de humor de una gran justeza y fineza. Fue ella quien en múltiples ocasiones calmó mi apasionado carácter, y me hizo comprender que las Furias no eran buenas consejeras, y eso sin querer meterme el pie, sin imponerme ningún criterio, oía mis críticas y a veces me daba la razón y exponía sus criterios, en otras ocasiones la oía respirar con dificultad, y me confiaba con pesar que los lejanos viajes a la prisión la tumbaban en una cama, sin vida apenas, para rogarme enseguida que no dijera nada a nadie. Nunca dije nada a nadie, nunca violé esa mínima complicidad que establecimos. Como buena líder pienso que se comportó del mismo modo con todo el mundo, nos hizo sentir a todos privilegiados de su confianza, y lidió con todos nosotros con igual y envidiable paciencia, y por eso triunfó en su propósito: ella, a mi juicio, fue una de las pocas que conseguía unir a varios sectores de la disidencia, y cuidado no haya sido la única.

La triste noticia de su muerte la recibí ayer por Martha Beatriz Roque, otra disidente, otra líder a la que Laura respetaba, porque me lo dijo, y la firmeza de Martha Beatriz se quebró por unos imperceptibles segundos cuando anunció el fallecimiento. Ni llantén, ni espectáculo, ni apropiación del cadáver, puesto que Laura tiene familia, hija y marido. Martha dio la noticia sin ningún tipo de alharaca y cumplió con su deber de opositora y de compañera. Es de agradecer. Y es de agradecer porque así era también Laura, sus testimonios concisos, calmados, ensordecidos por los escándalos que le armaban los esbirros de la dictadura frente a su casa, dan fe de su serenidad, claridad y buena educación. Laura Pollán, al igual que el resto del grupo de las Damas de Blanco, también cometía errores, como todos, pero creo que ha sido en los últimos años, el único grupo capaz de unir de manera entrañable y pacífica a la opinión pública internacional, y si no lo consiguieron -o no lo han conseguido todavía, porque esto no se queda aquí- con el pueblo cubano, no es culpa de ellas, es la de ese pueblo.

Mi crítica siempre fue dirigida a la relación de las Damas de Blanco con la iglesia castrista y la ingenuidad ante algunos falsos disidentes, a su dependencia del Cardenal Ortega y Alamino, aún después que sus maridos fueron liberados, lo que antes estaba más que justificado. Sin embargo, poco a poco las Damas fueron ganando en independencia, y el último llamado de Laura Pollán al pueblo cubano, al día siguiente de la violenta represión a la que fueron sometidas, justo el Día de la Merced, comprueba cuánto había comprendido ella cuán solos estamos, y que lo único que nos queda es dirigirnos al pueblo. Copio un fragmento del email que le envié felicitándola:

“Querida Laura…, quiero felicitarte personalmente por lo que lograron este 24 de septiembre. En primer lugar, tus palabras, las que cito en mi blog, en la cabecera, han sido extraordinarias. Encuentro muy inteligente que te dirijas al pueblo, como lo hiciste, espontáneamente, me gustó mucho que dijeras que ustedes eran la seguridad del pueblo, eso llegará hondo. Creo que siempre que tengan la oportunidad de hablarle a la televisión y a la radio del mundo, tanto tú como Berta, deben dirigirse directamente al pueblo, diciendo que ustedes sólo quieren su seguridad, su libertad, y que en Cuba se viva en paz, en libertad, en democracia, eso rebotará… “

Ha sido el único email del que no recibí respuesta, poco después supe que había enfermado, pero jamás imaginé que sería de gravedad y de muerte.

Toda esta vasta introducción para decirles que lo que nos queda a los cubanos, tal como ya sabía Laura Pollán, es solamente la acción por parte de nosotros mismos, que no debemos esperar nada de nadie, y que habrá entonces que indignarse y aglutinar al pueblo de a pie para que desafíen al régimen en las calles, de manera pacífica, con gladiolos en las manos. No nos queda más que
eso ya.

Y si bien me cuesta solidarizarme con los indignados de camisetitas recochinas del Che, si que me indigno junto a los que hoy piden justicia, mejorías sociales, trabajo, salarios decentes, libertad y vida. Los cubanos, desde hace más de 52 años, poseen estos argumentos y otros más poderosos para indignarse de verdad y que nuestra indignación sea reconocida y apoyada por los presidentes de las naciones del mundo, y por el mundo entero, porque son muchos años ya de ignorar el sufrimiento del pueblo cubano, esclavizado y sojuzgado.

