El arzobispo de Santiago de Cuba pide comida, corriente y libertad para el pueblo

El arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, reiteró este ...

Milei enfrenta a Maduro y le advirtió que la Argentina protegerá a los seis dirigentes perseguidos p

Javier Milei enfrenta a Nicolás Maduro por sus sistemáticas violaciones a los ...

Finalmente la Plataforma Unitaria de Maria Corina logró inscribir a un candidato para las presidenci

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó este martes de la ...

Ataque terrorista islámico en Moscú: 115 muertos

Una ataque terrorista perpetrado por el Estado Islámico ocurrió este viernes en ...

Cuba pede ajuda ao Programa de Alimentação da ONU: o que isso diz sobre a economia do país

A situação econômica em Cuba está tão difícil que pela primeira vez o go...

Artigos: Cuba
Obama, Cuba y la Cumbre de las Américas 2015 PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 29 de Agosto de 2014 11:03

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama

Por Eugenio Yañez.-

Debemos anticiparnos a los temas y problemas que serán de actualidad en los próximos tiempos. En este caso, a finales de abril del 2015.

La Cumbre de las Américas es una reunión de jefes de Estado del continente americano que se celebra cada tres o cuatro años, donde participan Estados Unidos, Canadá, y los países de América Latina y el Caribe. La séptima cumbre está pautada para Ciudad de Panamá en abril de 2015.

La primera se celebró en Miami, 1994; la segunda en Santiago, Chile, 1998; la tercera en Quebec, Canadá, 2001; la cuarta en Mar del Plata, Argentina, 2005; la quinta en Puerto España, Trinidad y Tobago, 2009; y la sexta en Cartagena de Indias, Colombia, 2012. Hubo además dos cumbres extraordinarias: una sobre desarrollo sostenible, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1996, y otra en 2004 en Monterrey, México.

La de Panamá podría ser, sin dudas, la Cumbre de la Discordia. Desde la primera Cumbre de Miami en 1994 quedó definido que participaban en ese evento los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). Posteriormente, tras la aprobación de la Carta Democrática de esa organización, adoptada en Lima, Perú, en 2001, los miembros de la organización se comprometieron a respetar esa Carta y cumplir sus postulados.

No siempre han cumplido, aunque el secretario general de la OEA parece no enterarse. El depuesto presidente Mel Zelaya, de Honduras, la violó reiteradamente pretendiendo establecer el “socialismo del siglo 21” en su empobrecido país; Hugo Chávez la violaba continuamente, y Nicolás Maduro no se queda atrás. Para Evo Morales y Daniel Ortega la carta es paisaje que adorna una pared, nada más. Rafael Correa, más culto que todos los violadores anteriormente mencionados, también la viola, pero de manera más elegante y sofisticada: más que violación parece estupro. Lula da Silva, Dilma Rouseff y Cristina Fernández de Kirchner continuamente bailan samba y tango en los bordes de la Carta Democrática. Los socialistas más respetuosos del estado de Derecho en sus países han sido, hasta ahora, José Mujica, Michelle Bachelet y Mauricio Funes, de Uruguay, Chile y El Salvador respectivamente.

En ninguna de las cumbres celebradas ha participado el gobierno cubano. Cuba no es miembro de la OEA, y mucho menos firmante de una Carta Democrática alérgica para el régimen de los hermanos Castro. Aunque a veces, cínicamente, la dictadura ha firmado declaraciones finales de cumbres iberoamericanas que llaman al multipartidismo y elecciones libres, como hizo Fidel Castro en su momento, o Pactos de la ONU que después no ratifica, como hace Raúl Castro, parece difícil que el régimen se arriesgue a firmar, aunque no la cumpla, una Carta Democrática cuyos principios fundacionales son absolutamente contrarios a la razón de ser de la dictadura cubana.