Yoani Sánchez pidió hoy que los cubanos se indignaran; estoy con ella, y ojalá ella y su grupo decidan indignarse, ser los primeros como mismo fue la primera en anunciar la muerte de Laura Pollán en twitter, ojalá consigan liderar al pueblo en las calles, junto a las Damas de Blanco y que se unan los militares decentes, los que saben que un país debe ser defendido por sus fuerzas armadas y no reprimido y abandonardo por ellas, ni contribuyendo a asesinar a los ciudadanos valientes como lo han hecho hasta ahora. Desde el exilio, estoy segura, que la movilización sería mayor.

Espero que tengamos suficiente memoria para recordar toda la vida y mucho más a personas como Laura Pollán, como Gloria Sigler Amaya, como Orlando Zapata Tamayo, y tantos otros, porque es un ejercicio necesario que nos mejoraría mucho, aunque como saben no espero nada ni creo en nada ni en nadie, porque lo peor que hemos hecho los cubanos es inventar y colocar en un pedestal a un falso ídolo, y de falsos ídolos y de dioses nalgudos ya deberíamos estar hartos.

Dicho esto, creo en el élan vital que le insufla la muerte a la vida, creo en la fuerza del Espíritu Santo, que es el verdadero dilema de la iglesia católica: ¿Cuál es el sexo del espíritu santo? ¿Hombre, mujer, híbrido, mariquita? De ninguna manera mujer ni mariquita para la iglesia, por supuesto.

La fuerza de Laura Pollán, sin querer endiosar ni idealizar a nadie, y reconociendo sus virtudes y defectos, era precisamente la de una fuerza espiritual insuflada de eso que se nombra cultura, de sus lecturas, y de su conocimiento de la historia, que en ella, lejos de ser pedantería, sucedía de
la forma más natural, legítima y sabia posible.

Hoy más que nunca me queda claro que el Espíritu Santo está de nuestra parte, el libertario, el sincero, el real. Sin ningún tipo de oscurantismo ni perversión religiosa, sino desde el sentido martiano y lezamiano, desde la libertad y la vida, desde la tormentosa soledad de nuestros pensadores y escritores, desde ese Monte de Lydia Cabrera que cobijó a los esclavos africanos reconociéndole sus mitos y leyendas, y de Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Carlos Victoria, Reinaldo Bragado Bretaña, recordando a los grandes que hicieron de nuestro país una tierra digna, dentro, y desde su exilio, hasta personas tan capaces y sensibles como Laura Pollán.

El pueblo cubano tiene que despertar. Cuba entera deberá despertar e indignarse. Entonces será cuando el mundo comprenda que los cubanos somos también seres humanos, que sentimos, discernimos, amamos, y aspiramos a vivir como el resto de la humanidad, libres y en paz.

Hoy llegué temprano al Salón del Libro, pero antes de entrar compré gladiolos en la florería más cercana; en silencio puse uno en cada mesa. Lo hice en nombre de esa mujer, que además de Dama de Blanco fue profesora de literatura, amante de la poesía y del arte. Gracias, Laura Pollán, Dama de Blanco, mujer verdadera.

Zoé Valdés.

(http://zoevaldes.net/2011/10/15/cuba-tiene-hoy-la-causa-mas-verdadera-y-profunda-para-indignarse-la-del-asesinato-de-laura-pollan-lider-de-las-damas-de-blanco-premio-sajarov/ )

Última actualización el Domingo, 16 de Octubre de 2011 11:12
 
Divulguemos el asesinato de Laura Pollán PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Domingo, 16 de Octubre de 2011 10:49

¡¡¡DIVULGUEMOS POR TODOS LOS MEDIOS EL ASESINATO DE LAURA POLLAN!!!
Por Gabriel Astengo.-
Hermanos cubanos, hombres y mujeres libres del mundo:
En estos momentos de profundo dolor, es sumamente importante, la divulgacion por todos los medios de la prensa escrita y digital, del vil asesinato de la lider de las dignas y valerosas Damas de Blanco, Laura Pollan, inducido por los servicios de inteligencia castrista, llevado a efecto por sus turbas paramilitares y con la complicidad de medicos al servicio de la tirania.


¿Las pruebas de este cobarde crimen? ¡¡Son muchas y mas que evidentes!!

¿No es prueba esta foto, donde despues de golpeada, mordida y arañada, se ve claramente la mano de un esbirro castrista, hundiendo sus sucias uñas en el antebrazo derecho de Laura?