Sin embargo, nuestros dizque hermanos que gobiernan en América Latina y el Caribe, insisten en invitar a la dictadura cubana a la próxima cumbre. Más preocupados por ser “antiimperialistas” que demócratas, no desean perder tiempo en superficialidades sobre el carácter democrático o dictatorial del gobierno cubano, al que todos admiran, aunque sea en secreto, porque “se enfrenta a los yanquis”. Además, no resulta muy elegante recibir decenas, centenares o miles de médicos cubanos en sus países para ofrecer servicios de salud pública que esos mismos mandatarios son incapaces de garantizar a sus ciudadanos, y después tener la “descortesía” de criticar al régimen de La Habana por violar derechos humanos o no respetar normas democráticas.

Así que el presidente Obama tendrá que tomar una decisión muy clara. Acepta la participación de Raúl Castro en la Cumbre de Panamá o declara sin ambigüedades que Estados Unidos no participaría si invitan a Cuba.

Antecedentes existen. Cuando Ronald Reagan era presidente de Estados Unidos, se planificaba una Cumbre Norte-Sur de jefes de Estado en Cancún, México, para el 22 y 23 de octubre de 1981, a la que el gobierno mexicano quería invitar a Fidel Castro. Reagan fue muy claro, agudo y preciso: si Castro participa, Estados Unidos no asistirá. Punto.

Firmeza. Dureza. Prepotencia imperial. Soberbia. Guapería. Lo que quieran ladrar los sicarios verbales del régimen. Pero Fidel Castro no participó, porque México y Naciones Unidas sabían perfectamente que aquel cónclave, sin Estados Unidos, sería una reunión social para platicar un rato, tomar tequila, y nada más. El entonces presidente de México, José López Portillo, invitó a Fidel Castro a Cozumel, a donde fue en “su” yate “Pájaro Azul”, y tras once horas de conversaciones y “acordar lo que a nuestra amistad corresponde”, como dijo el mandatario mexicano, Castro regresó a La Habana desbarrando de Reagan, del imperio y de todo lo que quiso, tuvo que ver la reunión por televisión y saber de lo que se habló por las agencias de prensa o sus servicios de inteligencia.

Barack Obama tendrá que tomar su decisión: esto no es lo mismo que darle la mano a Raúl Castro en Sudáfrica cuando se cruzó con él en el funeral de Mandela. Esta vez tendría que decir, simplemente, que si se invita a Cuba a la Cumbre de las Américas Estados Unidos no participaría, con lo que tal reunión se degradaría a algo así como un foro más de CELAC. O soportar la humillación para Estados Unidos de sentarse en un cónclave definido para países democráticos en el que estaría participando en la misma mesa nada menos que Raúl Castro.

En manos de Obama está. Veremos si la historia puede absolver al presidente de EEUU en este tema.

CUBAENCUENTRO

Última actualización el Jueves, 04 de Septiembre de 2014 11:53
 
IBOPE: Dilma tem 39%, Marina, 31%, e Aécio, 15%, no primeiro turno. Marina ganha o segundo turno de 43% por 42%, dentro da margem de erro PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Viernes, 12 de Septiembre de 2014 23:50

O Ibope realizou uma nova pesquisa de intenção de voto, na corrida presidencial. Dessa vez, encomendada pela Confederação Nacional da Indústria - a CNI. O nível de confiança é de 95%.  O que quer dizer que, se levarmos em conta a margem de erro, de dois pontos para mais ou para menos, a probabilidade de o resultado retratar a realidade é de 95%.

Na pesquisa divulgada no dia 26 de agosto, Dilma Rousseff, do PT, estava com 34%. No levantamento seguinte, divulgado há nove dias, foi para 37%. Agora, está com 39%. Com a margem de erro, Dilma tem de 37% a 41%. Marina Silva, do PSB, aparecia com 29%. Depois, 33%. Agora, está com 31%. Com a margem de erro, Marina tem de 29% a 33%.

Última actualización el Sábado, 13 de Septiembre de 2014 00:04
 
'Frutas del Caney' y The Reconciliation Project PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 25 de Agosto de 2014 10:12

Por José Pratts Sariol.-

Félix B. Caignet —el genio hispano de las radionovelas y apasionado compositor musical— no tendría que "reconciliar" nada. Estaría feliz. Su célebre pregón tiene en Miami frutas cuyas semillas provienen de El Caney. Así me lo comenta Ramón, digno santiaguero que cumple treinta años en Hialeah, mientras observa mi embarro con uno de sus pulposos mangos bizcochuelos.

Marañones y mamoncillos también enriquecen su patio, mientras en la segunda ciudad de Cuba, tras medio siglo y casi un lustro de revolución, siempre te brindan o venden mameyes o mangos —se encuentran hasta los llamados Toledo— bajo el mismo comercial: "Las semillas son de allá".

Un "allá" que sabe a aquí, que nos cubre sin fronteras. Donde la prosperidad demográfica y económica arrasa cualquier intento de negar el hecho  —su historia va de lo trágico a lo dramático— de que el único logro imperecedero de la revolución ha sido el exilio. De ahí que los temas de reconciliación y cambio pasen, en efecto, por la importancia de la dignidad. La nuestra, la de los obligados a abandonar el país; aunque algunas voces —¿del Cuba Study Group?— vean oasis éticos dentro del conservadorismo oficial, fenómeno que muchos analistas califican —cuando menos— de ingenuo.

La irreversibilidad de nuestra emigración —evidencia tangible, no opinión o punto de vista— también implica nuevas nociones de patria, país, cultura, nación... La "cubanidad" —además de la poderosa influencia de la globalización— hoy está lejos, no solo de folclorismos y "color local", sino de antiguos bordes geográficos.

El sur de la Florida, donde habitan 9 de cada 10 cubanos exiliados, recuerda un chiste —bastante sangrón— donde el rey español le daba las gracias al tiranosaurio por haber recuperado la Florida para el imperio hispano, tras aquel canje con los ingleses en julio de 1763.

Por lo pronto, El derecho de nacer en Cuba se ha desplazado al mundo. Tres generaciones de emigrados y sus descendientes tienen los mismos derechos —y en poco tiempo los ejercerán a plenitud— que cualquier cubano que no haya salido ni al portal de su casa. Así lo establece la legislación internacional, como ocurrió con los cubanos descendientes de españoles.

Instrumentar nuestros derechos tiene un sencillo marco jurídico, según establecerá la nueva Constitución. Y un digno propósito de conjurar los restos del castrismo, que incluye el demagogo uso de la "reconciliación"; cuando lo cierto es que solo las efectivas perversidades del sistema y su propaganda formaron enemigos, adversarios fanatizados. Los que ahora se disfrazan de  "reconciliadores" y favorecen eventos en Miami, para un "cambio" donde no desaparezcan sus privilegios ni se exija justicia.

Se concilia o reconcilia cuando hay discordia, enemistad, odio, rencor... ¿Pero cuál suceso en Cuba o en Miami es ajeno a la mayoría de nosotros, incluyendo nombres de accidentados y casos de epidemias, ciclones y corrupciones, truenes y obituarios? ¿O hay que repetir las cifras anuales de remesas, gastos de viaje en los dos sentidos, inversiones, medicinas, llamadas y hasta papel sanitario?

¿No se tratará de "reconciliadores" con la dictadura?

La paradoja —la adicción de la Historia a las paradojas— muestra que sería suicida que algún político cubano, cubanoamericano o puro yanqui, ignore lo que ya no es "comunidad cubana en el exterior" sino parte del complejo fenómeno postcastrista con sus "nacionales". De ahí el carácter "doméstico" de cualquier ley sobre Cuba en Washington. Y viceversa. Ningún gobernador, alcalde, representante o senador de la Florida o del futuro Bayamo o Cárdenas, pensaría que es de la agenda internacional, aunque sus informes —saludablemente— serán diversos, democráticamente polémicos, con la dignidad de respetar lo diferente.