¿O es que tampoco son pruebas, las denuncias llevadas a efecto con anterioridad y que constan en videos, de numerosos casos en que Damas de Blanco y de Apoyo fueron "pinchadas", al mejor estilo stalinista, con agujas infectadas, las que les crearon desagradables sintomas en su salud y diversas secuelas patologicas?

Las muertes del comandante rebelde en prision, Cesar Paez, de los dirigentes exilados, Manuel Artime y Jorge Mas Canosa, los que gozaban de perfecta salud y a los que se le detectaron "de la noche a la mañana" enfermedades terminales,  las que sin duda fueron inoculadas con agresivos agentes bacteriologicos, creados en los laboratorios biotecnologicos castristas ¿no son antecedentes a considerar?

¿Por que razon la premura en llevarse el cadaver de Laura del hospital y de cremarla de manera expedita, eliminando de esta manera cualquier investigacion futura sobre su fallecimiento?
¿Por que? ¿por que? nos preguntamos muchos.

No obstante, si podemos hacer algo en favor del esclarecimiento de este crimen y que con todo respeto les transmito.

Hoy es domingo y las agencias de noticias de la prensa escrita y digital, canales de radio y television, solo trabajan parte del tiempo. Aprovechemos todo este dia domingo, para inundar esos medios con nuestras denuncias sobre el crimen, para que asi, el lunes, todo el mundo y especialmente nuestro pueblo en intramuros se informe del aborrecible hecho. Tambien seria de suma importancia, comunicarnos con nuestros familiares en la isla y pasar la noticia. En fin, con nuestro activismo, sentemos a la tirania en el banquillo de los acusados, como se merece.

Laura Pollan, las Damas de Blanco y de Apoyo, la oposicion cubana y nuestro pueblo, se lo merecen.

¡¡¡Arriba cubanos!!!

Última actualización el Domingo, 16 de Octubre de 2011 11:11
 
Laura se fue, Laura no está… PDF Imprimir E-mail
Escrito por Fuente indicada en la materia   
Sábado, 15 de Octubre de 2011 21:08

laura_pollan

Por los mismos días en que Laura Pollán agonizaba en terapia intensiva, en la televisión retransmitían un esquemático serial donde se injuriaba a la líder de las Damas de Blanco. Entre los signos más notables de la falta de grandeza del gobierno cubano está su incapacidad para respetar al adversario político, incluso cuando éste se está muriendo. Un sistema que se regodea tanto en el ritual funerario de los suyos, se comporta desconsiderado a la hora de tratar los difuntos de los otros. Esa ausencia de compasión lo llevó a desplegar anoche un burdo operativo policial dentro y fuera del hospital Calixto García, a cambiar el cuerpo de Laura varias veces de ambulancia para que no supiéramos hacia qué morgue lo llevaban y finalmente a no sacar, siquiera, una breve nota necrológica en la prensa nacional. Si honrar honra, en este caso denigrar denigra. Han perdido una última oportunidad de aparentar –al menos– que son piadosos.

¿Cómo se sienten ahora todas esas mujeres llevadas a gritar y a insultar frente a la puerta de Neptuno 963? ¿Qué estarán pensando en este mismo momento los miembros de la tropa de choque que zarandeó y golpeó a Laura el 24 de septiembre pasado? ¿Algún remordimiento entre los oficiales de la Seguridad del Estado que dirigieron tantos mítines de repudio contra una señora pacífica que pasaba de los sesenta? ¿Cuál de ellos va a tener al menos la humildad de musitar una condolencia, de aventurar un pésame? Lamentablemente, para todas esas preguntas la respuesta sigue siendo el infinito rencor ideológico del que no sabe rendir tributo al contrincante. Laura se les fue –se nos fue– y perdieron la oportunidad de reparar tantas infamias. Creyeron que por colgarle epítetos degradantes, impedirle salir de su casa, acusarla de “apátrida”, iban a evitar que la gente se acercara y la quisiera. Pero en la madrugada pasada, una funeraria repleta de amigos y conocidos negaba el efecto de tal satanización.

Laura se fue y ahora todos los actos de odio que hicieron contra ella resuenan más grotescos. Laura se fue y nos dejó un país desperezándose de un totalitarismo vetusto que no sabe decir siquiera “lo siento”. Laura se fue, para tristeza de su familia, de sus Damas de Blanco y de cada gladiolo que ha crecido y crecerá sobre esta Isla larga y estrecha. Laura se fue, Laura no está y no hay un solo uniforme verdeolivo que parezca limpio frente al blanco resplandor de su indumentaria.

 
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