El mismo suicidio atañe a juristas, sociólogos, historiadores, intelectuales que pretendan argüir sobre la realidad cubana en 2014 saltándose o minimizando los derechos de la emigración con letreritos: "The Reconciliation Project". Un más certero letrero —"Se hacen dobladillos"— está en una vidriera de la calle 8, cerca del restaurante Versailles; pero podría estar en la calle Martí o Maceo de cualquier pueblo. La vulgaridad de un programa de cubanos en un canal hispano de Miami se critica lo mismo en Kendall que en Santos Suárez. Entre las faltas de ética no hay 90 millas, apenas unas pulgadas separan a un pícaro de otro.

Me contaban que en 1958 había 24 vuelos diarios a Miami desde Cuba. Tras el fin del castrismo y del embargo será como el puente aéreo Madrid-Barcelona, con un torniquete tipo metro al subir. Quizás entonces la Isla produzca más frutas que la Florida, incluyendo las del santiaguero Félix B. Caignet. Serán tan dignas, conciliables y sabrosas como los mangos del guajiro Ramón de Hialeah.

DIARIO DE CUBA

Última actualización el Viernes, 29 de Agosto de 2014 12:05
 
Mando con tropas y codicia: verdadera lucha de poder en Cuba PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 25 de Agosto de 2014 12:52

Por Juan Juan Almeida.-

El gobierno de la isla, obsesionado en controlar los resortes del poder, desarrolla una estrategia en aras de una continuidad. Eso lo vemos por simple inspección, con solo mirar hacia allá. A los ojos del mundo Cuba se afianza al firmar acuerdos bilaterales de negocio y cooperación. Integrando bloques regionales, o creando nuevas ONG afiliadas al estado con el objetivo de  captar recursos externos y apoyo internacional.

Dentro del territorio, dicta leyes que parecen complacer a una clase alta sin clase, y a otra clase media emergente que al permitirsele salir del cantón, tener teléfono celular, acceso a internet, hospedarse en hoteles, abrir negocios, comprar casas, autos, y alguna chalupa para salir a navegar con familiares y amigos, creen que la libertad y el orden ya andan de la mano.

El desconocimiento popular y el hermetismo revolucionario hacen que cuando se habla de poder, muchos piensen en policías, dirigentes de base o directores de empresa; pero ellos solamente son parte del engranaje estatal.

El nuevo modelo cubano está diseñado para aparentar nuevas reformas, sin reformismo, es mucho más autoritario que eficaz. La invención de nuevas provincias para reforzar el estado central, se realizó por decreto y avivó el regionalismo. La difundida cruzada contra la corrupción, sirvió para sacar del juego a los corruptos infieles pero no a la podredumbre.

¿Se mantiene la estabilidad así? ¿ La llamada renovación garantizará el continuismo?

La inclusión de nuevas caras en puestos decisivos del Estado y el Gobierno, deja en total descubierto una sucesión de mando hacia personas que, aunque ligadas a los líderes históricos de la Revolución, para mantener el control tendrán que abrirse poco a poco a la verdadera transformación democrática.

El poder cambia de mano. En la propia familia Castro pulsean por la autoridad. Hermanos y primos, todos príncipes, compiten por el control y en una cúpula cerrada donde la relación nunca ha sido de igualdad, más bien de jerarquía, los iconos revolucionarios ven el trono amenazado, y no pueden ni chistar.

El mismo Ramiro Valdés, comandante de la revolución y actual vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, no es más que un objeto en desuso al que se le permite opinar, negociar determinadas cosas y viajar al exterior pero ni cuenta ni manda ni existe. Abelardo Colomé Ibarra, Ministro del Interior, mantiene la solidez de aquellos relojes blandos que pintó Salvador Dalí.

Los generales de las FAR con incalculable codicia y cuantiosos soldados bajo el mando, no están en los libros de historia, son Onelio Aguilera Bermúdez (jefe del ejercito oriental), Raúl Rodríguez Lobaina (jefe del ejercito central) y Lucio Morales Abad (jefe del ejercito occidental). Militares que obedecen mucho más a su generación que a la de “La Sierra Maestra”. Cuyas lealtades se forjaron al calor de las guerras de Angola, Etiopía y Nicaracua. Para ellos, Fidel Castro, aunque lleve una dieta adaptada a su propio perfil genético, es un comandante sin tropas, un viejo nombre que despierta el mismo simbolismo que la momia de Vladimir Ilich Lenin que descansa enbalsamada dentro de un mausoleo, visitado por turistas, en medio de la Plaza Roja.

Hay mucho patrimonio en juego, y mucha ambición también. La lucha de poder se impone.


MARTINOTICIAS


Juan Juan Almeida

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla '; document.write( '' ); document.write( addy_text31702 ); document.write( '<\/a>' ); //-->\n Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Licenciado en Ciencias Penales. Analista, escritor. Fue premiado en un concurso de cuentos cortos en Argentina. En el año 2009 publica “Memorias de un guerrillero desconocido cubano”, novela testimonio donde satiriza  la decadencia de la élite del poder en Cuba.
 
El cagalitroso y su marioneta PDF Imprimir E-mail
Escrito por Indicado en la materia   
Lunes, 25 de Agosto de 2014 10:55

Por Eleonora Bruzal.-

El tirano cubano pregunta: «¿Quién gobierna a quién, EE.UU a Israel o Israel a EE.UU?»

El sanguinario sátrapa, Fidel Castro, resaltó la importancia de la ayuda que proporciona Nicolás Maduro al pueblo palestino que está sufriendo del «genocidio» llevado a cabo en la Franja de Gaza. Por supuesto ni una palabra de los misiles lanzados contra ciudades y poblados israelíes ni de los actos terroristas de los asesinos de Hamas.

En esas peroratas plagadas de mentiras y manipulación que el tirano cubano o un equipo castrista publica este pasado 20 de agosto en «Granma», un pasquín que por más de medio siglo representa la única voz de una mal llamada prensa cuando realmente son vocerías de la tiranía, el fosilizado tirano describió los bombardeos del enclave palestino como «uno de los más dramáticos acontecimientos generados por una potencia militar nuclear sofisticada y a la vez irresponsable, creada por el imperio más poderoso que existió nunca a lo largo de más de medio siglo».

O sea, Israel no ha existido desde épocas milenarias, apareció como creación norteamericana, porque así lo dice este verdugo, este chulo insaciable. Y así lanza lo que dice que “muchas personas se preguntan”: «¿Quién gobierna a quién, Estados Unidos a Israel o Israel a Estados Unidos?» Lo dice junto a un Nicolás Maduro servil, sentado en una mecedora recibiendo órdenes y guías de quien destruyó más de tres generaciones de cubanos durante 55 años de tiranía y ha bañado de sangre Latinoamérica y Africa en su afán de dominación y expansión.

Felicita a su marioneta grandota por lo que llama: “extraordinaria solidaridad con el pueblo heroico de la Franja de Gaza”, y asegura que «apenas llegaron noticias del genocidio y el elevado número de niños, madres y personas heridas o asesinadas por los ataques genocidas de Israel, ordenó preparar un avión militar de carga, de fabricación norteamericana, que sólo con grandes dificultades puede superar el bloqueo de piezas por sus fabricantes, y enviarlo con equipos, medicamentos y alimentos esenciales a Egipto con destino a Gaza», o sea, porque ahora también la Venezuela castrochavista se mete en el cuento del “Bloqueo” para tapar la rapiña de los cubanos castristas y de la banda chavista que han arruinado este país.

El vergonzante Maduro, marioneta impuesta por los Castro a un Chávez moribundo, con su boca abierta y babeándose frente al otro baboso se fascina porque lo felicita y le cacarea “su extraordinaria solidaridad con el pueblo heroico de la Franja de Gaza”, mientras a los pobres venezolanos que son millones les obligan a hacer largas colas para después irse con las manos vacías o con muy poco de lo que necesitan para sobrevivir pero marcados como ganado por unos militares cabrones que sellan a sus connacionales más débiles, pero están sin chistar bajo las órdenes de cubanos invasores. Ensalza a otro trasgresor en funciones de canciller. Llama al sociópata conocido Elías Jaua “incansable Ministro de Relaciones Exteriores” y lo felicita por dejar sin comida a los venezolanos para mandar toneladas a los socios de Hamas. Mueren aquí miles de seres producto del hambre y de las enfermedades que eso acarrea pero resulta que lo “admirable” es que “valientes pilotos venezolanos transportan su carga salvadora, que permite salvar madres, niños y adultos de la muerte” en Gaza por supuesto…

Maduro fue a saludar al cagalitroso tirano y posiblemente a recibir directrices para superar la pérdida de popularidad que le ha dejado sólo un 23% y también las consecuencias de estar absolutamente desenmascarado él y su régimen, compuesto por pillos, narcogenerales, estafadores, terroristas y asesinos. Esto sumado a la espantosa ruina que ya arropa a la que alguna vez fue una potencia petrolera y hoy sobrevive a punta de venderle el futuro de generaciones de venezolanos  a los chinos y su desalmado imperio.

Fidel Castro creyéndonos gilipollas dice aprovechar la visita para agradecerle el regalo que le envió Maduro por su 88º cumpleaños: «frutas (posiblemente compradas en USA, porque aquí no hay) y un traje deportivo», y calla que por supuesto eso va junto a millones de dólares en petróleo, negocios turbios y patentes para robar.

No conforme con la enervante sarta de mentiras y la judeofobia activa, el carcamal cubano dice haber leído un despacho de la agencia AP procedente de la que considera su colonia, en el que se publican declaraciones de la “Asociación de Clínicas y Hospitales de Venezuela, que agrupa a centros de salud privados del país”, pidiendo al Gobierno que se declare una “emergencia humanitaria” para hacer frente a la “escasez de insumos, medicamentos, equipos médicos y repuestos que, aseguran ponen en riesgo la vida de la población.”

A esto el chulo asqueroso, verdugo del pueblo cubano agrega: “¡Qué enorme casualidad! Esta demanda se realiza precisamente cuando en la Franja de Gaza se produce el genocidio yanki-israelita de la zona más pobre y superpoblada de esa comunidad que ha vivido allí a lo largo de milenios.”

Por supuesto no hay quien le diga al cagalitroso que no engaña a nadie cuando asegura que los palestinos poblaron Judea (nombre original) antes que los israelitas. El con seguridad lo sabe, pero mentir le ha dado pingües ganancias por más de medio siglo… Tampoco que políticos mal llamados “opositores” le salgan al paso y le pidan respeto por los médicos venezolanos, por la medicina privada venezolana ejemplo de calidad y ciencia y sobre todo por un pueblo condenado a morir de mengua si la banda castrochavista sigue en el Poder.

Como hecho cómico, el cagalitroso cuenta que junto a Maduro, durante un recorrido por áreas que implican grandes perspectivas alimentarias, aparecen dos trabajadoras. Les pregunta si conocían al acompañante. Lo miraron bien y dijeron: “El presidente Maduro”, y sonrieron con picardía. Y continúa: “Les pregunté qué nivel de escolaridad tenían. La más joven dijo: 12 grados. La otra, todavía joven y fuerte, respondió que era graduada como profesora de Educación Física y Deportes, en lo que trabajó varios años. Finalmente les pregunté si estarían dispuestas a trabajar en Venezuela, y con entusiasmo me respondieron: ¡Por supuesto que sí!”. ¡Y mire usted: Grados educativos que Maduro no tiene!

Pero grave es lo evidente: la marioneta analfabeta funcional sin profesión alguna,  junto al amo está planeando traer más cubanos invasores, aunque estos le quiten el trabajo a miles de venezolanos y arruinen aún más este pobre país nuestro.

Para contactarse con la autora:  Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

 
«InicioPrev271272273274275276277278279280PróximoFin»

Página 273 de 480